capítulo 10. Deseo

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Holaaaaaa

Después de observar que llevaba más de un año sin actualizar, ya decidí continuar con la historia y no es que no me gustará sino que decía luego y entre luego y luego paso más de un año pero hay buenas noticias aquí andaré de nuevo con actualizaciones, los dejo leer y ......

Sayonaraaaaaaa

A la mañana siguiente todos se despertaron con algo de pesar, se habían divertido pero también cansado en los últimos dos días pero ya era el momento de regresar a sus labores y casas.

- Me alegro mucho que estés tan bien hijo, estaba un poco preocupado pero veo que todo está bajo control- dijo sonriente

- Oye viejo y ¿Estás seguro que toda esta bien?- no esperaba que la situación tomara ese rumbo y que fuera aceptada tan fácilmente

- Claro que sí hijo, a mi lo único que me importa es su felicidad, ustedes son libres de elegir a su pareja- dijo con una tierna sonrisa- pero no le causes tantos problemas al chico, el es muy joven y se ve que te ama demasiado espero que sean muy felices juntos- dijo haciendo sonrojar a Souichi por sus comentarios

- YO NO...- y antes de que terminara su frase su padre lo interrumpió

- Si, si, ya lo sé, solo no hagas algo de lo que puedas arrepentirte, analiza bien tus sentimientos, eres un hombre de ciencia y te es muy difícil entender estas cosas solo deja que tú corazón te guíe y tendrás tu respuesta- se despidió y se alejo con los demás.

La casa quedó en silencio y el bullicio se había acabado quedando la joven pareja completamente solos.

- Sempai- Souichi levantó la mirada- ya se fueron todos, quieres continuar en lo que nos quedamos ayer- un terrible sonrojo invadió la cara de Sempai

- Estás loco, yo nunca dije que lo estaba esperando- grito e iba salir corriendo a su habitación pero fue detenido, dió media vuelta encontrándose con el rostro del chico, estaba tan cerca que podía sentir la respiración del otro, trago saliva y sentía como su corazón se aceleraba- suéltame- intento liberarse pero sus intentos fueron en vano sentía como la sangre subía a su cabeza y le impedía pensar

- No me refería a eso, por favor Sempai, solo hablemos, yo sé que muy pronto regresaras a tu casa y ...- fue interrumpido de golpe

- Cállate, aún insistes en esto a pesar de que ayer me dijiste que era doloroso para ti- le gritó mientras lo empujaba lejos de él

- ¿Aún sigues con eso? Ya te lo dije, el solo hecho de estar contigo me hace feliz y cualquier sentimiento de dolor se desvanece

- Yo no lo entiendo, tu eras el que insistía que viviéramos juntos pero si eso te causa dolor lo mejor es...- el pelinegro abrió los ojos al escuchar sus palabras y un fuerte latido invadió su pecho

- ¿Te refieres a que mis sentimientos son prioridad ante de ti?

- No me refiero a eso- desvió la mirada- pero todo me molesta- gruño fastidiado, su rostro contrariado causo una sensación extraña en el corazón del pelinegro- no se por que te dejo hacer tantas cosas y es por eso que estamos en esta situación- cubrió su vientre con su mano y con ese movimiento entendió a que se referia

- Si, ya se que no odias vivir conmigo pero te molestas- se acercó a el y tomo su mano- se que te preocupa lo que siento pero para mí eso no importa mientras esté contigo- besaba su cuello y poco a poco iba subiendo- ¿sabes por qué me dejas hacer todo eso?- agitó su cabeza en negación mientras intentaba alejarlo sin éxito

- No lo sé, no entiendo nada- siguió besando y repitiendo la misma pregunta varias veces pero aún así no obtenía respuesta

- Entonces ¿dejarías que alguien más haga algo como esto?- deslizó su mano dentro de su pantalón acariciando poco a poco su miembro erecto haciéndolo gemir del placer- ¿lo dejarías?- volvió a repetir esperando una respuesta pero solo escucho un grito que lo sorprendió la ver la expresión del mayor

- NO- con fuerza lo empujó y se alejo- YO NO DEJARÍA QUE NADIE ME TOCARA- su rostro exaltado le hizo entender que Sempai no tenía la experiencia para entender estas cuestiones, así que decidió darle una salida

