"Uhm Hola Mi nombre es Yoo Kimi Realmente no se como decir esto, pero tengo a tus hijos conmigo, y estaba pensando que talvez te gustaria tenerlos de regreso. Así que se llamame"
O donde un omega secuestra por accidente a los cachorros del guapo a...
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《Kimi》
El tener un papá.
Esas cuatro pequeñas palabras rompieron mi corazón. Yo quiero que Leeseo tenga todo.
Ella es mi vida y nunca querré que sea infeliz. Al ser criado por Nani, sé lo que es extrañar un padre. De cualquier manera, yo tenía algo que Leeseo no. Yo tenía la opción. Pude haberme ido y vivir con Win y Bright si lo hubiera querido, pero ellos tenían a Arthit y Nani me necesitaba.
Leeseo nunca tendrá la opción. Ni siquiera conoce el nombre de su padre. Eso es algo que jamás podré arreglar, y eso me hace sentir bastante inútil.
—¡Santa mierda!—saltó ante el sonido de la voz de Arthit. Me doy media vuelta para verlo mirando por la ventana con un par de binoculares.
—¡Arthit! ¿Qué demonios estás haciendo?
Él no aparta la vista.
—Tus vecinos están haciéndolo como conejos con las persianas abiertas. Ese alfa está dándoselo de verdad—jadea—. ¡Está azotándola!—resopla y se vuelve hacia mí— ¿No podrías haberme enviado con esos vecinos?
Cojo los binoculares, alejándolos de él.
—Tú, libidinoso pervertido.
—Vamos, Kimi—gime—. Tengo un trabajo. Estoy a punto de comenzar la escuela de nuevo. No bebo o me drogo más. Estoy convirtiéndome en un respetable omega, y eso me está poniendo enfermo.
—Aw, Arthit—pongo mi mano en su hombro en un gesto consolador—. No eres un respetable omega.
De verdad trato de no sonreír. Él empuja mi brazo juguetonamente.
—Gracias, Mariquita. Tú siempre sabes que decir para hacerme sentir mejor—luego me sorprende envolviéndome con sus brazos—. Lo que sea en lo que hayas estado pensando antes, déjalo ir—dice sinceramente. Lo abrazo de vuelta. ¿Quién hubiera pensado que el pequeño pervertido puede ser tan dulce?—. Ahora—retrocede—. Tengo que irme temprano. Voy a enviarle a Hayhing algunas flores para jugar con su mente.
Ese es el Arthit que conozco.
—Ten un buen día—digo.
Mientras él sale, Yeonjun llega. Sonrío cuando Gyu corre hacia mí.
—Sigue dormida. ¿Por qué no vas a abalanzarte sobre ella y ver si puedes levantarla?
Él sonríe sinuosamente y corre dentro de la casa y arriba por las escaleras. Yeonjun camina hacia mí con Hyein en sus brazos.
—Buen día—sonríe, causando que Hyein mire hacia arriba. Ella extiende los brazos, así que la tomó, dejando que se acurruque contra mí antes de volver a dormir—. Ella no quería levantarse esta mañana—explica Jongseong.