capítulo 16

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Drake

Aparque mi coche aún confundido por lo de hace rato en la casa de kassia.

La reacción de su padre no era nada parecida a la que tubo los primeros días.

Observe un instante la puerta de mi tia, tenía una casa algo..vieja, a ella le gustaba el arte, lo antiguo pero elegante.

Era igual que mamá.

La duda del por qué no se hablaban y todo en mi vida me agarró pero todo el universo desapareció cuando al entrar y mirar hacia la mesa que adornaba el comedor de mi tia estaba mamá.

Ahí con uno de sus trajes elegantes finos y hecho a medida.

-Nos vamos a la casa-dice sería.

Solté una risa irónica al escucharla.

-Tu esposo no me quiere ahí-le recordé ella me torció la mirada.

-Estas confundido por los finales, entiendo..pero esa es tu carrera cariño-trato de convencerme pero no servía.

-Basta mamá. No volveré y no tomare esa carrera-le afirmó.

-Esa muchachita te lavo el cerebro pero...-la interrumpi al instante como un reflejo.

¿Cómo sabía de kassia?

-Esa muchachita tiene nombre: Se llama kassia mamá. Y no tiene nada que ver con mis decisiones.

- Te pego el libertinaje hijo. Pero vuelve a casa tu padre te perdonará.. hazlo por tu hermana -dice al caminar hacia la puerta sola.

-¿Ahora si le das ese título?- le pregunto algo arisco pero no contesta solo salió.

No la seguí. No volvería, se que Naia estaba más que bien sin mi.

Siempre pudo sola yo sólo era un apollo para que no estuviera  tan sola como yo.

Al escuchar que cerró la puerta suspire, frote varias veces mi cara con mis manos.

Estaba perdido, no sabía que hacer.

-¿Qué te sucede?- me pregunta mi tia al sentarse a su mesa con unas tazas de los que sospechaba era café.

Me acerqué a ella y tome una.

- El padre de kassia me corrió de su casa y me prohibió verla-le confieso pero ella no parece sorprendída.

Eso me hizo ruido en la cabeza, la reacción de el señor Lombardo, mamá aquí diciendo que mi padre me perdonaría.

Deja la taza de café junto a mi tia y salí casi corriendo.

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Entré con brúsquedad y fui directo a el despacho de mi padre.

-¡Hijo espera!- la voz de mamá atrás no sirvió de nada.

Empuje la puerta dejando ver a mi padre sentado en su escritorio con un vaso de whisky en su mano.

-¿Qué carajos te pasa?- le pregunto sin cerrar la puerta.

-¿Vuelves por mi perdón con esa actitud?-pregunta

Maldito.

- No vine por tu maldito perdón. Vine por una explicación. ¿Qué le has dicho a los señores Lombardo?- le largue sin filtros.

El deja una sonrisa de lado antes de aclararse la garganta.

-Lo que debí. Que alejaran a su hijita caprichosa de ti o...

- No te atrevas a siquiera pensar en hacerle algo a ella o no respondo-lo enfrentó.

-¡Drake!-mi madre detrás de mi intenta callarme pero no la dejó

-No te metas con ella, ya me largue de tu casa así que déjame en paz-le digo girandome para salir.

-Cuando quieras volver arrepentido será tarde Drake..

Lo ignoro saliendo rápido de ahí para encontrar a Naia al pie de la escalera casi temblando.

Me acerqué rápidamente para tomar su rostro.

-tranquila. Ve a tu cuarto y has lo que te enseñe para calmarte yo estaré bien -digo con una sonrisa ella me da otra y se va casi volando.

Me giré para darle una última mirada a mi madre quién me miraba con desaprobación pero eso me importaba poco.

Salí de esa casa lo más rápido que pude.

La rabia me atrapó, pise el acelerador como si fuera por una ruta, No tuve en cuenta los demas autos y casi choco con uno asi que frene de golpe dándole un golpe a la bocina la cual sonó.

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Al entrar a la casa mi tia me esperaba en el mismo lugar y podría jurar que me preparo otro café.

Me senté junto a ella en silencio, No me dijo nada hasta que di el primer sorbo.

- Es una buena chica-dice mirando por la ventana.

Era la mejor chica que pude conocer en mi vida.

- Es única -digo al aire.

-Un poco terca. Pero no es mala -sigue y no se donde quiere llegar con eso.

-Si -es lo único que digo.

-Me recuerda mucho a mi -dice tomando mi atención.

Mi tia poco y nada hablaba de su pasado, mamá jamás me contó y yo no pregunté.

-Con la diferencia que ella si puede llegar lejos en la danza. Al igual que tu con los autos-sigue.

-¿Cómo sabes que..?- trato de preguntar pero ella sonríe asiendo que callé lo que iba a decir.

-Solo te diré que puedes luchar por tus sueños y por ella...-afirma mirándome.

Trago grueso antes de preguntar.

-¿Qué paso entre mi madre y tú?

-Yo sólo quería danzar era mi vida entera pero ella quería más. Una familia, una fortuna y lo tuvo -dice con una sonrisa que se veía algo amarga.

Sabía algo de eso. Mamá se casó con papá muy joven, según decían por el dinero que el tenía, ella me tuvo para luego salir a dar vuelta por el mundo.

Triste Pero cierto, es mejor que vivir lamentando ser una carga para ella.

Me terminé mi café junto a mi tía en silencio.

...

tenía que ser elDonde viven las historias. Descúbrelo ahora