Capítulo 5.

18 3 5
                                    

Al salir del salón de música, Taehyung pensó que Jungkook no estaría lejos y que podría encontrarlo sin que le implique mucho esfuerzo, pero no fue así. 

Después de un rato, su búsqueda lo llevó al mismo lugar en donde el par había comenzando su recorrido, permitiéndole divisar no muy lejos, una cabellera negra, idéntica a la del chico que había salido corriendo hace unos minutos. 

—¡Ey! ¡Espera...Jungkook! —gritó Taehyung en medio de la calle, ganándose una que otra mirada de sorpresa por parte de la gente que iba pasando. 

—¡Detente! —exclamó finalmente. 

Al escuchar la misma voz que lo había acompañado hace unos momentos, Jungkook meditó por un segundo si debía frenar o seguir con pasos firmes hasta llegar a casa, pero en honor a su madre, decidió seguir a su corazón.

Luego de soltar un suspiro, dejó de caminar y volteó hacia donde escuchó la voz del pelirrojo.

—Eres... eres demasiado...rápido —dijo Taehyung mientras intentaba recuperar el aliento. 

—Bueno, disculpa si no estoy acostumbrado a que me persigan —contestó Jungkook a la defensiva.

—¡Uff! —soltó Taehyung —, ¿Seguro estás bien? Te sigues viendo pálido. 

—Sí... el que no se ve muy bien ahora eres tú —respondió burlón, viendo como con cada pequeño respiro, el pelirrojo recuperaba poco a poco el aliento.

—Es que... ¿Cómo corriste tan rápido? —dijo el pelirrojo, finalmente  retomando la compostura. Más o menos.

Al ver a Taehyung así de agitado, Jungkook no pudo evitar compadecerse por su estado, pues finalmente él fue el culpable de que tuviera que correr para buscarlo. Aunque en realidad, no podía entender por qué lo había hecho.

De todas formas, tomó una botella de limonada fresca que conservaba en uno de los bolsillos al costado de su mochila, ofreciéndole un poco a Taehyung.

—Es lo mínimo que merezco, ¿no crees? —dijo Taehyung en medio de un sorbo apresurado y descoordinado. 

—Pues, no quiero que suene raro... pero para compensarte, en mi casa puedes escoger las bebidas que desees y así estaríamos a mano —dijo Jungkook, viendo como el otro terminó con el contenido de la botella en cuestión de segundos.

Evidentemente el pelinegro estaba usando el cansancio de Taehyung como excusa para volver a tenerlo cerca. Debido al silencio que se formó entre ambos, Jungkook intentó con todas sus fuerzas leer las expresiones faciales de Taehyung, pues quería asegurarse de que el pelirrojo no sintió incomodidad alguna con su propuesta.

Taehyung soltó una pequeña risa, observando a sus alrededores para asegurarse de que nadie más estaba viendo lo mucho que se sonrojó con la manera en la que parecía que Jungkook estaba coqueteando con él. 

—¿No debería ser yo quien llame a la policía? —preguntó Taehyung burlón —, digo, no todos los días me encuentro con desconocidos que me quieren llevar a sus casas.

Siguiéndole la corriente, Jungkook también tomó una postura burlona, fingiendo estar ofendido con el comentario del pelirrojo. 

—¿Desconocidos? ¿Acabo de abrirte mi corazón y ahora no recuerdas ni mi nombre? —preguntó Jungkook dramático.

Luego de intercambiar miradas por unos segundos, ninguno de los dos pudo evitar reírse. Tampoco pudieron evitar detenerse a observar con detalle sus rostros y las sonrisas genuinas que dibujaban sus bocas. Pues la química entre ambos, era innegable.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 28, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Des-rompiendo tu corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora