El día terminaba; es oscuridad por la encrucijada, humedad en la atmósfera y rayos de luna reflejados en un espeso camino negro. Los seres vivos en la Tierra deben descansar.
Eso Jack lo sabe. No por él, en realidad.
—Debemos buscar dónde quedarnos —dijo, escuchando el alboroto en la cocina y acercándose —. Jeff.
—Espérate, hombre, me estoy muriendo de hambre —le respondió el azabache, hurgando de cuclillas como animal el refrigerador con sobras hasta dar con un pequeño envase semiabierto —. ¿Crees que el yogurt aún sirva?
—Eres intolerante a la lactosa.
—Nah, es mental esa mierda —Le contestó, mientras se ponía de pie para buscar una cuchara entre unos gabinetes de madera, para después sentarse en la barra —. Igual no hay otra cosa. Tienes suerte —agregó Jeff, llevándose la primera cucharada de yogurt a la boca.
Como no hubo una respuesta a eso, el pelinegro pensó que debía explicar su punto.
>>—... Bueno, matas gente, te la comes. Yo no podría hacerlo, pero de seguro eso te hace las cosas más fáciles.
No había mucho que renegar a eso, y era aceptable, después de todo Jeff no necesita explicaciones de parte de Jack.
Nunca las ha recibido.
Eyeless se encogió de hombros, y escondió sus manos en su sudadera, desganado.
—Quizá... —Susurró suavemente, no para Jeff, sino como para autoconvencerse.
De todos modos los cadáveres de unos esposos, Jack no los ha tocado. Mientras Jeff se hacía cargo, él se la pasó recorriendo la casa y así ha sido desde días antes en los cuales no se involucraba ni durante, ni después de la masacre.
No pasó mucho tiempo para cuando Jeff ya había arrasado con los escasos alimentos de la casa que allanaron unas horas antes, tampoco se tardaron en salir después de eso, caminando por los senderos solitarios de un pueblo poco poblado. Eyeless Jack no estaba seguro de cuánto tiempo han estado en constante movimiento, su cuerpo no puede sentirlo, y su mente no se detiene a asimilarlo, pero sabe que puede que estén llegando a excederse, porque Jeff se ve en la reverenda mierda, tambaleándose un poco y en diferentes tramos del camino, como si estuviera alcoholizado.
Los seres vivos en la Tierra deben descansar.
Han pasado días despiertos, y a veces olvida que el asesino a su lado, por mucho que lo niegue, duerme. Porque él sí es humano (aunque no parezca).
—Creo que voy a vomitar.
Demasiado humano para su gusto.
—Te dije del yogurt.
Ahora el enmascarado se explica el porqué Jeff se había quedado atrás mientras caminaban hombro contra hombro. Estaba acostumbrado a verlo liderar, pero supone ha llegado al límite. Rueda sobre sus talones para acercarse al asesino ya encorvado con una mano sobre la boca, tragando con fuerza.
>>—Ven —Le dice, tomándolo del hombro a rastras.
Hemos estado haciendo eso toda la semana.
Hay una señal de esas verdosas con letras blancas, con su soporte metálico torcido y oxidado, en el centro deformado hasta hacerse una espiral. No es la clásica seña de tránsito o recomendación de velocidad, no es un "Bienvenidos a equis suburbano maldito", tampoco la figura de unos niños jugando; es, sin embargo, una advertencia para no salir de casa entre la noche y la madrugada. Sin duda una vida aburrida y condicionada, hasta parece anticuado, pero es a fin de cuentas una vida que no puede permitirse peligrar entre tanta rareza.
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¿𝘛𝘦 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘰 𝘮𝘰𝘳𝘥𝘦𝘳? ;; ᴊᴛᴋ x ᴇᴊ
Fiksi PenggemarJack trata de contener sus instintos. Jeff queda atrapado en medio de eso. Jeff the killer x Eyeless Jack.