AMANDO A DONGHAE [EUNHAE / ADAPTACIÓN]

CAPÍTULO TRES

Cuando HyukJae despertó a la mañana siguiente, estaba sólo en el sofá, pero al escuchar por un momento, podía oír los débiles sonidos de DongHae en la ducha. Él estaba medio tentado a unirse a él, pero sabía que esa acción seria empujar demasiado rápido. Pero anoche... Él sonrió mientras yacía allí, recordando cómo se había sentido al ver a DongHae deshacerse bajo su toque. Era un espectáculo aún más hermoso de lo que había imaginado. Quería verlo otra vez y de alguna manera, sabía que lo haría, pero HyukJae no tenía dudas de que esta mañana, DongHae se retraería nuevamente, escondiendo sus emociones, porque eso era lo que DongHae hacía, naturalmente, cada vez que él se acercaba demasiado.

"Este juego se va a acabar pronto, porque él me ama tanto como yo lo amo".

Levantándose del sofá, HyukJae vagaba hacia la cocina, donde felizmente se sirvió una taza de café y se lo bebió, mientras se apoyaba en el mostrador.

Por mucho que quería pasar el resto del día tramando la manera de seducir a DongHae, sabía que tenía que dejarlo por el momento y pensar como un policía. Si Kim tenía planes de venir en pos de DongHae, HyukJae quería protegerlo, pero también sabía que DongHae se iba a oponer. DongHae insistía que no necesitaba una niñera y HyukJae estaba de acuerdo con eso, pero tenía la intención de tener uno de sus hombres cerca o dentro de la librería durante el horario comercial y en la noche iba a estar él mismo con DongHae.

DongHae probablemente se opondría, pero a HyukJae no le importaba.

Él no estaba dispuesto a permanecer de brazos cruzados y permitir que cualquier persona hiriese al hombre que amaba.
Sacado de su pensamiento por la repentina llamada se su teléfono celular, HyukJae dejó de lado el café y rápidamente respondió la llamada.

Reconociendo la voz de su aguacil, escuchó lo que el otro hombre tenía que decir, mirando hacia arriba cuando se dio cuenta que DongHae caminaba hacia la cocina.

Vestía pantalones vaqueros y una camisa de manga larga negra y su pelo todavía estaba húmedo por la ducha.
HyukJae quería colgar el teléfono y seguir en donde se había quedado la noche anterior, pero eso no era una opción por muchas razones.

-Voy a estar allí en quince minutos como máximo.

Poniendo fin a la llamada, se metió el teléfono en el bolsillo, viendo como DongHae se sirvió una taza de café.

-¿Problemas?

-La mie**a de costumbre. Lee JinKi y Jessica están peleando de nuevamente y ella está pidiendo que arresten a JinKi.

-De hecho, lo de siempre. –DongHae sonrió
.
-¿Estás llegando tarde a la librería?

Él sacudió la cabeza, apoyado en el mostrador, como HyukJae lo hacía. –Sunny es la que abre el negocio hoy.

-Ah. ¿Y de qué color es el pelo esta semana de nuestra hermosa Sunny?

-Naranja neón. Estoy realmente sorprendido de que no hayas recibido llamadas sobre que haya cegado a los conductores mientras caminaba por la calle.

HyukJae se echó a reír, pero sabía que DongHae se preocupaba mucho por la joven que había trabajado para él durante los últimos dos años. A los veintidós años, Sunny se había trasladado desde New York y siempre sorprendía a Cedar Ponit con su pelo siempre cambiante y un sinnúmero de tatuajes y piercing en la nariz.

Por supuesto que era brillante y maravillosa con los clientes, y fiel a DongHae y por ese último hecho HyukJae la admiraba.

-Oye, Hyuk, yo...

-Antes de decir nada, Hae, hay algo que tengo que hacer.

Cruzando la distancia entre ellos en dos fáciles pasos, HyukJae sacó la taza de café de las manos de DongHae y la puso sobre el mostrador.