Capitulo diecisiete

426 23 3
                                    

Narrador Omnisciente

Los días habían pasado, Sarah ignoraba los mensajes de Lea, al igual qué Pope, realmente no importa Kiara, siempre ah odiado a Lea y lo más probable es qué ahora Lea también la odié a ella, ahora Jhon B y JJ, al menos ellos aún le respondían.

Se podría decir qué Lea había entrado en una “depresión”, ya no salía de su habitación en lo absoluto, ni siquiera para comer, ya no le importaba nada, más qué recuperar sus amistades, principalmente la de Sarah.

Jack ya estaba cansado de toda está situación con su hija, estaba cansado de ir todos los malditos días, cada 4 horas a la puerta del cuarto de su hija a tratar de convencerla de salir por lo menos 10 minutos.

Así qué está vez, ni siquiera sé molestaría en tocar y hacer plática, al carajo eso, nunca funciona.

—Lea, ésto tiene qué parar, mírate, pareces una vagabunda —Jack veía con desaprobación a su hija—

—Dejame sola —Lea habló prácticamente en un susurro, escondida bajo las sábanas—

Jack suspiro, se sentó en la orilla de la cama y destapó el rostro de su hija, el cuál se veía increíblemente demacrado.

Ahora los bonitos ojos de su hija, estaban ligeramente rojos e hinchados por su llanto, tenía ojeras, su piel estaba más pálida de lo habitual y su cabello era un completo desastre, ella no parecía su hija.

—Lea, cielo, se qué no la has pasado bien, pero estando aquí, deprimida, no lograrás nada, deberías ir y hablar con Sarah, aún qué te cierra la puerta en el rostro, grita todo para qué entienda, ¿Crees qué unos simples mensajes son la solución? —Jack hablaba de forma calmada mientras pasaba su mano por el cabello enredado de su hija—

—Lo intenté... Pero no quiso escucharme —Los ojos de Leanie se llenaban de lágrimas nuevamente, algo qué ahora era doloroso pues sus ojos ardían de tanto llanto—

—Pues sigue intentando, Sarah Cameron fue tu mejor amiga por 12 años, ¿Te rendiras al primer intento? —Leanie movió levemente su cabeza en dirección a su padre, quién la observaba con esa dulce sonrisa reconfortante—

Probablemente Jack tenía razón, Sarah fue su mejor amiga por 12 años, no podía rendirse tan fácil, no con Sarah, ella sí valía la pena, oh al menos eso es lo qué pensaba Leanie.

—Tienes razón... Quedarme aquí no arreglará nada —La castaña se sentó en su cama y paso su cabello atrás de sus orejas para limpiar con cuidado sus ojos llorosos—

—Eso, ve y arregla las cosas, se qué podrás, date una ducha, toma todo el tiempo qué necesites y arregla todo con Sarah —Jack acarició suavemente la mejilla izquierda de su hija y beso su frente de forma dulce—

Lea dió un fuerte abrazo a su padre, el cuál fue correspondido, Jack salió de la habitación, contento de finalmente aver logrado convencer a su hija de salir de esa habitación.

Mientras tanto Lea decidió darse una ducha con agua fría, a diferencia de las anteriores veces, está vez no quiso usar la tina.

Luego de unos 40 minutos, salió de la ducha, ahora se sentía mejor, se sentía fresca y con más energía, se puso unos shorts de mezclilla, una camiseta blanca sin mangas con 3 pequeñas estrellas y sus habituales tenis blancos.

Sus ojos aún tenían ese ligero tono rojo pero la hinchazón bajo un poco, decidió no ponerse maquillaje y después de secar su cabello recogerlo en una coleta alta.

Bajo a la cocina y ahí encontró unas  pizzas, idénticas a las qué Rafe y Wheezie le prepararon hace tiempo, antes de qué literalmente todo se fuera a la mierda.

𝑰𝑴𝑷𝑼𝑳𝑺𝑬𝑺 ;  𝙍𝘼𝙁𝙀 𝘾𝘼𝙈𝙀𝙍𝙊𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora