Clint Barton

9 1 0
                                    

Se sentía extraño en medio de tanta gente despues de haber hecho lo sucedido en el cuarto numero tres del piso treinta y uno

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Se sentía extraño en medio de tanta gente despues de haber hecho lo sucedido en el cuarto numero tres del piso treinta y uno. Steve le daba miradas coquetas de vez en cuando y le sonreía como si fuera el ser más sexy, maravilloso y deseable del mundo.

Peter amaba eso, amaba que alguien lo deseara y que su primera vez no terminara en solo sexo de una noche y ya. De igual forma, él le regresaba la sonrisa y buscaba su mirada con una emoción en su pecho.

El pensamiento de volver a tener sexo seguía en su mente, los condones y lubricante seguian en su bolsillo por si llegaba a ocuparlos de nuevo. No le importaba hacerlo de nuevo con el capitán américa, pero le gustaria probar a alguien más, saber que es lo que las otras personas tienen por ofecerle. Posiblemente al final de la noche podria hacer un top de sus mejores encuentros sexuales.

El siguiente en su lista era Tony Stark. Seguido de Steve Rogers, Tony era quien más le atraía; y con él no solo era algo fisico, también algo en su mente estaba enamorado del multimillonario que había organizado aquella fiesta. Aun así, Peter estaba seguro de que sus sentimientos amorosos no serian correspondidos. En cambio, no sabía como actuaria Tony a su intento de seducción sexual.

Se acercó al dueño del edificio de forma rapida, estaba sentado en la isla del bar,  justo donde lo dejó antes de que sucediera lo de Steve. Se sentó a un lado de él y pasó su brazo por los hombros de Tony.

—Hola, Tony. —El dueño de la armadura de Iron Man volteó a verlo y su mirada brillo, seguido del frote leve de sus pies.

—Hola, Peter. ¿Cómo va la noche?

—De maravilla, ha ido increíble —y no mentia—. Gracias por invitarme.

—No es nada niño, amo tenerte cerca.

Su corazón se saltó un latido, nadie puede evitar sentir tanto por la persona que le gusta. Su cabeza le dió vueltas a sus palabras mil veces, intentando procesarlas.

—A mí también me encanta tenerlo cerca de mí, Tony —soltó las palabras de forma sincera.

El multimillonario movió sus piernas, frotandolas entre sí. Con su dedo estiró el cuello de su propia camisa como si estuviera haciendo un calor insoportable. Peter mueve su manos por los hombros de Tony, acariciando su cuello y llegando al hombro más cercano a él.

—¿A sí? —Preguntó Tony—. Me alegra escuchar eso, que bueno que no me odies.

—¿Cómo lo voy a odiar, señor Stark? —Peter lleva su mano al hombro de Tony y lo aprieta, para luego acariciarlo—. Perdon, queria decir Tony.

Ve como la garganta de Antony Stark se mueve, señal de que pasó saliva. Su mano seguía moviendose, la bajó de su hombro a su brazo y lo acarició. La respiración de Tony empezó a ser irregular; mientras llevaba su mano al pecho de Tony, este soltaba suspiros largos que emanaban satisfacción.

Si todos supieranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora