En el mundo de la moda, el rostro es lo más importante para destacar, y Bakugo Katsuki lo sabía, ya que el puesto número uno de modelos más atractivos lo tenía él. Hijo del matrimonio Bakugo, casi dueños de la industria. Masaru como un aclamado maq...
Sin duda estaba nervioso. Se levantó a las 6 de la mañana por primera vez en 5 años, según lo que le había dicho su superiora, debía estar listo en el camerino de Katsuki a las 8 de la mañana, así que eso fue lo que hizo, levantarse temprano y arreglarse para comenzar con lo que parecía ser el mejor día de su vida.
Acomodó su cabello, ese peinado tan característico que adoptó desde que entró a la preparatoria, se puso un suéter negro sobre una playera blanca, unos pantalones holgados de mezclilla color negro y para finalizar sus botas color vino preferidas. Estaba listo para su primer día. Dado a que ya había entrado oficialmente a estudiar y trabajar ahí, podía irse con Tamaki, el pelinegro no quería aceptar ya que su auto era bastante pequeño pero sería la primera semana de Eijiro, le haría ese favor.
Al llegar, el pelirrojo subió corriendo hacia el camerino indicado, estaba muy nervioso, le habían dado la agenda del rubio y era bastante apretada, la hojeó un momento en lo que el ajeno llegaba. Abrió los ojos como platos en cuanto vio a qué hora era su primer compromiso: 8:30 tenía un desayuno con sus padres y otros diseñadores. "Vaya" susurró en voz baja el pelirrojo y escuchó entonces como la puerta se abría de golpe, ahí estaba él, con un abrigo color hueso y una bufanda beige, pantalones color caqui y por supuesto, la marca de botas que su mamá sacó especialmente en el honor de su precioso hijo, además de un aroma bastante hipnotizante, se incrustó en sus fosas nasales y en sus sentidos en cuanto lo percibió, era sin duda perfecto.
—Apúrate porque nos tenemos que ir a las ocho en punto, detesto llegar tarde— se quitó la bufanda y abrió su abrigo, debajo había una camiseta de cuello de tortuga, era ajustada, el cuerpo del rubio se marcaba. El pelirrojo se limitó a mirar y suspirar "Concéntrate, Eijiro" pensaba entre sus gritos internos de fan alborotado.
—Estuve checando sus primeros compromisos el día de hoy, después del desayuno tenemos que volar hacia el set donde se harán las fotos para el perfume nuevo de Pony Tsunori— comenzó Kirishima a informar al opuesto sobre sus ocupaciones mientras comenzaba a retocarlo, aunque no lo entendía, ¿Por qué tengo que maquillar un rostro tan hermoso?.
Después de lo mencionado por el pelirrojo Katsuki resopló. —Mierda, es verdad... argh, esa perra... pospón eso para mañana, no tengo ganas de verla ahora— cerró los ojos. Eijiro sonrió un poco... jamás pensó verlo tan de cerca, aplicó la ligera capa de base sobre todo el rostro del ajeno el cual parecía estar bastante molesto.
—Disculpe que pregunte pero, ¿Cuál es la razón para-— fue interrumpido por los fulminantes ojos del rubio, se sentó bien sobre su silla giratoria y encaró al pelirrojo que hizo su rostro para atrás mientras tragaba saliva fuertemente.
