Luz salió de la habitación de Ainhoa y al instante se detuvo, bloqueada. Miró hacia atrás, a la puerta que acababa de cerrar y sintió como la garganta comenzaba a arderle. De pronto tenía unas ganas terribles de llorar.
Ella amaba a Ainhoa, pero se sentía tan profundamente traicionada; había sido todo tan caótico en los últimos días. No quería intentar arreglar nada, porque no quería escuchar las excusas de Ainhoa, que diría cualquier cosa para no admitir que para salvarse el culo habría permitido que la metiesen en la cárcel por intento de homicidio.
Se quitó una lágrima con el dorso de la mano. Su padre le había pedido que ejercitase el perdón, pero ella no sabía si podría hacerlo, no en aquel momento. Ya había sido lo suficientemente impulsiva, si hubiesen hablado como Ainhoa quería seguro que todo habría acabado aún peor, porque se habría llevado a Ainhoa por delante.
A su novia, o su ex... definitivamente seguía siendo su novia, le había pedido un tiempo, no habían roto, ella no quería romper con Ainhoa, por más que la pelirroja pensase lo contrario. Su novia era muy complicada y ella creyó, erróneamente, que tener una relación con alguien tan complicado iba a ser algo fácil. Hablar de amor y esfuerzo y sufrimiento había quedado muy bien cuando no había sucedido nada grave, pero en aquel momento, con tantos frentes abiertos, se había dado cuenta de que aquellas palabras habían sido una muestra de gran inmadurez. La amaba, pero no sabía si podría sobrellevar una relación que iba a ser como una montaña rusa.
Se encaminó por el pasillo completamente desinflada. ¿Por qué tenía todo que estar tan mal cuando la quería tanto? ¿Por qué Ainhoa había tenido que comportarse de aquella forma tan cruel y egoísta? ¿Es que no pensaba en lo preocupada que ella había estado? ¿No pensaba en qué habría sucedido si Marta no se hubiese entregado? ¿No pensaba en lo mucho que ella se había esforzado por confiar aún cuando Ainhoa le había demostrado que, a veces, no era muy de fiar?
Le acababa de pedir un tiempo porque estaba enfadada, pero su corazón le martilleaba exigiéndole que diese la vuelta, que fuese valiente, que escuchase a Ainhoa, que abrazase a Ainhoa.
Sin embargo, no volvió, porque estaba cansada de que su corazón la manejase. Por él estaba en una relación con una mujer mayor que ella, alcohólica, casada y caótica. Quizá lo suyo con Ainhoa no era tan fuerte como lo de sus padres, o quizá era que querer no siempre era suficiente.⏳️⏳️⏳️
En cuanto Luz hubo cerrado la puerta, Ainhoa dejó de lado la libretita que había cogido para entretenerse mientras su novia, o ex novia... su novia, pensó poco convencida, le soltaba aquella bomba. Entonces se echó a llorar, completamente destrozada.
Ella jamás había querido inculpar a Luz, se habría inculpado a sí misma aún siendo inocente para salvar a Luz, pero Marta no le había dado opción, había hecho todo por su cuenta. Una parte de ella le gritaba que no era su culpa nada de aquello, pero la otra le decía que si Luz le había pedido un tiempo era porque ella había vuelto a no dar la talla como novia. No terminaba de entender qué era lo que siempre hacía mal, pero algo debía ser cuando todas sus relaciones acababan en desastre. Quizá se merecía todo aquello. Lo bonito a ella no le duraba. En aquel momento desearía refugiarse en alguien, pero el único alguien que tenía le acababa de pedir un tiempo. La única persona que confiaba en ella ahora dudaba de si era factible un ellas.
Se tapó la boca con una mano, como si inconscientemente quisiese acallar sus pensamientos, mientras las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas sin control.
Entonces se levantó de la cama y fue hasta su neverita. La abrió y miró a la balda de arriba de la puertecita. No sabía si cabrearse o felicitar a la Ainhoa del pasado por haber tirado las botellas de alcohol, porque en aquel momento se las tomaría. Podría acabar con todo, porque la única razón que tenía para intentar mejorar acababa de dejarle en claro que ella era una bomba de relojería a la cual no estaba segura de querer en su vida.
Todo aquello había sido su culpa. Si ella no hubiese ida a Vera, ahora no estaría pasando nada de aquello. Ni Marta habría tirado a Hugo por la barandilla, ni Luz habría sido inculpada por Asun tras ir a Madrid a tratar de defenderla a ella de Hugo, ni nada. Y, sobre todo, Luz no tendría que pedirle un tiempo porque ambas jamás se habrían conocido. Ainhoa en aquel momento lo único que tenía claro era que si todos en su vida la puteaban o la abandonaban era porque se lo merecía. Y ella no quería hacer daño a nadie, ella sólo quería respirar tranquila, se quería sentir como en una burbuja, justo como cuando estaba bien con Luz. Y aquello también era un problema, porque ya se lo avisó su terapeuta: no podía depender de una persona para estar bien. Luz no se merecía ser su centro de rehabilitación, porque ella iba a ser un desastre hasta su muerte y no quería arrastrar a nadie con ella. Luz se había dado cuenta y se estaba planteando el dejarla. Y ella... ella pese a todo lo que la sensatez le decía quería a Luz a su lado. ¿Quizá si lograba mantenerse sobria le demostraría a Luz que valía la pena seguir apostando por ella? ¿Quizá se lo podría demostrar también a sí misma? Quizá....
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.Me he quedado triste y me he puesto a plantearme que es lo que se les podía pasar a ambos personajes por la cabeza en ese momento. Probablemente los próximos capítulos demuestren que me equivoqué, pero bueno, no importa. Espero que la próxima escena cara B (si es que me da por hacer otra) sea menos dramática.
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Escenas Cara B | Luznhoa
FanfictionEsto van a ser mis interpretaciones de lo que ocurre entre unas escenas y otras de las Luznhoa.