“A quien juzgue mi camino… le presto mis zapatos.”
Que se los pruebe, a ver si le valen.
Probablemente no, pues no son de su taya.
Son de la mía, o quizá no.
Pero ya están hechos a mí, no le valdrán a otro.
Y menos para recorrer este sendero,
que solo yo puedo seguir, pues yo misma lo encontré.
Así que, quien hable de mi camino que me acompañe a seguirlo.
ESTÁS LEYENDO
Lirios De Naranjo Marchitos
PoetryUna poesía más cruda, más fría y oscura, más realista, como el lado oculto de la luna