Capítulo 2.

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El resto del día para los tres chicos pasó en un abrir y cerrar de ojos. En realidad, cuatro horas fueron suficientes para que los chicos evaluaran si la preparatoria tenía algún arreglo en especial o si finalmente, el azulejo de la piscina había sido reemplazado por uno de mejor calidad para que pueda usarse para los entrenamientos profesionales. 

Además, los primeros días de clases solo se usaban como una especie de inducción para los nuevos estudiantes que querían conocer con anterioridad las instalaciones, inscribirse a clubes o talleres y hacer uno que otro nuevo amigo o amiga. Claro que, los estudiantes antiguos como el trío de amigos, también eran bienvenidos.

El camino de retorno a casa fue casi silencioso, si no hubiera sido por la molesta manera en la que Jimin y Yoongi seguían burlándose de Taehyung.

—Nos vio a los tres —contestó en su defensa.

—En realidad sólo lo vio a él ... Pero nuestro amigo no está listo para esa conversación —dijo Yoongi.

—¡No alimentes su ilusión! Ni siquiera sabemos si va en nuestro mismo año o si estudia. ¿Acaso no vieron su casa? Definitivamente parece alguien que estudia desde casa para no mezclarse con la sociedad —agregó Jimin cansado, pues parte de sus actividades extracurriculares los últimos cuatro años, habían estado ligadas a la danza.

Dado que era uno de los mejores y más antiguos alumnos, estuvo haciendo algunas demostraciones y guiando a los futuros bailarines que contrario a lo que imaginaba, llegaron con extrema puntualidad.

—¿Podrían dejar de hablar de mi como si no estuviera aquí? —agregó Taehyung—, solo lo vi dos segundos y ustedes no me dejan en paz.

—¡Ahí! ¡Finalmente lo aceptó! —, exclamó Jimin. ¿Estaba cansado? Sí. ¿Tanto como para no molestar a Taehyung? No.

—Estoy harto —balbuceó Taehyung.

En realidad amaba a sus amigos, pero podían llegar a ser muy molestos si se lo proponían.

A unas cuantas calles, yacía Jungkook en su habitación. Si había una cosa que pedirle a su madre, era simplemente que pudiera saltarse la primera semana de clases, pero después de fracasar en todo tipo de negociación, su madre aceptó que faltara solo el primer día.

—Verás que nuestro futuro aquí será prometedor —comentó Haru, intentando obtener esta vez, una sonrisa genuina por parte de Jungkook. 

—Me conformo con que el tuyo lo sea mamá —dijo dándole esa sonrisa triste de nuevo.

En verdad lo esperaba. Haru llevaba trabajando mucho tiempo y se merecía todo el reconocimiento del mundo. Mientras él...él realmente no tenía que esforzarse la mayoría del tiempo.

Jungkook era naturalmente bueno haciendo casi todo y aunque sacaba provecho de sus habilidades, vendiendo algunas de sus pinturas por ejemplo, todo se lo debía a su madre, pues gracias a ella, tenían la calidad de vida que les permitía todo tipo de lujos. 

Lo primero que hizo luego de no dejar que nadie más toque sus pinturas ni su equipo de sonido, fue instalar este último. Si bien no iba a usarlo enseguida, tampoco iba a arriesgarse a que sufra algún daño.

Su habitación estaba llena de cajas, pero no tenía intención de arreglarlas ahora mismo o de permanecer dentro, pues parecía que llovería y una de las cosas favoritas de Jungkook era la lluvia. 

Así que, se dispuso a conectar sus audífonos a su celular y colocar una de sus canciones favoritas. Una vez que halló el lugar perfecto para recostarse, cerró sus ojos y dejó que la música empezara. 

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A medida que bajaban la colina habitual, la cual era mucho más difícil de subir por las mañanas y, dado el hecho de que la casa de Jungkook era la última construcción cuya orientación daba a la calle por la que el trío transitaba, no fue difícil para Jimin verlo. 

—Aumenta una cosa —dijo de repente, haciendo que sus dos amigos lo miraran atentos. 

—Qué? —preguntaron Taehyung y Yoongi confundidos. 

—A tu derecha —continuó Jimin.

—Lo único que veo es una enorme reja dividiendo nuestras clases sociales —respondió Yoongi en tono sarcástico y burlón.

Pues estaba muy consciente de que la urbanización en donde ellos vivían, era igual de pretenciosa, solo que ligeramente más pequeña.

—Este chico es evidentemente despreocupado. Es decir, está recostado en el borde de una piscina vacía cuando es evidente que lloverá. Entonces Taehyung, ya van 4 cosas. ¿Quieres apostar que tiene todo el resto? —agregó Jimin, interrumpiendo la reflexión mental de Yoongi. 

—Ni siquiera me voy a esforzar — respondió Taehyung cansado, pero no lo suficiente como para no voltear hacia la dirección de Jungkook.

Como si no hubiera sido suficiente hacerlo una vez, el trío de amigos se quedó de nuevo viéndolo. Tal vez porque definitivamente les llamaba la atención la presencia de Jungkook o de manera más simple,  por el hecho de que había comenzado a tararear la letra de una canción que contrario a sus dos amigos, a Taehyung se le hacía conocida.

—Es la segunda vez en el día  —reclamó Jungkook de repente, haciendo que el trío se escandalizara un poco, pues no creyeron que él los había notado. 

Para su mala suerte, Jungkook no pudo evitar notar la presencia de los mismos muchachos a los que había visto brevemente esa misma mañana.

—Voy a pensar que me están siguiendo o algo así —continuó mientras se quitaba los audífonos, escuchado una voz distante.

"It feels like tomorrow just won't ever come... Did I push you over the edge to fall right out of love... I hope the thoughts I'm thinking are only in my head"

—Debería llamar a la policía o algo así? —dijo burlón, después de soltar una pequeña risa nerviosa, pues parecía que ninguno de los tres hablaría. 

Finalmente, se puso de pie, analizando con más detenimiento al grupo de amigos. No iba a negarlo y podía culpar a su cabellera roja por resaltar por sobre los otros dos chicos, pero Taehyung fue quien se llevó su atención de inmediato. 

—Jungkook. Me llamo Jungkook —dijo dándoles una última mirada, o más preciso...dándole una última mirada a Taehyung, quien podía jurar que vio como el chico de la piscina, pensó que ese sería su apodo, le sonrió levemente. 

"I've been watching the minutes go ticking on by... And I made a wish on every star in the sky ... Hoping that the thoughts I'm thinking...

...Are only in my head"

Sin querer, se formó una especie de incomodidad entre los cuatro muchachos. Aunque desde la perspectiva de Jimin y Yoongi, la tensión brotaba del constante choque de miradas entre Jungkook y Taehyung. 

Sin más que agregar, Jungkook se dispuso a regresar al interior de su casa. No sin antes sonreírle de nuevo al pelirrojo.

Espera... ¿de nuevo? Parece que después de todo, aprender de los errores es más difícil de lo que parece.

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Espero que les haya gustado la actualización.

Me gustaría leer sus comentarios!


Abrazos,

-Sof.


Des-rompiendo tu corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora