Un vampiro y un dragón.

Capítulo 1

Flint.

Han pasado dos semanas desde que todo acabó. Bueno. Todo lo malo acabó. Ahora hemos vuelto a la corte Dragontina. Mi casa. Mi madre nos ha invitado, para celebrar todo esto. Hemos venido todos. Edén, Grace y Hudson, Macy, Mehkhi, Gwen... Y Jaxon. Jaxon también ha venido. No se cómo están más cosas entre él y yo. En la batalla final me volví loco cuando se hizo daño. Y hubo un momento, cuando Grace terminó y se fue, que seguía agarrado de mi mano, mirándome. Pero desde entonces no hemos tenido ninguna ocasión de hablar. Ahora que técnicamente es el rey de los vampiros y todo eso, es un poco complicado sacar tiempo para intereses, amistades o lo que sea que seamos. Pero ha venido a la corte, así que ahora a lo mejor puedo hablar con él. Estoy tan concentrado en mis pensamientos que apenas me doy cuenta de que llaman y entran a mi habitación. Es Macy.

-Ey. ¿Estás listo para la fiesta?

-Llámalo mejor baile, pero sí, estoy listo.
¿Vamos?

Asiente y me agarra del brazo, se le ve nerviosa. Lleva un vestido amarillo hasta las rodillas y el pelo en un moño mal hecho.

- Tranquila, ya has venido en otra ocasión a un baile.

- ¡Lo sé! Pero aún así estoy nerviosa, porque es al primero que vamos desde... Todo eso.

- Bueno, más razón para pasárselo bien, ¿No?

- Sí. Tienes razón.

Llegamos a la entrada, donde nos esperan todos. Grace se acerca a nosotros, con Hudson detrás. Edén nos sonríe, y Mehkhi y Gwen también. Busco con disimulo a Jaxon, pero no lo veo.

- Jaxon aún no ha llegado, ¿Sabes?

- Me susurra Grace, sonriendo.-¿Y eso a que viene?

- No sé, por si te interesaba...

-¿Entramos?

- Sí,ya vendrá él después. Entramos en la sala, la cual está llena dee adornos ostentosos y muchísima gente con ropa elegante. Mi madre le hace un gesto a Grace para que se acerque. Hudson le aprieta la mano y la suelta, en lo que creo que pretende ser un gesto de ánimo. La vemos mezclarse entre la multitud.

-¿Bailamos Macy?- El vampiro alza una ceja y le tiende la mano. Ella asiente y se lanza a la pista, con Hudson a la retaguardia.

-¿Eden?- Si no hay más remedio...- Bromea mi amiga, pero acepta mi mano y sigue a Macy.

Eden y yo damos vueltas sobre la pista, pero enseguida me deja para ir a saludar a otra dragona. Me quedo parado durante un segundo, planteándome ir con la orden cuando lo veo. Jaxon acaba de entrar en la sala, y parece que nos está buscando. Hago ademán de ir hacia él, pero un grupo de dragonas le para y le empiezan a hablar. Me freno en seco y me quedo ahí parado sin saber muy bien que hacer. Él levanta la vista de su compañía, y sus ojos se posan en los míos. Le sostengo la mirada, pero enseguida la baja, tan rápido que parece raro.

- Ay madre mía, lo han acorralado.

Grace se me ha acercado tan sigilosamente que ni me he dado cuenta, o a lo mejor es que estaba distraído con otra cosa, no sé...

- Sí. Mejor, ¿No?

- No creo que éste muy agusto. ¿Vamos a rescatarlo?

-Si tú quieres...Cruzamos la sala y llegamos a donde están Jaxon y sus "admiradoras"

-¿Entonces ahora eres el rey?- Una de ellas, la que parece más pequeña, se retuerce un mechón de pelo.

- Sí.- Jaxon no sonríe ni lo más mínimo, y la sonrisa de esta flaquea.

- ¡Eso es genial! ¿Y ya tienes una reina?

- No, no tengo ninguna... Reina. - Sus ojos me miran una milésima de segundo.

- Vamos, Jax. Es obvio que todas se te están ofreciendo. ¿Es que no te gusta ninguna?

A ver. ¿En qué momento de mi vida le he dicho a Jaxon Vega "Jax"? ¿Jax? Sus ojos se convierten en una fina línea, y me mira con molestia.

-¿Y a ti?

- No, por supuesto que no.

- Eh... ¿Qué, bailamos?- Grace, se cuela en medio y nos guía a la pista de baile

- Claro. Bailemos.

Sigo sin apartar la mirada de Jaxon, pero él ya está centrado en Mekhi.

- Luego os veo.Le da una palmada a Grace en la espalda y se aleja de nosotros.

- Vale, ¿que ha sido eso?

- No sé, dímelo tú.

Tengo la cabeza con mil pensamientos distintos, y lo que más quiero es sentarme en algún sitio a aclararme las ideas. Pero Grace ya me está arrastrando hasta Hudson y Macy, así que mi momento de soledad tendrá que esperar. Nos pasamos la noche bailando y riendo. Jaxon no ha vuelto a dirigirme la palabra, así que paso de él. En un momento dado, ya de madrugada, todos estamos sentados en cómodos sofás que han aparecido mágicamente donde antes estaba la pista de baile. Tengo a Macy dormida apoyada en mi hombro, y a Grace y Hudson al otro lado. Jaxon, Edén, Gwen y Mehkhi están repartidos en otros dos sofás formando una U, con una mesa al centro con vasos vacíos. Jaxon, que está sentado más o menos enfrente mía, me mira a los ojos durante cinco segundos. Yo se la sostengo, al menos hasta que él parpadea y acto seguido se despide de todos y se va. Me levanto tan rápido que Macy cae y acaba tumbada en medio sofá, lanzando un grito agudo en el proceso.

- Nos vemos luego.

Voy hasta la puerta y salgo al pasillo, pero no lo veo. Corro y giro la esquina, y por fin lo encuentro. Está a punto de meterse en su habitación.

-¡Eh Vega! Se gira ligeramente hacia mí y alza una ceja.

-¿Sí, Montgomery?

-¿Charlamos un rato?

Me observa detenidamente, pero al final se encoge de hombros.

- Si quieres...

-Vale, eh... ¿Quieres ir afuera ?

- Claro...

Salimos a la calle, y mientras recorremos una calle medio vacía ninguno dice nada, pero al final me aclaro la garganta.

-¿Que tal estás después de... Todo esto?

- Bien, supongo.

- ¿Y tus costillas?

- También. Me curo rápido.

- Ha pasado una semana.

- Aún así. Casi se ha terminado de curar del todo.

- Me alegro. Todos lo pasamos muy mal.- Es una forma suave de decir que casi me da un ataque de pánico cuando lo vi caerse en su forma de dragón. Aunque ahora que lo pienso seguramente si tuve un ataque de pánico.

- Yo lo pasé muy mal. Estaban pasando miles de cosas y yo ahí tumbado y herido no podía controlarlas.

- ¿Jaxon Vega hablando de sus sentimientos?

Él solo se encoje de hombros, pero frunce un poco el ceño y sigue mirando hacia delante, mientras yo me paro. Jaxon hace lo mismo y me mira, esperando a que diga algo.

-¿Qué?

Su pose de "No me importa nada ni nadie" es demasiado para mí. Me acerco a él y tomo sus mejillas con toda la suavidad que puedo.

- Yo también lo pasé muy mal al verte ahí tirado.

Y lo beso.