Capítulo 6. Tocando tu corazón

215 22 3
                                    


Holaaaaaaaaaaaaaaa

Una enorme disculpa, no he tenido tiempo para escribir y aunque he tratado de buscar espacios disponibles son lapsos muy cortos que no me permiten concentarme y formar mis ideas pero tratare de que sea de forma mensual así que no desesperen por favor recuerden que dice el dicho "más vale tarde que nunca"

Sayonaraaaaaaaaaaaaa

Las tres semanas pasaron volando y Morinaga se sentía tan angustiado.

― Aaaaaaah- suspiro con desgano

― ¿Ahora qué te pasa? ¿No se supone que debes estar feliz? Estas viviendo con la persona de quien estabas enamorada, descubriste que era un Omega y hasta están esperando un hijo ¿Por qué no estás feliz?- pregunto su amigo del bar

― Ya sé que debería de estar feliz pero Sempai no se ha sentido muy bien últimamente

― Es por el embarazo ╮(─▽─)╭

― Tiene mareos y vómitos

― Es por el embarazo ╮(─▽─)╭

―Su humor esta terrible

― Eso es natural en él (^▽^')

― Y lo peor...- miro atento a su amigo mientras se jalaba los cabellos por la desesperación― no he podido cumplir ninguno de sus antojos (╥﹏╥)

― ˚▽˚ ah... ah ¿qué te refieres?- pregunto sorprendido

― Cada vez que Sempai tiene un antojo voy a cualquier lugar para cumplirlo pero cada vez que lo prueba lo mira con una cara de "no es lo que esperaba" y aunque se lo come nunca lo he visto disfrutar algún bocadooooo, soy un mal padre, soy una mala pareja, no puedo hacer feliz a mi omega ¡WAAAAAAAAAAA!- se lamentaba mientras lloraba a mares

― Pe... pero cálmate, quizás solo se está aguantando

― ¿Eh?- llamo su atención y dejo de llorar

― Si, probablemente le da vergüenza y con esa cara de enojado trata de ocultar la felicidad que le provoca, recuerda que él no es muy expresivo

Por un momento se quedó callado, mirando como si no entendiera a que se refería, luego sonrió y se levantó animado

― Es verdad, Sempai es muy tímido, hasta por un simple beso en la mejilla se siente avergonzado, muchas gracias, me has levantado el ánimo, así que iré a casa y preparare algo rico de comer- tomo su chaqueta al mismo tiempo que salía bailando y cantando que el amor es lo mejor

― Espero no haber cometido algún error- suspiro y siguió con sus deberes

/*En su departamento*/

― Sempaiiii, ya lleg....- detuvo su animada entrada al escuchar una discusión en la sala

― Te dije que tenías que venir, no me importa en donde estés, dentro de dos días el viejo regresará a casa y va a ser la primera vez que nos reunamos todos en mucho tiempo... deja de balbucear tonterías más te vale traer tu trasero aquí en los siguientes días o te iré a buscar hasta el otro lado del mundo para traerte a rastras ¡crash!- sonó el teléfono al ser azotado

― ¿Todo bien?- tentó el terreno antes de adentrarse

― Ese niño, no quiere venir, como si le fuera hacer algo después de escaparse de casa y huir a América, hasta le dije que podría traer a Kurokaga con el- aunque estaba calmado mostraba un rostro sombrío como el de un demonio malvado

― Jeje ╮(─▽─)╭ lo más seguro es que no quiere que lo recibas con un puño en la cara

― Para nada, solo necesito saldar unas cuentas con ese maldito estafador

― Ya veo porque no quiere venir- murmuro para no ser escuchado― ya es noche, hoy hare algo ligero para cenar como sopa de soba

― Me parece bien, tengo que terminar de registrar estos datos, aunque ya me duele la espalda, este niño me va a matar- se estiro

― Si gustas puedo darte un masaje, soy muy bueno en eso

― mmmm no me caería nada mal

― Esta bien, vayamos a mi habitación

― ¿tu habitación?- grito ofuscado― no estarás pensando pasarte de listo conmigo ¿verdad?

― no, para nada, es que tu no me dejas entrar a tu habitación y en el sofá no podrás estirarte completamente

― Bueno, vayamos, parece que no tienes malas intenciones

Se recostó sobre la cama, subió su camisa, el primer tacto sobre su piel lo hizo estremecer, sus manos eran cálidas y subes, se deslizaban sobre su espalda como si la conociera a la perfección, respiro profundo y se abrazó a la almohada- ¡BA-DUM!- escucho su corazón latir al respirar el aroma impregnado de su pareja en la almohada― "Cálmate, cálmate"- se repetía constantemente en su mente para cesar su latido pero estos crecían más y más

― Sempai- un susurro cerca de su oído hizo que saltará en su lugar, se tocó la oreja sonrojándose por la conmoción ― te pregunte si ¿así estaba bien o si seguía un poco más?

― Ah... gracias... así está bien- se levantó de la cama pero sintió un mareo y se volvió a sentar

― ¿Estás bien?- se acercó preocupado

― Si, esto es algo común, espero que pronto desaparezcan los mareos y las nauseas

― Sempai.... ¿Pu... puedo acercarme?- tartamudeó un poco

― ¿Eh?- lo miro malhumorado

― Me refiero a si puedo tocar tu vientre

―¿QUEEEEÉ?- grito exaltado pero al ver su rostro decaído solo mordió los labios y asintió

― Gra... gracias Sempai- se colocó entre sus piernas haciéndolo sonrojar aún más, abrazó su cintura y recargo su cabeza sobre su vientre.

En aquella pequeña habitación solo se escuchaban sus respiraciones y el latir de sus corazones.

Acaricio su vientre haciéndolo saltar de repente- lo siento, es solo que aún no lo creo, tu vientre aun no crecido mucho pero puedo sentir su presencia, quizás esto sea a lo que llaman instinto, parece tan irreal

― No seas tonto, él bebé que crece en mi interior es tuyo y yo también puedo sentirlo, cuando estoy contigo puedo sentir como se calma, me imagino que siente tu presencia y al estar juntos ambos nos relajamos- Morinaga se sorprendió y luego sonrió, las dudas que tenia se habían despejado y aunque Sempai no se daba cuenta de la magnitud sus palabras el se alegraba porque poco a poco iba derritiendo ese frío corazón, se acomodó nuevamente entre sus piernas para disfrutar un poco más ese momento

― Es... es suficiente- dijo avergonzado

― Si, gracias- se levantó de su lugar no sin antes darle un beso en su vientre y antes de salir de la habitación le robo un tímido beso en los labios

Souchi se quedó congelado, no pudo reaccionar pero sentía como su corazón latía mas rápido a cada segundo, sujeto su pecho esperando que con eso pudiera cesar el continuo palpitar de su corazón, su rostro se sonrojo y comenzó a reprocharse― ¿Qué diablos me pasa? ¿Por qué mi corazón late tan rápido? Y ¿por qué pensé en detenerlo? ¿Qué es lo que quería de ese chico?- apretó los labios con fuerza, frustrándose por no saber la respuesta a sus preguntas

Si tu me aceptarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora