¿Quién eres?

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Liam 

Mierda.

Esto no era bueno. De hecho, era muy, muy malo. Vi a Zayn caminar fuera del salón de baile con lo que creía que era toda la intención de no volver.

Sabía que el evento de esta noche era lo más alejado de su zona de confort. Pero al ver que desaparecía de la vista, me di cuenta de que había presionado demasiado.

Por supuesto que Zayn había dicho que sí cuando Harry lo puso en aprietos en la estación. Se había sentido responsable de que nos hubieran pillado besándonos en el trabajo y había hecho lo que consideraba correcto en esa situación. Pero desde el momento en que se enteró de que esta noche era algo más que una pequeña cena en un bonito restaurante, noté el cambio en él.

Fue sutil al principio, la tensión que volvió a aparecer. Cuanto más nos acercábamos a esta noche, más tranquilo y retraído se volvía. Me había dicho una y otra vez que le habían dado muchas salidas durante la semana. Pero, para ser sincero, sabía que Zayn era demasiado orgulloso para echarse atrás y, egoístamente, lo había ignorado.

La incomodidad que acababa de ver en él me revolvía el estómago. Cuando Louis, sin darse cuenta, había puesto en el punto de mira precisamente lo que más le preocupaba a Zayn, me di cuenta de lo desconsiderado que había sido.

Me apresuré a rodear la mesa, a punto de ir tras él, y cuando pasé junto a Harry, Louis me cogió del brazo, haciendo que me detuviera.

—Oye, no quise ofender a tu chico hace un momento. Puse una mano sobre la de Loui y le ofrecí una sonrisa bastante débil. —Lo sé. Creo que has tocado un nervio, eso es todo.

Miré a Harry, cuya expresión estaba llena de preocupación.

—Gracias por invitarnos. La cena fue encantadora y la causa increíble. Pero creo que ahora nos vamos a casa.

—Por supuesto. —Harry me apretó el brazo y asintió—.Espero que Zayn esté bien, y si necesitas algo, llámame.

Asentí y me apresuré a salir del salón de baile. Mientras tomaba el ascensor hacia abajo, recé para no llegar demasiado tarde, para que Zayn estuviera todavía aquí. Pero cuando salí al vestíbulo, no había ni rastro de él.

La nieve caía ahora, suave y silenciosa, brillando bajo las luces, mientras me apresuraba hacia las puertas giratorias. Cuando salí al otro lado, lo vi.

Zayn estaba junto a la acera, de cara a la carretera. Tenía una ligera capa de nieve sobre su cabello oscuro y su chaqueta.

Cuando me detuve a su lado, se metió las manos en los bolsillos.

El mensaje era alto y claro, incluso en su silencio. La idea de que lo había alejado inadvertidamente me devastó.

—Si has venido hasta aquí para intentar que vuelva a entrar, más vale que ahorres saliva.

Estudié su perfil mientras miraba a la calle y noté el tic en su mandíbula. Prácticamente vibraba de emoción, y supe que la única manera de que tuviéramos una oportunidad de superar esto era hablar de ello... ahora.

—No estoy aquí para pedirte que vuelvas. Estoy aquí para disculparme.

Zayn levantó la barbilla y su postura orgullosa y silenciosa hizo que me doliera el corazón.

—No debería haberte hecho venir esta noche. Sabía que te sentías incómodo, pero pensé que una vez que te hubieras acercado a todo el mundo...

—¿Qué estaría tan impresionado por todo el brillo y el glamour que querría formar parte de ello? Sí, fui parte de ello, la atracciòn sin duda. La parte por la que todo el mundo se compadecía y se ponía a llorar. ¿Sabías que solía quedarme en la Future's Hope? ¿Te lo ha contado Styles?

Fuego contra fuego (Ziam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora