Luego de lanzar el Black Album, Kirk Hammet le apostó al manager del grupo, Tony Smith, a que dicho material, no superaría las 10 millones de copias. La apuesta consistió en el Porsche 911 Carrera 4 de 1980 que él poseía. Todo sabemos que ese número fue alcanzado (y superado), por lo que Kirk debió desprenderse de su auto.