Capítulo diecinueve

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Narrador Omnisciente.

Leanie despertó en el sofá, una manta cubría cálidamente su cuerpo, escuchaba su teléfono vibrar, al tomarlo casí le da un infarto al ver las miles notificaciones que tenía.

Tenía 28 llamadas pérdidas de su padre y 13 mensajes de él, sorprendentemente tenía 10 mensajes de Sarah y 5 de JJ, ¿Qué carajos pasó?

Se levantó rápidamente de sofá buscando desesperadamente sus zapatos.

—¿Estás bien? Parece que viste un fantasma. —La voz de Wheezie la asustó.—

—Oh, sí, sí, todo bien, olvide darle algo a papá así que debo irme, ¿Rafe ya volvió? —Leanie se colocaba el zapato dando unos saltos.—

—No, pero Rose ya está aquí. —Respondió Wheezie.—

—Oh, bien, adiós Wheez. —Lea se acercó a la menor y le dió un rápido abrazo, saliendo casi corriendo de la casa de los Cameron.—

Tomó su bicicleta y subió en está a toda prisa, mientras marcaba el número de su padre, una buena regañada le esperaba, eso era seguro.

—Lea, maldición, ¿Dondé estás? Te eh llamado toda la noche! —Respondió su padre.—

—Lo sé, lo lamento, me quedé en casa de los Cameron y olvide avisarte, ahora voy en camino a casa. —Explicó Lea rápidamente.—

—Ahora no estoy en casa, estoy en la comisaría. —Lea freno de golpe al oír las palabras de su padre.—

—¿Qué? ¿Por qué? —Leanie no lo podía creer.—

—Ward me demandó. —Resumió su padre.—

—¡¿QUÉ?! —Eso definitivamente la puso de nervios.—

—Escucha, no puedo explicarlo ahora, ven a la comisaría y te contaré todo. —Su padre tenía un leve temblor en su voz, aún que leanie estaba muy alterada como para notarlo.—

—Sí, de acuerdo, voy para allá. —El fuerte ruido de la bocina de un auto la asustó, era JJ.—

—¿Qué haces a media calle? —Preguntó su amigo.—

—¡JJ! ¡Gracias al cielo! —Lea se acercó a él y subió su bicicleta en la parte trasera del picop.— No hay tiempo para explicar, llevame a la Comisaria.

—¿Eh? ¿Que hiciste, chica? —JJ arrancó mientras Lea se ponía el cinturón de seguridad.—

—Yo nada, es mi padre, es, agh ahora no te lo puedo explicar. —Leanie lucia alterada, estaba alterada.—

—Bien,, bien, relájate. —JJ empezó a conducir más rápido.—

No tardaron mucho en llegar al lugar, cuando Lea bajó, JJ también lo hizo.

—¿Qué haces? —Cuestionó la castaña.—

—Mmh, entraré contigo. —Respondió el rubio.—

—Ah, no, no lo harás, agradezco que me hayas traído, pero es algo familiar y no es algo que tú debas saber, ni tú, ni nadie. —Respondió Lea.—

JJ suspiro y asintió, sabía que su amiga estaba muy alterada y nerviosa como para hacerla empeorar con sus insistencia o preguntas.

—De acuerdo. —Dijo JJ, Lea se dió la vuelta para irse pero JJ la tomó de la muñeca.— Suerte.

—Gracias. —Lea dió un rápido beso en la mejilla de JJ como agradecimiento y entró corriendo a la Comisaria.—

—Hola Shoup, has visto a mí padre? —Preguntó Lea, el hombre la miro serio y solo señalo una celda con su lapicero.— Gracias.

Lea se acercó rápidamente a la celda y su padre se puso de pie, tomando las frías manos de su hija.

—¿Qué fue lo qué pasó? —Preguntó la castaña y su padre suspiro.—

—Cuando deje a tus amigos quedarse, alguien nos vió y... Ah Ward le habían robado el oro, supuso que fueron tus amigos, le dijeron que estuvieron en mí casa, pero luego se marcharon y al no decirle en dónde estaban me demandó por robó. —Explicó su padre.—

—Pero- Eso es imposible, tú no robaste nada, mis amigos tampoco, ésto no tiene sentido. —Lea simplemente no podía procesar nada.—

—Cielo... Calma, Shoup dijo que no tienen pruebas en mí contra por lo qué soy inocente, pero aún no puedo volver a casa.

—¿Por qué? —Ambos tenían un semblante triste.—

—Encontraron la puerta con disparos, entraron a la fuerza y por eso tampoco debes volver, quédate con algún amigo o amiga, no quiero que nada te pase. —Su padre acarició su mejilla, sin notar la leve marca de la bofetada que tenía su hija.—

—Oh papá... Esto es horrible... Prometo que todo saldrá bien, lo prometo. —Lea tomó la mano de su padre y éste solo pudo forzar una sonrisa.—

—Se qué así será... Ahora vete y mantente a salvó. —Su padre estaba al borde del llanto, no podía proteger el mismo a su pequeña y eso lo mataba.—

—Sí... —Lea se alejó lentamente y salió de la Comisaría, encontrándose con el auto de JJ aún ahí. Se acercó lentamente.

—¿Estás bien? —Preguntó el rubio.—

—Sí... Mmh... ¿Podría quedarme en tu casa? —Preguntó con pena Lea.—

—Oh, yo... Sí, de acuerdo. —Accedió JJ.—

—Gracias... Te explicaré todo después. —Lea forzó una sonrisa y el rubio devolvió el gesto.—

—Hazlo cuando te sientas en confianza, no quiero presionarte. —JJ tomó su mano.—

—Gracias... Por comprender. —Lea tenía los ojos levemente húmedos, JJ solo asintió y empezó a manejar, aún sosteniendo la mano de Lea, nuevamente, ninguno quería soltarse.—

Lea seguía pensando en su padre, en como su mejor amigo lo traicionó por su obsesión al oro, no podía quedarse en la casa de los Cameron, no sabiendo lo que Ward hizo.


































Holisss, tenía está historia re olvidada JAJAJAJ
vvs, la vdd estoy dudando sí seguirla
¿Les gusta la historia?

Necesito motivos para seguirla.

Aparte de eso, ahora Kiara me cae bien 🕴
Y Sarah ya no me cae tan bien 😭
Quizás Kiara y Lea se arreglen, y tmb
con Sarah
🤷🏻‍♀️

Pero bno, byeee



































𖤐

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⏰ Última actualización: Apr 10 ⏰

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𝑰𝑴𝑷𝑼𝑳𝑺𝑬𝑺 ;  𝙍𝘼𝙁𝙀 𝘾𝘼𝙈𝙀𝙍𝙊𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora