capitulo cinco

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Narra Leanie

Me quedé en casa de los Cameron, Ward organizará una fiesta, no recuerdo bien el porque, pero la organizará, Sarah y yo salimos para comprar lo que nos pondremos, la fiesta iniciará a las 6:30 de la noche así qué tenemos mucho tiempo.

—¿Tú qué color quieres? —Le pregunté a Sarah—

—Talvez uno blanco o uno celeste pastel —Dijo, yo asentí— ¿Tú de que color lo quieres?

—Aún no lo sé —Dije—

—A tí se te vería hermoso uno amarillo pálido —Dijo—

—Veamos —Dije, entramos a la tienda a la qué Sarah me llevo, escogimos vestidos qué nos gustaron y fuimos a probarnos los— ¿Ya?

—Esperá —Dijo, luego salió con un vestido largo y ajustado color celeste— ¿Qué tal?

—Sinceramente, odió el color —Dije—

—¿Porque? —Dijo—

—Es como muy... Fosforescente —Dije, Sarah asintió—

—Debería ponerme uno más pálido —Dijo—

—Sí —Dije, regresó a los probadores y luego salió con un vestido blanco largo, con tiras delgadas y tiras caídas por sus hombros, de la cintura era ajustado pero la falda no—

—¿Qué tal esté? —Dijo sonriente—

—Por Dios, es bellísimo—Dije sonriendo y con las manos juntas— Es el perfecto para tí

—¿Lo crees? —Dijo y asentí— Entonces esté será, ahora ve tú

—Bien —Entré a los vestidores, primero me puse un vestido amarillo pálido largo y sin mangas, salí para verme en el espejo pero no me convencía—

—Se ve hermoso —Dijo—

—¿Sí? —Dije—

—Sí, aún qué es demasiado largo —Dijo— Espera, ya regreso —Dijo llendo se, luego de unos minutos regreso con un vestido verde menta largo— Ponte esté

—Está bien —Entre a los vestidores de nuevo, me quite el vestido amarillo y me puse el verde, tenía tiras delgadas y la tela era fresca, salí y note qué tenía una abertura en la pierna—

—Dios, se ve tan bien —Dijo sonriendo— Definitivamente debés llevar ese, además, la apertura de la pierna es lo mejor

—Lo sé, me encanta —Dije, regresamos a los vestidores para cambiarnos, fuimos a pagar y luego fuimos a comprar accesorios—

—Estaba pensando, qué me gustaría tener una clase de corona, pero de flores —Dijo—

—Claro, combinaría perfecto con el vestido —Dije, entramos a otra tienda y empezamos a buscar la corona—

—¿Qué tal está? —Dijo poniéndose una—

—No, es muy colorida —Dije, Sarah se quitó la corona—

—¿Y está? —Se puso una qué solo tenía flores amarillas—

—No, es peor —Dije— Ponte está —Le dí una con flores blancas— Mmmh, esas son muy grandes

𝑰𝑴𝑷𝑼𝑳𝑺𝑬𝑺 ;  𝙍𝘼𝙁𝙀 𝘾𝘼𝙈𝙀𝙍𝙊𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora