Capítulo # 1

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-¿Cómo llegue a esto ? ¡Tú, se supone que eres mi guarda! ¡Te ordenó como tu príncipe y el próximo rey que me saques de aquí!

- Creo que eso no se va a poder, a menos que quiera que se sepa de su amorío con la hija del reino enemigo. Hasta donde tengo informado, eso puede considerarse como alta traición, quizás lo ejecuten por hacer una cosa así .-Hyunjin permanece callado por un largo rato . Quizás si lograba meter la cabeza de Minho al lavabo pasaría como un accidente. De todos modos, ¿qué podrían hacer contra un príncipe?.-Ahora su leal majestad, limpie ese sucio inodoro hasta que su hermoso rostro se vea reflejado en el.-se burla

-Eres un asco, Lee.- escupe con furia. El azabache chasquea la lengua fingiendo estar dolido.

-Solo le doy un poco de su medicina príncipe. Además, usted fue el que firmó el contrato.- el rubio bufó mientras su corona se inclinaba sobre su frente. Reluciente, lo más seguro muy costosa, pero que ahora mismo no hacía más que estorbar. La tiró al otro lado de habitación con furia.

-No recuerdo nada de un contrato...

-Cierto, ni siquiera lo leíste eso te hace más estúpido aún.- Hyunjin se levantó de golpe enojado. Tiró el pequeño cepillo con el que Minho lo había obligado a limpiar cada baño del castillo.

-¡Me engañaste para que siguiera tus órdenes maldito peón, debería a mandarte a la horca por eso...!

-Solo cierra la boca y siéntate, Hyunjin.- el trasero del príncipe cayó con un golpe seco en las baldosas frías de la habitación haciendo que haga una mueca.

Esto es el infierno.

Ahora a merced de Minho, con el trasero congelándosele sobre el suelo mojado, pensó qué tal vez no fuera tan grave hablarle a todos sobre su traición a la nación.

-Bien, voy a darte órdenes.- el menor rodó los ojos.

-Que novedad...- Minho respiro hondo y comenzó a recitar su muy extensa lista. Simplemente no bastaba. Se sentía un tonto por pensar que podría engañar a una docena de deseos si solo podía entender el fraseo. Un tonto por pensar que puede mantener enjaulada por mucho tiempo a una bestia como Hwang Hyunjin.

-Nunca debes negarme una audiencia o dar una orden para alejarme de tu lado.

-¿Por qué querría que te apartaras de mi lado?.- preguntó con voz seca removiendo sus caderas intentando apartar el frío. Debió haberse puesto ropa interior, ¿qué esperanza había que el azabache en un ataque de lujuria lo empotrará contra el lavabo?. Colocó su cabeza entre sus manos, frustrado, esos mismos pensamientos lo llevaron a estar en esa situación.

-Y nunca debes dar una orden de que me arresten, me encarcelen o me maten.- prosiguió ignorándolo.

-¿Qué tal si le pido a un sirviente que ponga una serpiente en tu bota?-sonrió perversamente. Minho suspiró exasperado, dedicándole lo que esperaba fuera una mirada mordaz a cambio.

-Tampoco puedes levantar una mano contra mí.-Hyunjin hizo un gesto en el aire, como si todo esto fuera ridículamente obvio. Como si de alguna manera darle las órdenes en voz alta fuera un acto de mala fe .- y aunque odies la idea de ser el próximo rey, no intentarás nada contra el reino, ni querrás huir. Necesito que el pueblo permanezca en calma hasta la vuelta de tu hermano...- El príncipe lo miró fijamente , como si buscara algo más allá y con ojos apagados sonrió, como si sintiera pena por el azabache o tal vez consigo mismo.

-¿Aún lo amas no?.- Se carcajeó.- Tan patético pequeño Honnie . ¿Piensas qué esto es un cuento de hadas?, ¿qué él vendrá en su reluciente caballo a rescatarte?. Christopher no ama a nadie más que así mismo, así que mejor vete olvidando de tu amor imposible y ve buscando cosas más a tu altura. -con sus rodillas desnudas gateó hasta las piernas de Minho.- Yo estaría muy dispuesto a consolarte...-  En un arrebato de cólera estampó a Hyunjin contra la pared del lavabo, presionando su pecho con fuerza.

-Tú, pequeña mierda, será mejor que te calles.- gruño con voz áspera, sus colmillos reluciendo sobre sus labios. Hyunjin corría camino peligroso, pero esto era como el paraíso para él. Al ver los ojos húmedos de Minho sus ánimos menguaron y su cuerpo se relajó bajo las fuertes manos del contrario.

-Yo no odio ser el rey sucesor, realmente amo a mi pueblo. Solo sé que nunca seré igual de bueno que mi hermano, incluso tú lo harías mejor que yo. Ya me da igual, haz lo que quieras con eso.-Minho lucia desconcertado. Una actitud tan sumisa de parte del príncipe no lo hacía más que pensar que podría ser una trampa.

-¿Disfrutas siendo mi peón?.- Hyunjin sonrió perezosamente, como si no le importara ser domado.

-Por ahora...

-Tienes que ser mucho más que eso.-el azabache no se dio cuenta que aún tenía el cuerpo del otro atrapado hasta que sintió como sus huesos se astillaron bajo sus puños.

-Te has ganado un año y un día, aprovéchalos. Si mi hermano no ha vuelto para entonces haré que los cuervos te arranque los ojos y se coman tu piel poco a poco.-El rubio se zafó del agarre de Minho caminando hacia la puerta con aire de indiferencia.- No importa cuantos comandos me des, nunca lograrás pensar en todo. Obtendré mi venganza de una forma u otra. No dudes eso ni por un segundo.

•Sentado su majestad •| Hyunho + 18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora