-The Other Man.

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Quackity caminó lo más que pudo, hasta llegar a un callejón con poca iluminación. Se sentó en un ataúd que servía de banca.

Tiró su velo al suelo y tomó su ramo con ambas manos. Lo observó detenidamente y suspiró con pesadez.

—"Rosas, para el amor eterno. Lilas, para la dulzura. Nube blanca..."–Recitaba mientras arrancaba cada una de las flores que mencionaba. Al final, simplemente lanzó el ramo al suelo con fuerza.

Entonces, apareció un pelinegro híbrido de araña llamado Roier.

—¿Por qué estás tan triste?–Cuestionó Roier con suavidad mientras se sentaba a su lado derecho.

—Tal vez Wilbur si tiene razón. Somos diferentes.

—Tal vez deban examinarle el cerebro.–Susurró Tentaculos, mientras aleteaba para posarse a la izquierda de el hibrido de pato.

Para Quackity, hablar con los animales ya era algo habitual.

—Tal vez si deba estar con "el señorito vivo"–Explicó mientras ocupaba un tono burlón para el apodo que le había puesto al chico.–El de rosadas mejillas y corazón latiente.

—Ese chico no vale la pena, tú tienes mucho más que eso. Tú tienes... una maravillosa personalidad.–Afirmó el de suéter rojo, dándole una sonrisa al chico.

Quackity simplemente negó con la cabeza.

—¿Qué es lo que tiene él que tú no tengas?–Preguntó Tentaculos, sin recibir respuesta alguna.

—Lo bello de tu risa no se puede comparar.–Mencionó el hibrido de araña, intentado subirle el ánimo a su amigo.

—Pero tiene pulso.–Explicó el de alas amarillas con tristesa. Estaba demasiado decaído.

—Eso no tiene valor.

—Si él pudiera conocerte mejor.–Dijeron Roier y Tentaculos al unísono. Quackity solo bajó la cabeza y colocó ambas manos en su cara, ocultándose.

—¿Y qué? Aún respira.

—Sin valor. Si tan solo viera lo especial que puedes ser.–Explicó Roier.

Entonces, Quackity simplemente se levantó del asiento.

—Si me quemo con una vela, no siento el calor. Si un cuchillo me atraviesa, no hay dolor. Su corazón palpita y yo muerto y seco estoy.–Explicaba el pelinegro entre lágrimas.–El dolor que siento ahora es real... aún tengo una lagrima que dar.

—Su único atributo es que tiene vida. La vida es pasajera, nosotros lo sabemos mejor que nadie, Quackity.–Hablaba Roier con firmeza, mientras miraba al pelinegro.–Si él pudiera conocerte mejor...

—No Roier, detente por favor.–Pidió el chico de alas amarillas, mientras se alejaba.–Gracias por intentar subirme el ánimo.

El corazón le dolía, pero no era por un ataque cardíaco. Aunque su corazón no palpitara, él sentía ese dolor creciente en su pecho. Como si miles de agujas lo atravesaran una y otra vez sin piedad.

Siempre llorará hasta quedarse dormido, nunca tendrá su amor para quedárselo y mientras los años pasen, pasará toda su vida solo.

Las ganas de llorar crecían cada vez más y más, y él no las reprimía. Simplemente dejaba que sus ojos llorarán cascadas llenas de tristesa y dolor.

El dolor de no poder ser amado por nadie más allá de una amistad.

El dolor que le provocaba amar a alguien y no ser correspondido.

El dolor que le provocaba amar a alguien y no ser correspondido

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—Que ese tal Wilbur haya rechazado a un joven como él... es algo inconcedible.–Explicaba Cucurucho, mientras veía a los padres del antes prometido de Wilbur.

El hibrido de oso tenía un plan muy claro, y estaba apunto de casi conseguir lo que quería.

Yo podría casarme con él.

¿Usted?

Así es, yo podría llevarlo al altar.

Y cuando los padres del chico dijeron que si, cucurucho sonrió con malísia.

Todo estaba saliendo de acuerdo al plan.


— ★! 🦋

Me están dando ganas de escribir un guapoduo angst tal vez fluff quien sabe mi estado de ánimo decidirá con posible final feliz (no es cierto uno de los dos se va a petatiar😂😂) como le hacemos

I'll Be Your Wine ; TNTduo AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora