CAPÍTULO CINCO

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No podía creer que había sido tan malditamente estúpido, tratando de matar al policía de mierda en plena luz del día, con testigos circulando. Después de haber tenido cuidado con toda la planificación, organización, se había puesto él y todo en riesgo, porque no había sido capaz de controlar sus emociones. El ver a DongHae con otro hombre había sido demasiado y realmente no era justo.

DongHae iba a estar solo; DongHae no iba a ser feliz.

"El hijo de puta va a pagar por esto. Espera y mira. Voy a matar a su amante justo enfrente de él después de que me vea haciéndolo mío a DongHae nuevamente".

Algo consolado por el pensamiento, se sentó solo en la oscuridad, no dispuesto a encender las luces de la pequeña cabaña de caza que había asaltado. No quería hacer nada para llamar la atención sobre su escondite, mientras él se calmaba y planeaba su próximo movimiento. Él sabía que había tenido suerte de encontrar un lugar que ofrecía comida y no había vecinos curiosos. Realmente no quería matar a nadie más que a DongHae y su estúpido amante, pero si alguien lo obligaba a actuar, Zhoumi estaba dispuesto a poner fin a más vidas.

Sentado en el sofá, envuelto en una manta que había encontrado para evitar el frio, trató de calmarse, trató de razonar que no todo estaba perdido.

Trataría de estar escondido y tranquilo por un día o dos y luego haría su movimiento.

"DongHae me espera ahora, pero eso está bien. Él va a pensar que su novio policía lo mantendrá a salvo, pero le voy a mostrar. Voy a mostrarles a los dos que no será así".

Pero primero, una sonrisa se dibujó en su rostro y decidió que tal vez no había estado tan mal después de todo.

Tal vez podría jugar un pequeño juego del gato y el ratón con DongHae, para añadir más a su tormento, mantenerlo en el borde y con miedo.

Pensando en el teléfono celular de prepago que había robado, Zhoumi decidió hacer precisamente eso.

"Mañana, voy a hacerle una pequeña llamada a DongHae, sólo para decirle 'hola' y preguntar cómo está su amante".

Estirándose, cerró los ojos, seguro que su sueño sería deliciosamente dulce.

*****

-Hae, no hace falta que seas mi niñera.

-Es curioso, pero te recuerdo diciendo algo similar recientemente.

HyukJae frunció el ceño, pero DongHae se río mientras permanecía de pie junto al sofá de su apartamento, mirando a HyukJae con cuidado, preguntándose si los médicos no lo habían liberado demasiado pronto.

Tal vez otro día en el hospital hubiera sido buena idea. Él tenía una conmoción cerebral, después de todo, y el área alrededor de la herida vendada en su frente estaba descolorida, pero él insistió en que su hombro no le dolía mucho y el doctor le aseguró a DongHae que no habría un daño duradero.

-¿A Sunny no le importa ocuparse hoy ella sola de la librería? –Preguntó HyukJae, tirando de sus preocupaciones a DongHae, y él sonrió.

-¿Estas bromeando? Ella me dijo que viniera aquí, cerrara la puerta, y te mantuviera en la cama.

-¿Sabes?, me encanta la forma en que piensa esa niña.

DongHae rodó sus ojos. –Por favor, no fomentes sus fantasías.

-¿Qué tal si en su lugar fomento las tuyas? – Acarició el terreno a su lado en el sofá. –Vamos. Siéntate conmigo. Te lo prometo, no voy a morder. A menos, claro, que tú quieras, en cuyo caso, todo lo que tienes que hacer es decir las palabras.

AMANDO A DONGHAE [EUNHAE / ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora