Fuego contra fuego (Ziam)

Superman

Zayn 

Las brillantes llamas rojas y el humo que salía de una ventana del segundo piso eran una clara tarjeta de visita, cuando Luke llevó el camión hasta la parte delantera de la vivienda de tres pisos y todos salimos.

Había una multitud de curiosos en el estacionamiento observando cómo el fuego arrasaba la casa. Algunos miraban con expresiones de conmoción, y otros documentaban el asunto en sus teléfonos para la posteridad. Robert estaba en la acera recibiendo detalles del gerente de arrendamiento, y cuando se dirigió hacia nosotros, nos reunimos para recibir más instrucciones.

—Bien, escuchar. Parece que el fuego comenzó en el segundo piso. El ocupante que vive allí, un hombre mayor, está  en paradero desconocido en este momento. Todos los demás han sido evacuados del edificio. Malik, Lee, conmigo. Hemmings e Isaacs, poner una línea en esta cosa. Bien, pongámonos los trajes y entremos ahí, tenemos un hombre que encontrar.

Me puse la máscara y el casco y estaba a punto de seguir a Pattinson al interior cuando un fuerte estallido estalló en el segundo piso. Todos nos pusimos a cubierto cuando los cristales de la puerta corredera del balcón se hicieron añicos y llovieron sobre nosotros. Las llamas comenzaron a lamer la nueva abertura.

Me enderecé para evaluar los daños y, cuando mis ojos se fijaron en el balcón, vi a un anciano que salía tambaleándose y se desplomaba en la esquina más alejada de las llamas.

—¡Teniente! —Le grité a Robert, que estaba a punto de entrar—. Ahí está nuestro hombre. —Señalé hacia el balcón, mi mente ya estaba recalculando.

—Lo veo. ¿Estás bien para subir?

—Estoy bien.

Robert asintió con un movimiento de cabeza. —¡Lee! Tráenos una escalera por aquí.

—Sí, señor.

Lee salió corriendo hacia el camión mientras yo me acercaba al edificio y trataba de localizar al hombre, pero no lo veía. Ni un minuto después, Lee estaba de vuelta y Robert y yo nos movimos para ayudar a colocar la escalera en el balcón, lo más lejos posible de las llamas.

—De acuerdo —dijo Robert, mirando por encima del hombro—. Yo subiré primero, pasaré por encima de la barandilla y localizaré a la víctima. ¿Malik? Te quiero detrás de mí, listo para bajarlo. ¿Lee? Tú ve por la escalera. ¿Estamos bien?

—Sí, señor —dijimos los dos al unísono, y nos pusimos en marcha.

Escalamos la escalera más rápido de lo que se puede parpadear mientras el fuego crepitaba y estallaba sobre nosotros. Los dos pisos no nos llevaron mucho tiempo, y cuando Robert superó la barandilla de hierro fundido, me apoyé en los peldaños superiores y esperé. Tenía un ojo puesto en el monstruo en llamas que nos estaba respirando en la nuca, y el otro en mi teniente, esperando su próximo movimiento.

Robert se apresuró a acercarse a donde estaba el hombre agazapado en la esquina. Se intercambiaron varias palabras y luego el hombre asintió y se puso de pie. Gracias a Dios, parecía que había escapado del apartamento justo antes de la explosión, porque era capaz de ponerse en pie.

—Este es Malik—dijo Pattinson mientras guiaba al anciano hacia mí—. Te va a ayudar a bajar.

Noté el miedo en los ojos del hombre mientras miraba al suelo. Tenía varios cortes pequeños en la cara cubierta de hollín donde los cristales del balcón lo habían atrapado, pero aparte de eso, tenía muy buen aspecto, y era mi trabajo mantenerlo así. Pero lo primero era lo primero. Tenía que calmarlo lo suficiente como para que pasara por la barandilla.

—Hola. Apuesto a que no pensabas que hoy ibas a protagonizar tu propia película de acción, ¿eh?

Sonrió temblorosamente.