09 Ordenes

777 118 6
                                    


Las luces la cegaron y tuvo que sostenerse firmemente del brazo de Thor, porque sintió que flotaría lejos si se soltaba. Cuando sus pies chocaron con una superficie firme, cayó para atrás y se quejó. Una risa burlona de parte de Loki resonó en aquel lugar, ___ lo miró molesta de inmediato, definitivamente lo golpearía cuando se le presentara la más mínima oportunidad. Un hombre alto estaba firmemente de pie frente a ellos, Thor lo saludó con efusividad y su reconocida sonrisa amigable. 

— Tu debes ser ___, quien porta el poder de dos gemas del infinito— asentí confundida— Soy Heimdall, puedo observar todo, incluso lo que sucede en Midgard. 

— Un gusto, ___ Stark— le ofreció su mano y el mayor la estrechó con formalidad— Debes ser fuerte como para proteger el Bifrost. 

— Es un incompetente, como todos quienes habitan este planeta. —la voz de Loki irrumpió, ___ rodó los ojos. 

— Tú habitas este planeta, idiota. Pero ello poco importará cuando el Padre de Todo menos de ti te encarcele. Por fin podré dormir en paz. —fingió satisfacción. En realidad, no le agradaba la idea de que Loki sea privado de libertad, o al menos, privado de interactuar con ella. En el fondo, muy en el fondo, su compañía era entretenida. 

— El Rey de Asgard los está esperando a los tres en la habitación del trono. —informó Heimdall sin molestarse por los comentarios de Loki, aparentemente ya estaba acostumbrado a su actitud— Lady Stark, bienvenida a Asgard. 

— Gracias — ella sonrió con nerviosismo. No es que temiera lo que Odín podría decir, pero le ponía ansiosa el no saber qué esperar. 

Thor se adelantó a ellos, y se elevó por los cielos de su planeta gracias a su martillo. Sabía que Loki no intentaría escapar, ya que no tenía ningún transporte o algo parecido que lo permitiese escabullirse, además, confiaba en que ___ no lo dejaría a su voluntad. Un par de caballos del castillo esperaban fuera de la jurisdicción de Heimdall. 

— Iremos a caballo, ya que mi hermano es tan considerado— espetó Loki. A ___ le sorprendió que él simplemente aceptara que tenía que llegar al castillo. ¿Acaso no tenía un plan?¿Una forma de iniciar una guerra donde él saliera victorioso? 

— ¿Lo considero como una invitación? 

— Considéralo como una orden, midgardiana —dijo mientras fruncía el rostro. Algo le impedía ser honesto y amable con ella, una especie de envidia hacia ella por poseer el poder que él deseaba. Aquel poder que sería suficiente para que él se coronara como heredero de Asgard... ahora era parte de una inmadura. 

— Me asombra que creas que seguiré tus ordenes —ella sonríe con superioridad. Vio sus manos y recordó cómo Loki fue capaz de abrir portales con su cetro. Ella también podía ser capaz de eso, así que estiró sus palmas y dejó que aquel poder desconocido fluya hasta que se abrió un pequeño portal, más pequeño de lo normal, pero suficiente para que ella entrase— Yo creo mis propios caminos. 

— ¿Me dejarás yendo a caballo?— cuestionó. 

— Exacto, tómalo como una orden, asgardiano. 

___ cruzó el portal y apareció a unas calles del palacio. No estaba nada mal para su primera vez haciendo eso. Caminó entre las personas, quienes parecían no notar su presencia a pesar de la gran diferencia de sus prendas. Era una especie de pequeño mercado, todas las personas ajetreadas, los niños corriendo de un lado a otro. No le pareció muy diferente a la Tierra, pero al mirar directamente el palacio, soltó un suspiro. Era una inmensa edificación, sostenida por imponentes columnas talladas, a ella le encantó la arquitectura. Se sentó en frente de las fuentes que habían en la parte de enfrente, esperando a Loki. 

— Creí que llegarías más rápido, empecé a creer que te habías escapado— dijo cuando lo vio llegar después de veinte minutos. Bajó del pequeño muro donde se había sentado y se acercó a él— ¿En serio entrarás así, tan fácil? Es como si te estuvieras entregando. 

Aquel corto trayecto en caballo le había servido a Loki para reflexionar sobre un par de cosas. En primer lugar, el poder que quería se encontraba en ella. En segundo lugar, ella se encontraría en Asgard. No tenía sentido alguno que el escapase. ¿Qué haría? ¿Irse a algún planeta sin nada de dinero ni fama? Su meta estaba enfocada en el trono, y la Stark sería un medio para llegar a ello. 

— Preciosa, siempre tengo un az bajo la manda— sonrió. ___ arqueó una ceja queriendo indagar en su plan, pero él simplemente negó y empezó a subir las escaleras del palacio. Cuando volteó a verla, dudó. ¿Y si se estaba quedando no por su poder sino por ella? Loki entendía que muchas veces él podía ser caprichoso... tal vez, y solo tal vez, se había encaprichado con esa enana midgardiana. Peleó con sí mismo internamente ante esa idea.— ¿Qué opinas? 

— ¿De ti o de Asgard? Si es sobre ti, sin comentarios. Sobre Asgard... bonita arquitectura. Me gustan los pilares. 

— Es cuarzo, no tiene mucho misterio— espetó molesto. Habían otras cosas más importantes que rescatar de su planeta. Sintió una especie de culpa inmediata y tosió— Aunque, bueno, tiene un buen diseño. 

Ella asintió, lo miró raro por haber coincidido en algo con ella. Hizo un comentario sobre cómo Thor hubiera destruido todo si hubiese sido nombrado rey y Loki rió. ___ lo miró incrédula, pero lo acompañó en el sentimiento. Se sonrojó, incluso. Lo había escuchado reírse antes, pero en tonos burlescos o con aires de superioridad. En ese instante, fue una risa genuina. Algo triste, incluso. Vio los ojos del mayor, cómo a cada paso dudaban de seguir andando. Loki tenía algo en mente, aun sí, no estaba seguro de sus acciones; pensar en estar encarcelado por el resto de su vida lo aterró. Entonces, sintió calidez en su mano. 

— Las cosas irán bien— dijo ___ sin mirarlo, él lo agradeció. Se sentía vulnerable por primera  vez en mucho tiempo— Estaremos bien. 

"Estaremos".

Loki notó el temor en ella. Claro, ella también sentía lo mismo que él. No estaría encerrada, sin embargo, su vida ya no era la misma. No estaba en su planeta, no tenía a su padre, no había más aquella seguridad que sentía en el mundo midgardiano. Allá era alguien, con sus títulos colgados en la pared, con su consultorio excesivamente costoso, un padre importante, un nombre imponente. En Asgard, no era más que una desconocida que contenía un gran poder. Una desconocida que podía ser traicionada en cualquier momento. Se sentía... pequeña. 

Loki miró sus manos unidas. Agradeció la calidez y la compañía. 

Dio un pequeño apretón antes de soltarla. 

KILLER QUEEN [Loki y tú] |𝑟𝑒𝑒𝑠𝑐𝑟𝑖𝑡𝑢𝑟𝑎|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora