[ ᴇ ᴍ ɪ ᴛ ɪ ᴇ ɴ ᴅ ᴏ ]
Antes de morir, su padre había sellado su vida y su destino gracias a un matrimonio arreglado con una desconocida que solo había visto una vez en su vida.
Tras algunos años de matrimonio, en medio de su búsqueda para anular una...
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—Hermanos y hermanas, en esta hermosa tarde del día de hoy nos hemos reunido aquí para celebrar las nupcias entre la señorita Son Chaeyoung y Park T/n -pronunció el sacerdote tranquilamente mientras leía el papel en sus manos- Usted, Son Chaeyoung, ¿Acepta estar junto a su esposa en los buenos y malos momentos, en la salud y en la enfermedad, en el fondo y en la abundancia hasta que la sagrada muerte las separe?
Chaeyoung, quién estaba mirando hacia el suelo levantó la mirada hacia su, aún prometida, antes de responder. Está tragó duró, y tras darle un breve repaso a todo su entorno y sin tener una opción para evitar eso que estaba sucediendo terminó por asentir.
—Si, a-acepto -respondió, sus manos temblorosas le pusieron el anillo a su pareja.
El sacerdote asintió y le dió vuelta a la página.
—Y usted, Park T/n, ¿Acepta a Son Chaeyoung como su legítima esposa, para estar con ella en la salud y en la enfermedad, en los buenos y malos momentos, en la decadencia y en la bonanza hasta que la muerte las separé?
La azabache asintió. —Acepto -respondió ella con su apacible y suave voz.
Chaeyoung cerró sus ojos con fuerza, sintiendo como lentamente la esperanza de que la mujer frente a ella no aceptará ese matrimonio se fueron desvaneciéndo. Seguidamente el sacerdote cerró el pequeño libro, dando una sonrisa a las dos mujeres y al público.
—Por el poder que la santa sede me ha dado, y el que el estado de Corea me otorga yo las declaró esposa y esposa, ya pueden besarse las novias.
Finalizado el acto, y tras aceptar su humilde destino, Chaeyoung cerró sus ojos y por voluntad propia tomó el rostro de T/n entre sus manos, acercando sus labios hasta juntarlos con los de ella para consumar el acto.
Luego, con la aprobación "divina" del sacerdote ambas mujeres se separaron, para girarse hacía el público que aplaudía hacia las ahora esposas Son.
El sufrimiento en la vida de Chaeyoung apenas había comenzado.
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