- No lo pienses más, la razón por la que lo haces es porque soy especial- se volvió a acercar a el- Tu esencia me está llamando- dijo seductoramente y lo beso, aún así intentaba forcejear pero poco a poco iba sediendo a los encantos del chico, lo derrumbó sobre el sillón y comenzó a besar su cuello, los quejidos de placer invadían la habitación

- Es... Espera, aquí no- dijo entrecortadamente- aquí no- se cubría el rostro con sus brazos

- Entonces ¿quieres que vayamos a tu habitación o a la mia?- le susurro la oído

- En la mía estaría mal- cubriéndose el rostro dijo se respuesta y su compañero lo ayudo a levantarse

- Está bien- lo encamino a su alcoba lo puso frente a ella, acomodándose detrás de él y acurrucándose en su espalda- si quieres que continuemos abre la puerta

- Es tu habitación abrela tu- dijo renuente

- Tu fuiste quien la eligió sino la abres continuaré aquí - le volvió a susurrar y este lentamente abrió la puerta- "se que es un poco cruel lo que estoy haciendo pero el tiene que darse cuenta de sus sentimientos"- pensó y se adentraron en la habitación.

Los besos y caricias continuaron hasta terminar acostados en la cama, las feromonas de Sempai estaban descontroladas y el chico apenas podía resistirse a ellas.

Con cada caricia hacia preguntas haciendo fastidiar un poco al mayor que solo le decía que lo hiciera como siempre pero no iba a ceder, poco a poco Sempai era consiente de lo que hacia, de las caricias, de los besos y de las senciones que su cuerpo sentía.

- De... deja de jugar y termina de una buena vez- lo regaño pero estaba lejos de aceptar

- No lo digas así, solo dime qué es lo que quieres- dijo con voz seductora y tranquila causando un enojo en el mayor que no iba a expresar

- Yo... Yo...- las palabras que intentaba decir no salían de su boca o más bien no quería aceptarlas. Podía sentir cerca de su entrada el miembro del muchacho y su entrada llamandolo, ya no soportaba más

- Vamos Sempai mírame- retiró las manos de su rostro- ¿tu me deseas? ¿Tu me quieres? Justo aquí- señaló su entrada y comenzó a dilatarlo mientras lo masturbaba- vamos Sempai dime ¿qué es lo que quieres? ¿Me quieres aquí?- solo tienes que decirlo aunque asiente con la cabeza- continuo con las caricias y el mayor temblaba frente a el, finalmente descubrió su rostro dejando al pelinegro impresionado, parecía de mal humor o hasta un poco frustrado, se levantó un poco causando algo de miedo en el pero su sorpresa fue grande al sentir como unos brazos se enredaban en su cuello y lo jalaban hasta los labios del otro. Fue un beso tan intenso que hasta sus feromonas se volvieron más densas provocando que el chico cediera expulsando las suyas ante la necesidad del mayor.

El ambiente se había mezclado con sus dos esencias haciendo que sus sentidos se perdieran y se entregarán completamente el uno la otro, un día entero para ellos solos donde hicieron todas las posiciones que conocían, era tan intenso, tan profundo, tan íntimo que el mundo entero había desaparecido para ellos dos.

En la mañana Morinaga se levantó temprano alistando las cosas para ir a la universidad, preparo el desayuno y se alistó. Cuando terminó despertó al mayor que con pesadez se levantó, parecía como si no recordara.

Estaba frente al espejo, abrió la llave y lleno sus manos con agua para lavarse la cara y por unos segundos se quedó mirando perplejo y un sonrojo lo invadió por completo, agachó su cabeza para no ver su rostro.

- "¿Así está bien? ¿En este lugar se siente bien? ¿Quieres hacerlo de esta manera?"- la voz del chico resonaba en su cabeza y los recuerdos se arremolinaban en su mente, no podía creer lo que había pasado y en cada centímetro de su cuerpo podía sentir las caricias que el chico había dejado sobre el.

No sabía que le había pasado, no sabía que estaba sintiendo pero algo muy raro había pasado.

Salió de la ducha tan indiferente como siempre, como si nada hubiera pasado, necesitaba concentrarse en su trabajo y el deseo de esa noche olvidarlo por completo, aunque no sabía si podría hacerlo.

Si tu me aceptarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora