Sí, definitivamente es por el trabajo.

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A la mañana siguiente aún seguía lleno, pero Amanda dejo la tarta ahí, me la termine devorando aún así.

Despeinado me ví al espejo, con mi barba de 3 días sin afeitar, y mi panza inflamada... Tengo que admitir que ya más grande. Me afecto eso, pero dije, bueno, es que anoche me pase en verdad. No creo que sea grasa solo es inflamación.

Apreté y hundí mi panza a propósito para comprobar que no era grasa, y pues tan seguro no estaba. Me agradaba pero no me podía permitir ser alguien gordo de nuevo.
Me fuí al trabajo en una camisa de botones apretada, pero se que a lo largo del día iba a bajar mi panza.

Con eso me acorde que en mi secundaria y preparatoria había una compañera que le deciamos "Amdy".

Recuerdo que ella era súper linda conmigo, era demasiado demasiado delgada, y creo que yo le gustaba, pero era demasiado seria, le gustaba estar agusto sola, y aunque tenía su grupo de amigas, se notaba lo feliz que era sola.
Un día se me rompió la camisa por que era inicio de clases, y yo no había cambiado de uniforme a pesar de subir 20 kilos ese verano, literalmente di el "botonazo" justo cuando todos escribíamos en silencio. Amdy en lugar de reírse como los demás me dió un sueter que de casualidad ella traía para taparme.

Solo recuerdos de mi niño gordo interior.

~

Braulio: Y que pasooo anoche que nos fuimos????

Carlos: Jaja nadaaa, solamente hablamos un rato y ya.

Braulio: Se ven demasiado bien juntos, enserio, les deseo muchisima suerte.

Todos nos deseaban lo mismo, y ella y yo ni si quiera habíamos hablado de eso, solamente nos tratabamos como amigos a pesar de saber que nos gustabamos muy en el fondo.

Carlos: Hola Amanda. Gracias por la rica Tarta de anoche.

Amanda: ¡Oh es verdad! Tengo otra sorpresa para tí, mira, te traje un panini, y un refresco.

Carlos: Wow, ¡muchismas gracias! De vd que considerada eres.

Amanda: No hay de que lindo, un placer estar contigo, ¿gustas ir al parque que esta enfrente al salir?

Obviamente que le dije que sí.
Comí el panini, estaba exquisito, fuí a la cafetería a ponerle crema extra de chipotle, uff una delicia, igualmente me quede a comer algo con mis compañeros, era arroz, frijoles y pollo.

Llegue con Amanda, nos sentamos en una banca, llego el señor de los helados y paletas en su carrito, le invite uno a ella, y a mi tmb me compre uno.
Amanda quería unos elotes preparados, la acompañe, en la fila mientras nos atendían me conto que le gustaba mucho este trabajo, y que ahorraba mucho para viajar.

Amanda: Hmm pediré un elote chico en vaso, o mejor, no quieres un "colosal"? Trae nachos, dos elotes preparados, chile, y crema encima.

Me gruñía la panza, le dije que claro que si, no se por que tenía tanta hambre.
Había anochecido, nos subimos al carro. Ella comió menos de la mitad de un elote.
Y yo, disimule comiendo un elote y papas.

Amanda: seguro que ya te llenaste?

Carlos: Claro que sí, de verdad, gracias por invitarme

Amanda era muy linda, en lo que ella hablaba, me entretenía de muchos temas interesantes, yo solamente estaba entretenido escuchando. Lo que no me percataba era que con cada frase que terminaba me daba una cucharada de elotes, yo solamente me reía y me relajaba más. Me sentí lleno, y para mi sorpresa al voltear a ver el recipiente, había terminado casi con todo.

Era un vil cerdo.

Amanda: Que bien que no desperdiciamos nada.

No respondí a eso por qué me cayo el 20 de que tanto había comido, estaba demasiado lleno. Tenía sed, así que tome lo que tenía a mano, otro refresco con demasiada gas, provocando un eructo que no se como pude disimular.

Carlos: Jajaj sii, me hiciste acabarme con todo.

Amanda: Jajaj pero si el que comió todo fuiste tú. Pero claro que puedo hacer que comas mas si insistes.

Tomo el elote que me faltaba y aunque lo decía en son de broma, yo tmb por estar bromeando le di una mordida.

Carlos: ¡Me vas a engordar! Jajaj

Amanda: Soy la misma bruja de Hansel y Grettel, come todo el elote vamos.

Di otra mordida, y enserio, que ha este punto no podía, pero no podía verme débil por alguna razón así que seguí.
Solte un gemido de éxtasis y acabe con el último elote.

Amanda: te quiero gordito.

Mi panza estaba visible, muy visible, no quería dar otro botonazo, pero me dolía meterla, tampoco quería respirar como un cerdo, así que trate de controlarlo.

Me sonroje, ese día me baje del auto a como pude.
Al cerrar la puerta solte un eructo colosal, y saque la panza, rompiedo la camisa de los lados.

No estoy gordo, solo es el trabajo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora