three-pack of little cubs

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Meses enteros habían transcurrido desde que recibió la noticia que sería padre de un pequeño de tres cachorros y desde entonces JungKook no había parado de parlotear de la buena puntería que tenía y de lo mucho que pondría de sí para ser el mejor padre alfa que pudiera existir. Su animal interno, por su parte, había estado demasiada orgullosa que mantenía su pecho inflado con orgullo y ronroneaba en su pecho con extrema felicidad.

Había sido tanta su emoción y consciencia de la realidad que por la próxima llegada de sus cachorros que el alfa pantera se había puesto manos a la obra para lograr conseguir una bonita casa con un extenso jardín, para que sus pequeños pudieran jugar a medida fueran creciendo, porque el departamento en el que vivía junto a su omega estaba diseñado para una joven pareja recién enlazados, pero ellos yo no eran eso. Ahora eran una pequeña manada en proceso.

Conseguir la casa fue como una carrera contra el tiempo, pero una vez encontró la casa perfecta para su familia, no le importó el precio e invirtió todos sus ahorros en ella y pidió uno que otro préstamo al banco, para poder amueblarla y decorar cada estancia. Cuando las escrituras estuvieron a su nombro y a nombre de Jimin. JungKook se puso manos a la obra y dio inicio a pintar y amueblar la habitación que había designado para sus hijos. Fue así, como termino de preparar toda la casa una vez Jimin entro a su octavo mes y medio de gestación.

Así que, con la casa terminada, JungKook procedió a darle la bonita sorpresa, su bonito y muy embarazado omega. Cabe mencionar que en el momento en el que Jimin vio la casa y la recorrió de principio a fin no había parado de llorar de alegría y tener bonitas visiones a futuro a con sus pequeños. Sus dos bonitos cachorritos y su pequeña cachorrita. Y es que cabe mencionar que en la última visita a la obstetra recibieron que estaban a la espera de dos niños y una niña. Algo que Jimin ya sabía gracias a su felino interno, pero apreciaba el tenerlo confirmado. Lo único que faltaba era saber la especie de ellos. ¿Los tres serían cachorros panteras? ¿Mininos angoras o habría una mezcla?

Ninguno podía saberlo con seguridad.

—¡Primera y última vez que me embarazas, Jeon JungKook!—el omega angora siseó entre dientes desde el asiento trasero del vehículo.

JungKook trataba de mostrarse tranquilo mientras se desplazaba a gran velocidad por las calles y avenidas para lograr llegar al hospital lo antes posible. Su omega había entrado en labor de parto esa misma tarde, mientras terminaban de acomodar sus pertenencias en la habitación matrimonial de la nueva casa.

Con la rapidez que sus torpes movimientos le permitieron, JungKook logró tomar la maleta que habían preparado para ese día y meter a Jimin en el asiento trasero del automóvil, para seguidamente él ocupar el asiento del conductor y arrancar a gran velocidad.

—Respira. Recuerda los ejercicios de respiración.—el alfa murmuró con la voz cargada de emoción, nerviosismo y preocupación.

—Solo conduce el maldito automóvil, Jeon.—Jimin gruñó, ya que otra contracción lo atacó.

El alfa pantera se limitó a conducir, mientras trataba vagamente de relajar a su omega con ayuda de sus feromonas.

Para cuando por fin llegaron al hospital, Jimin fue rápidamente atendido por las enfermeras y doctores. Sin embargo, desde ahí todo se volvió como un recuerdo borroso para JungKook, quien se vio afectado por todas las emociones y sensaciones que estaba viviendo por el nacimiento de sus primogénitos.

Las horas pasaron y mientras Jimin se recuperaba de la anestesia que se le aplicó antes de realizarle la cesárea, JungKook mantenía una conversación con sus familiares y amigos, quienes le felicitaban por sus pequeños y le deseaban buena salud a estos.

—Señor Jeon.—La voz de una enfermera logró interrumpir la conversación que JungKook mantenía con su suegro.—Los cachorros ya están en la habitación y su omega ha despertado, y está preguntando por usted.

Ante esa pequeña noticia, la pantera interna de JungKook comenzó a moverse inquieta y ansiosa en su interior. Iba a ver a su omega y cachorros por primera vez después del parto. Tomando una bocanada de aire se encaminó hasta la habitación donde Jimin y los cachorros se encontraban, pero no sin antes disculparse con su suegro.

Al ingresar a la habitación del área de maternidad se encontró con la imagen más tierna y conmovedora que sus ojos habían visto hasta ese día.

Los tres cuneros se encontraban alineados en unos de los costados de la cama, mientras que Jimin observaba a sus pequeños dormir plácidamente. La mirada de Jimin transmitía amor y adoración, y ni hablar de esa bonita sonrisa que le robó el aliento.

—Son tan bonitos.—Jimin susurró al notar la presencia de su alfa gracias al fuerte aroma de este.—Tan bonitos que no puede creer que salieron de mí.

A pasos cautelosos, JungKook se acercó hasta la camilla, para darle un suave beso sobre las mejillas a su bonito gatito angora, y después mirar con adoración a sus niños.

Frente a él estaban dos bonitos cachorritos y una cachorrita hermosa. Los tres se encontraban durmiendo en diversas posiciones. Uno de los cachorros dormía con sus piernitas abiertas y flexionadas, el otro se encontraba durmiendo con su boquita abierta y sus manitas hechas puños, y por último la pequeña dormía en posición fetal al mismo tiempo en el que chupaba su pulgar.

—Hiciste un gran trabajo, mi amor.—JungKook susurró conmovido.—Gracias por darme el mejor paquete de tres cachorritos.

El omega ronroneó en respuesta.

Por varios minutos se dedicaron a observar a los pequeños, descansar. Y es que, no podían siquiera separar sus vistas de ellos. Eran tan pequeñitos, tan bonitos y tan suyos que deseaban observarlos hasta que llegara el final de sus días.

—Tenemos que nombrarlos.—JungKook susurró.—Quiero que tú escojas sus nombres. Sé que escogerás bien.

El omega angora casi maulló ante las palabras de alfa. Y es que, en la sociedad, siempre eran los alfas quienes nombraban a sus cachorros y que cedieran ese evento tan importante a sus parejas, era casi algo milagroso.

—¿Puedes poner a mi cachorrita en medio de sus hermanos?—Jimin preguntó a su alfa, quien tras asentir hizo lo que su omega le pidió con extremo cuidado para no perturbar el sueño de los cachorros.—Bien. Según la enfermera, este pequeño fue el primero en nacer.—Jimin dijo refiriéndose al cachorro de la izquierda, quien dormía con sus piernas abiertas y flexionadas.—Jeon JungSoo mi bonito primogénito.—susurró.

A JungKook asintió satisfecho.

—Ahora mi otro pequeño, quien fue el segundo en nacer.—el omega dijo refiriéndose al cachorro de la derecha.—Jeon JungWoo.

El alfa y su pantera interna se sentían fascinados y completamente complacidos al ver que sus dos péquelos tenían nombres parecidos al suyo. Su orgullo de alfa se había elevado hasta el cielo.

—Y por último mi linda cachorrita, Jeon Minsu.—susurró hacia su pequeña.—¿Te gustan los nombres?—preguntó hacia su alfa.

—No hay forma de que existan mejores nombres para ellos que estos.—JungKook susurró con amor.—Bienvenidos a la familia mis bonitos trillizos. Solo espero que en el futuro no me saquen canas verdes.

Un paquete de tres había llegado a la pequeña manada Jeon-Park. Un paquete de tres cachorritos que sin duda alguna pondrían la vida de sus padres, tíos y abuelos completamente patas arribas y como consecuencia también sacarle un par de cañas verdes a su papá alfa.

paquete de tres ; kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora