Peter Parker ha vivido con la fantasía de realizar sus más grandes deseos sexuales con los heroes que han salvado todo el mundo.
Y es en aquella fiesta que realiza Tony Stark que su deseo se cumple.
El joven Peter solo esperaba perder su virginidad...
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Peter Parker estaba nervioso por lo que podría llegar a suceder esa noche. Su estadía en la torre vengadores era algo que no podia dejar pasar como la oportunidad de perder su virginidad con alguno de los tantos super heroes que se encontrarian entre las mismas paredes que él.
Tenía varias opciones, estaba Clint Barton, el arquero del grupo, con quien habia fantaseado varias veces. Tony Stark, el hombre quien lo puso en esa situación al invirarlo a su fiesta por la victoria de una casi guerra; debe admitir que es la segunda persona que más le atrae. Brus Banner, era quien menos llamaba su atención, pero no podia mentir que le interesaba saber de que tamaño tenia su entrepierna. Steve Rogers, el anciano que se veia joven y demasiado atractivo, era con quien más se habia tocado ese ultimo mes, y su primera opción por mucho. Thor Odison, le encantaba imaginar al dios desnudo y lleno de sudor, con sus grandes manos rodeándolo y sentirlo dentro de él.
Intentó concentrarse en llegar a la torre primero. Llevaba una camisa de botones negra y unos jersey algo apretados que delineaban su lindo tracero y le hacia notar su paquete. Los tenis negros se mojaban ya que las calles de Nueva York estaban empapadas de agua por recientes lluvias. Se acomodó la mochila por milesima vez en el recorrido.
Cuando al fin llego a la puerta del gran edificio, respiró un poco antes de entrar, estiró la mano y empujó la puerta para abrirla y encaminarse a su destino. Había una mujer muy linda, alta y rubia en un mostrador cerca del elevador. Se acercó con ella, quien le dio una sonrisa y mirada alegre.
—Hola —dijo Peter, algo nervioso.
—Hola señor Parker —saludó ella con formalidad.
—Solo Parker, por favor —pidió, porque lo de señor lo hacia senti mayor, y recién había cumplido los dieciocho.
—Muy bien, Parker. La fiesta es en el piso veinticinco. Espero se la pase de maravilla, y recuerde no tomar tanto alcohol.
Asintió con la cabeza y se dirigio al elevador, apretó el boton y se abrió al instante. Estaba solo y alegraba eso. Cuando entró, presionó con rapidez el boton donde la fiesta se estaba llevando a cabo. Las puertas se cerraron y empezó a subir.
Recordó de nuevo sus posibles candidatos para tener sexo, le gustaria que fuera perfecto y exitante.
Lo que no sabia esque terminaria haciendolo con todos los hombres de esa fiesta.
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