Capítulo 9

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Mis ojos se abren como platos ante la voz de esa persona, lentamente me separo de Andy y giro la vista hacia la persona, quien impactada, nos mira. Andy y yo no sabemos que decir, hasta que me levanto.


Abi: Jeremy... que... ¿qué haces aquí?

Jinxx: Simple... yo... eh...

Andy: ¡¿O sea que tu eres el tal Jeremy?! –Miré a Andy, sus ojos echaban fuego-

Abi: Andy, por favor aquí no...

Jinxx: ¡¿Y eso a ti que te importa niño bonito?! 

Abi: Chicos, no hagan una escena aquí por favor...

Andy: ¡Pues lo lamento Abi, le partiré la cara a este idiota!

Jinxx: ¡Atrevete si puedes, no tengo miedo a que un chiquillo me pegue! 

Abi: ¡Jeremy! ¡Andrew! ¡Ni se les ocurra! –Sin embargo ninguno de los dos me escuchó-


Andy se avalanzó sobre Jeremy y ambos comenzaron una disputa, a gritos, les pedía que pararan, mientras el pequeño Ernie ladraba, atrayendo la atención de la gente que se encontraba en el lugar y de un par de policías que patrullaban. Los dos oficiales los separaron y agarraron a cada uno fuertemente, ambos intentaban zafarse y continuar con la pelea, pero los pegaron a una patrulla y esposaron, eran malas noticias para ambos. Una segunda patrulla y un tercer policía se acercó a mí, mientras veía como metían a cada uno en un carro. Cargué a Ernie para calmarlo un poco.


Policia: ¿Me puede explicar qué es lo que paso?

Abi: Solo vi que se empezaron a agredir

Policia: ¿Y sabe el motivo? –Pienso un momento y decido mentir-

Abi: No... no tengo idea... 

Policia: Muy bien... ¿algo es pariente suyo? –Miro el carro donde va Andy y el otro donde esta Jeremy, ¿a quién defiendo?-

Abi: Uno es mi hermanastro y el otro es el novio de mi amiga...

Policia: Perfecto -Me dio una tarjeta con una dirección y teléfono- Póngase en contacto con su amiga, y dígale a donde nos llevamos a su chico, ¿está claro? –Asiento con la cabeza mientras ellos se marchan-


Me quedo en el parque parada, sin saber qué hacer, salgo de mi trance y camino hacia la casa, necesito pensar un momento con claridad. Al entrar, dejo al pequeño Ernie en su cama mientras camino al teléfono de la cocina, tengo que avisarle a Ale lo sucedido hacia un rato. Justo cuando me dispongo a tomar el teléfono, este comienza a sonar, provocando un sobresalto y contesto.


Abi: Bueno...

XXXXX: Lilith... que bueno es encontrarte en casa... -Sonrió al escuchar la voz de Jake- ¿Qué tal tu día? –Recuerdo lo sucedido entre Jeremy y Andrew, ¿sería bueno comentárselo?-

Abi: Pues bastante aburrido... saque a pasear a Ernie toda la tarde... ¿y tu día?

Jake: Bastante pesado... los canadienses son un tanto tercos, y desesperantes –Ambos reímos- 


Después de una hora de estar hablando con Jake, por fin colgamos, sonrió y suspiro, jamás me había sentido tan feliz como cuando el estaba a mi lado, o al escuchar su voz del otro lado de la bocina. Miré hacia la mesa y vi la tarjeta, mierda, había olvidado avisarle a Ale e ir por Andrew. Dejo a Ernie en casa, pues sé que estará bien, tomo las llaves del carro y emprendo marcha hacia el lugar. En el camino busco mi celular y le marco a Ale, quien al tercer timbre, contesta.


Ale: Abi, ¿qué sucede?

Abi: Lamento llamar hasta ahora, pero Jeremy tuvo una disputa en un parque con un... amigo mío...

Ale: ¡¿Qué qué?! Ahora comprendo por que no me contestaba el celular... ¿Tú en dónde estás?

Abi: Voy para donde los tienen... ¿quieres que pase por ti para poder irnos las dos juntas?

Ale: Claro, aquí te espero 

Abi: Bien, no tardo –Ambas colgamos-


Intentaba buscar las palabras correctas para poder explicarle a Ale qué era lo que había pasado, pero ella no sabía de la existencia de Andy, ¿qué le diría? ¿Que tenía un hermanastro con el que aborté un bebé? Pensé en que mentira decirle a Ale. Al llegar a su casa, toco la bocina del carro, ella sale rápidamente y se adentra en el carro. Nos quedamos en silencio unos minutos.


Ale: ¿De casualidad sabes qué fue lo que pasó?

Abi: Am... no, yo estaba en casa, un poco ocupada

Ale: Ya veo... De todos modos, me sorprende, pues Jeremy no es de pelearse... 

Abi: Pues ya ves, las sorpresas que da la vida... 


Al llegar a la central de policía, ambas nos bajamos y caminamos hasta donde se encontraba uno de los oficiales, quien nos pidió que tomáramos asiento. Con una espera de quince minutos, al fin nos llamaron, y entramos en una oficina donde se encontraba el jefe, James. Nos analizó y mando traer a Jeremy y Andy, uno detrás del otro, los sentaron en una banca aparte y frente a nosotras.


James: Bien señoritas... supongo que reconocen a estos dos, ¿no es así?

Abi: Correcto

James: Bien... pues temo informales, frente a ellos y frente a ustedes, que ambos señores pasaran las próximas veinticuatro horas aquí encerrados, a ver si así aprenden a ya no dar espectáculos en lugares públicos

Ale: ¡¿Pero qué...?! ¡¿No hay otra solución?!

James: Temo que no... y como parte de su condena, por llamarle así, estarán en servicio comunitario por 360 horas, o sea ocho horas por día

Jinxx: ¡¿Qué?! ¡No! ¡Eso es demasiado!

Andy: Tenemos cosas por hacer, ¡¿sabe?!

Jinxx: ¡¿Que no podemos pagar una fianza o algo por el estilo?!

James: A menos que las señoritas aquí presentes estén dispuestas a pagar una fianza de cinco mil dólares por cabeza, podrán irse -Ale y yo nos miramos, sabíamos que era lo mejor-


Salimos del departamento de policía, dejando a los chicos ahí, quizás había sido una decisión ruda por nuestra parte, pero al menos los dos entenderían la gravedad de lo que habían hecho. Ale y yo caminamos al carro, y nos metimos, me pregunta por Jake, y con dureza, le explico lo sucedido en el estudio. Río cuando maldice hacia el jefe de mi prometido, pero simplemente tiene razón, maldito viejo mal parido. Las dos nos vamos a cenar algo, pues todo el asunto de Andy y Jeremy no me habían permitido ir a comer. Ambas pasamos un rato agradable, el escuchar lo bien que habla de Jeremy y todo lo que hace con él, simplemente, me hace reír, en el tiempo que la conocía, nunca la había visto tan enamorada de esa manera. Si tan solo supiera, pensé, pero decidí ignorar a esa vocesita en mi cabeza y disfrutar de la cena. Ambas pagamos y emprendemos el camino hacia casa. Dejé a Ale en su hogar y de ahí me fui al mío. Cuando abrí la puerta, uno de los cojines está, literalmente, destruido. Mire a Ernie, quien se encontraba dormido, y solo reó, cuando Jake vuelva se pondrá como loco, pensé. Subí al cuarto con el cachorro en brazos, lo acosté en su camita, saqué ropa para dormir y me puse una pijama ligera, necesitaba descansar, pues había sido un fin de semana de emociones absolutamente locas. Justo antes de dormir, un mensaje de Jake llega a mi bandeja de mensajes. Tomo el celular y lo desbloqueo para poder leer: "Eternas lunas mi amada Lilith, que el ángel de Lucifer te acompañe en mi ausencia, siempre tuyo, The Mourner". Ese mensaje alumbra mi vida como un rayo de luna llena entrando en una obscura habitación, le respondí y dejé el celular, pues al día siguiente tocaba trabajo.

Dark ObsessionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora