Un vampiro y un dragón.

Capítulo 4

Me aclaro la garganta mientras cojo una camiseta limpia para ponerme y le miro por encima del hombro.  Jaxon está parado detrás mía, visiblemente incómodo, mirando a todos lados menos a mí

- Bueno...- Me giro y meto las manos en los bolsillos de mi pantalón. - ¿Qué pasa?

-¿Qué pasa?

- Tu eres el que ha venido a verme, así que dímelo tú.

- Quería saber cómo estabas.

- Y yo que creía que por fin ibas a confesarme tu amor eterno...- Me callo al instante. En otro momento habría servido para relajar un poco la tensión. Ahora, después del beso de ayer, solo la triplica.- Perdón.

- Sobre lo de ayer...

No le permito acabar la frase. Prefiero no oír su rechazo.

- Perdona. No debí haberme lanzado, porque no estamos en una película y debería haberte preguntado o pedido permiso, aunque eso hubiera sido aún peor porque me habrías rechazado. - Estoy empezando a soltar frases, así que me obligo a parar y a coger aire. - Lo que quiero decir es que lo siento, que malinterprete las señales y que ojalá podamos hacer como si nada de esto hubiera pasado y olvidarlo...

Jaxon me besa.

Y mi corazón se vuelve loco.

Me cuesta unos segundos reaccionar, pero en cuanto lo hago, agarro sus hombros y lo pego más a mí.

Casi media vida prohibiendo a mi cerebro imaginar algo así.

Ahora que ha ocurrido, solo puedo desear que no esté soñando.

Cuando se separa, sonrió como un bobo.

-¿Y esto?

Jaxon se ruboriza un poco. Intento guardar este momento para siempre en mi cabeza.

- No sé, yo solo...

No le dejo terminar la frase porque le beso de nuevo. Las explicaciones pueden esperar.

Lo beso con más ganas.

Mierda, han llamado a la puerta.

¿Debería ignorarlos?

Antes de decidir si es buena idea o no, Jaxon se separa y espera a que abra, así que suspiro y hago eso mismo.

Grace entra extasiada en la habitación.

- Flint, no te vas a creer lo que... Oh. - Se ha callado en cuanto ha visto a Jaxon a mi lado sonrojado y con los labios ligeramente hinchados. Su mirada pasa de él a mi, que debo de tener el pelo bastante revuelto. Abre mucho los ojos y empieza a andar hacia atrás. - Bueno es una tontería, ya te lo cuento luego en la comida o en la cena. O mañana, puede esperar perfectamente a mañana.

Sale del cuarto casi corriendo y yo cierro la puerta con una sonrisa. Esta, sin embargo, desaparece de mi cara en cuanto veo la cara de Jaxon. Se pasa la mano por el pelo y carraspea.

- Bueno, yo...- No para de mirar por donde ha salido Grace. - Adiós.

Antes de que me de cuenta se ha desvanecido hasta su cuarto y me he quedado solo.

Mierda.

¿Es que acaso sigue queriendo a Grace? ¿O como fueron compañeros ya no puede querer a nadie más? ¿Y por qué coño me ha besado?¿Soy una especie de experimento?

Empiezo a ponerme nervioso, así que, con idea de distraerme, abro y cierro los cajones de mi escritorio. Sonrió al encontrar fotos de los primeros cursos del katmere, pero a la vez se me forma un nudo en la garganta al ver una foto mía con Jaxon, cuando yo apenas tenía 13 años. Salimos sonriendo en la nieve. Todo eso fue antes de que ocurriera lo de Hudson y Jaxon y yo nos distanciaramos.

A medida que encuentro fotos y notas, los recuerdos pasan por mi cabeza como diapositivas de un PowerPoint; un chico de catorce años mirando de reojo a su mejor amigo en clase. Un adolescente llorando por su mala suerte. Un pobre chaval investigando sobre cómo crear vínculos. Un yo del pasado temblando al igual que estoy yo ahora al ver a su exmejor amigo cogido de la mano con su compañera. Parpadeo y me seco las lágrimas. Ya está, Flint. Se acabó. No vale la pena seguir lamentándose. Pasó lo que tuvo que pasar, y no tiene sentido esperar algo que nunca ocurrirá. Jaxon jamás tendrá un vínculo conmigo.

Cojo aire y respiro.

No pasa nada.

Todo está bien

Yo estoy bien.

Porque tengo que estarlo.

Paso el resto del día en la cama con el móvil, saliendo únicamente para comer algo, pero son llevar a entrar con los demás al comerdor.

Macy pasa a verme, pero le digo que me duele la cabeza y que voy a dormir un rato.

A las nueve decido que no puedo esconderme más. En parte porque no merece la pena, y en parte porque es cuatro de julio y quedamos en ir a ver las celebraciones. Me arreglo rápido porque voy tarde y corro hacia la entrada, donde ya están todos mis amigos, incluyendo a cierto vampiro, esperándome.

Fuerzo una sonrisa.

- Bueno. ¿Nos vamos o qué?