Capitulo 4.

6.4K 424 40
                                    

-Me acuerdo de este lugar.-me río, andando lentamente hasta la fuente.-Me tiraste en ella.

Jesus sonríe, sentándose en la orilla.

-Te lo buscaste tu solita.-se ríe.

-No.-me muerdo el labio.-Pero me gustaba picarte.

-¿Ya no?-levanta una ceja.

-Oh si.-me río.-Prepárate cuando vuelva a las andadas, Oviedo.

-Mmm.-se relama los labios.-Señorita González, me encantas.

-Siempre lo he echo.-le guiño un ojo, acercándome a el.

Y se que es el momento de vengarme.

-Además que si.-susurra acercándose a mi.

Me acerco mas a el y apoyo mis manos en su pecho, el se acerca, y cuando estamos apunto de besarnos, lo empujo y cae a la fuente, llamando la atención de todos los presentes en el parque.

Comienzo a reír y a correr, ya que el me sigue, haciéndose el enfadado.

Parecemos dos niños pequeños, pero eso me encanta.
Estar así, sin importar nada ni nadie, solo nosotros dos.

Al final me coge, agarrando me por la cintura y pegándome a el.

-Eres mala.-susurra en mi oído, para luego dejar un fresco beso en mi cuello.-Ahora me debes algo.

Me giro y levantó una ceja.

-Era mi venganza por aquella vez.-me río.

-Me debes algo.-roza mis labios con su dedo pulgar.

-Esta bien, Oviedo, tu dirás.-le guiño un ojo.

-Primero, no hagas eso si no quieres que te coma la boca aquí en medio.-me sonríe.-Y segundo, duerme conmigo.

-¿Otra vez?-me río.

-Otra vez.-sonrío.

Me muerdo el labio inferior, mirándolo a los ojos.

-Te estas acostumbrando mucho a mi.-le susurro.-¿Vas a poder separarte de mi después?

-¿Después cuando?-susurra.-Yo pienso casarme contigo.

Comienzo a reír, y enrojezco.
Dios.

-Por ejemplo, si me voy a alguna misión.-susurro.

-Me voy contigo.-dice, decidido.

-Entonces.-sonrío.-Me quedaré a dormir.

-Vale.-se acerca a mi, en un susurro.

-Vale.-le sonrió, acortando la pequeña distancia que nos separa.

....

Unas manos rodean mi cintura, impidiéndome que siga cocinando.

-Hola.-susurra en mi oreja.

-Que buena siesta te has pegado.-me quejo, siguiendo a lo mío.-Me has abandonado.

-Estaba reponiendo fuerzas para esta noche.-se aparta, me gira y me guiña un ojo.

Levando las cejas, sorprendida.

-Oviedo.-le señalo.-¿Crees que va a pasar algo entre nosotros esta noche?

Jesus sonríe, acariciandome la mejilla suavemente.

-No puedo creer que me lo pagas tan difícil, nena.-susurra, para luego reírse.-Las anteriores chicas se acostaban conmigo el primer día.

-¿Y desde cuando yo soy como las demás chicas?-me cruzo de brazos, divertida.

-Tienes razón.-admite y sigue cocinando el.-Pero aún así, no puedo reprimir las ganas que tengo de ti.

Sonrío mientras me muerdo el labio.

Yo también tengo ganas de el.
Pero soy virgen.
Y el se habrá follado a muchísimas barbies.
No se, tengo miedo.

-Aun así.-rodeo con mis brazos su cintura.-Eso surge solo, a si que, no prepares nada, nene.-me río.

-Cena lista.-anuncia, y ignorando mi comentario.

-Idiota.-me río, sentándome en frente de el.

Me tira un beso, mientras bebe un trago de Coca-Cola.

Cenamos en silencio, cada uno preso en sus pensamientos.

-Yo subo ya a la cama.-anuncia, desapareciendo de la cocina.

Bufo, recogiendo mi plato y metiéndolo al lavavajillas.

Minutos después subo a la habitación y me apoyo en el marco de la puerta,mordiéndome el labio.

Esta tumbado en la cama, boca a bajo.

Voy hasta el, y me tumbo encima, apoyando mi cabeza en su espalda.

-¿Que te pasa?-susurro.

-Nada.-miente,cerrando los ojos.

Comienzo a darle suaves besos en el cuello y veo como se le eriza la piel.
Le sale una sonrisa, pero no dice nada.

-Sigues sin saber mentir.-susurro, dandole un beso en la mejilla.

-Que no sabes ni la mitad de lo que te quiero.-susurra.-Me creía independiente Amy, pero no lo soy.

Le hago girarse para que mis besos acaben en su boca.

-Te quiero muchísimo.-susurro.-¿Vale?

Me calla con un beso, que se va alargando muchísimo, se hace intenso, bonito, y sobretodo lo que trasmite son todos los sentimientos del uno hacia el otro.

-¿Y luego no quieres que tenga ganas de ti, no?-se ríe, a pocos centímetros de mi.

.....

-Maria.-me quejo.-Cállate.

-¡Tia, que eso es importante hablarlo!-se ríe, tumbada en mi cama.

-¿Acaso tu no lo has echo con Dani o que?-levanto las cejas, riendo.

-Infinitas veces.-admite, a carcajadas.

Ruedo los ojos, sentándome a su lado.

-¿Que te pasa?-susurra.

-Sé lo que le paso con todas esas chicas.-admito.-¿Y si a mi me hace lo mismo?
¿Y si soy un juguete mas?

-Amy...

-Déjame acabar.-suspiro.-Se que teníamos algo mágico cuando éramos adolescentes, y yo sigo enamorada locamente de el, pero y si ha cambiado y... ¿y yo ya no le importo?

-No puedes hablar en serio.-rueda los ojos.-Tu no sabes las veces que lo hemos tenido que consolar por ti, Amanda.

Miro al suelo, mordiéndome el labio.
Puede que tengan razón.

-Lo importante ahora es que...-me mira, y comienza a reír.-Bueno, mejor te lo cuento luego, en la comida.

-Hablando de la comida.-me levanto.-Voy a ducharme, que estarán a punto de llegar.

.....

Jesus me sonríe, enfrente de mi.

-Vamos a brindar.-propone Eva.

Levantamos las copas.

-Por la vuelta de Amy.-dice Jesus.

-Y por vosotros.-se ríe Amy.

-Y también por vosotros.-le miro, sacándole la lengua.

Y cuando hemos brindado, Dani pega varias veces contra la copa con un tenedor.

-Escucharme, por favor.-pide.

Centramos todos la mirada en el, y no se me escapa el detalle de que Maria le sonríe nerviosa.

-María y yo...-empieza.-Vamos a casarnos.

Spy Girl. Segunda temporada. {jdom}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora