KILLER QUEEN [Loki y tú] |𝑟𝑒𝑒𝑠𝑐𝑟𝑖𝑡𝑢𝑟𝑎|

12. Baile

Los violines y demás instrumentos clásicos sonaban por todas las habitaciones. 

____ se sentó en la pequeña terraza que había en su habitación, a donde usualmente iba a leer o escuchar música debido a su hermosa vista de los jardines del palacio. El día anterior, Frigga se había acercado en medio de su entrenamiento con Loki para informarles que habían sido especialmente invitados por Odín a una fiesta que se realizaría en el gran salón.  

— ¿Extendió la invitación para mi también?— cuestionó Loki con una sonrisa traviesa. 

— Han pasado dos meses desde que iniciaron su entrenamiento y él reconoce que has realizado un gran trabajo como su maestro, hijo mío. Es un reconocimiento a tu persona— explicó la reina. 

— No deseo ninguna clase de reconocimiento de Odín, gracias. 

— Ya, ahora repítelo siendo honesto —se burló la joven, negándose a creer (por obvias razones) que Loki rechazaría el aprecio de su padre, siendo ello lo que más buscaba. 

___ vio la mirada triste en el rostro de la reina ante la idea de que su hijo rechazara la oportunidad de tener una noche libre. Recordó lo que le prometió y fingiendo, tal vez no tanto, emoción, logró convencer a Loki de asistir. Sentada en el cómodo sofá individual que había colocado en la terraza, se lamentaba de ello. Todo el entrenamiento la dejaba agotada, tanto física como mentalmente; su último deseo era asistir a una reunión social de alta alcurnia. Aunque, bueno, ella era una Stark, y a pesar de ello, las cenas elegantes y formales habían sido parte de su vida en muy contadas ocasiones. Tony Stark no era de los hombres que se sientan por horas a cenar y conversar, mucho menos de llevar a su hija de talentos varios. 

— ¿___? —una delicada voz resonó en su habitación. La joven sonrió al ver a la reina e ingresó para saludarla— Te ves preciosa, aquel vestido de mi juventud realza tus lindas facciones y tu figura. 

— Gracias por prestármelo, no tenía planeado asistir a estos eventos cuando alisté mis prendas. 

— Oh, no te preocupes. Otro día llamaré al costurero real para que te confeccione hermosos vestidos.— Frigga tomó ambas manos de la chica y la guió en frente del gran espejo— Eres muy bella, querida. 

Ella admiró su reflejo, sus ojos brillaron al sentirse más hermosa que nunca. Las telas asgardianas relucían lo mejor de ella e iluminaban perfectamente su rostro. Su cabello levemente ondulado caía delicadamente por su espalda. Sus aretes brillaban gracias a la luz de luna que entraba a través de las cortinas y el collar que decoraba su cuello dotaba de más elegancia aquel vestido verde. Vestido digno de una princesa, es decir, lo que fue Frigga cuando usó el vestido. 

— ¿Lista para irnos? — Frigga ofreció su brazo para caminar juntas— Hay muchas personas expectantes por conocerte. 

— No me apetece interactuar con nadie— comentó con poca emoción. 

Caminaron lentamente por los largos pasillos del palacio. La joven agradeció que la reina hubiese ido a buscarla, de lo contrario se hubiera perdido por el camino, o escondido en la biblioteca a descansar. Sus piernas se sentían tensas y un par de moretones eran fácilmente identificables en su piel descubierta. Frigga acarició su cabello antes de que las puertas del recinto se abrieran para ellas. 

Todos desviaron su atención, pues fueron presentadas por los caballeros que anunciaban las llegadas de los invitados más importantes. Odín volteó a ver a ambas mujeres con dulce adoración, a su amada compañera de vida y a la dulce joven que en ocasiones alegraba su día con sus ocurrencias.  Se acercó a ellas seguido por otros líderes importantes, algunos de otros mundos. Elogiaron a la reina rápidamente y se presentaron frente a ____ con cautela.