Beomgyu tomó todo el aire posible y se adentró en el interior de la casa.
Todo estaba roto y sucio, había humedad en las paredes y techo, moscas por doquier y el olor era insoportable, además de la oscuridad que le impedía ver.
Beomgyu se alejó de la puerta, tratando de ver por dónde caminaba para poder llegar a la habitación.
Cuando el sonido de la puerta cerrandose lo alarmó y se giró rápidamente, encontrándose con Yeonjun, quien clavó la miraba en el.Estaba demacrado, tenía ojeras y se veía delgado, su ropa estaba sucia y su cabello desordenado.
-Yeonjun.. - Nombró de manera trémula.
-Wow, de verdad estás aquí.
- Dijo con voz ronca, mostrándole una sonrisa malévola.-¿Estás.. bien?, Te ves... diferente. - Dijo. -Y la casa tampoco parece estar bien..
- Mientras observaba la humedad en el techo.-No.. no, Beomgyu, no estoy bien. - Confesó moviendo su cabeza de un lado al otro, deshaciendo su sonrisa.
-Yeonjun... - Beomgyu comenzó a sentirse atemorizado por la manera en la que actuaba el mayor.
-Beomgyu, ahora que estás aquí.. - Dijo con voz hóstil antes de acercarse a la perilla de puerta, a la cuál le puso seguro.
-¿Qué estás haciendo?
- Preguntó trémulo, con las gotas de sudor que comenzaban a deslizarse por su rostro.-No estoy bien, Beomgyu.. y es por tu culpa.
-¿Por mi culpa? - Cuestionó.
-Si, todo esto lo ocasionaste tu.
-Yeonjun, yo no tengo la culpa de nada, que tu acabaras así simplemente por qué terminé contigo es problema tuyo.
- Apuntó.-Beomgyu.
-Dejaré tus medicamentos aquí y me iré, así que muévete de la puerta. - Ordenó firme.
Yeonjun se acercó al castaño.
-Me gustas, Beomgyu.
- Le recordó, con una ligera sonrisa que le puso la piel de gallina.-Aléjate. - Gyu lo alejó de un empujón, ocasionando que Yeonjun le lanzara una mirada enfebrecida.
-¿Porqué no puedes responderme con algo bonito tan solo una vez? - Preguntó frunciendo el seño, acercándose nuevamente.
-Yeonjun, comienzas a asustarme, por favor.. aléjate. - El menor suplicó, estaba aterrado y no podía parar de pensar en las mil cosas que podría pasarle en ese momento.
-¿Porqué estás asustado?, No tengas miedo... no te haré nada.
Beomgyu alzó la cabeza, encontrándose con los ojos que en algún momento fueron brillantes. Cuando Beomgyu comenzó a recordar lo buena persona que era Yeonjun y que no era capaz de lastimar a un bicho siquiera, dejó de sentirse asustado y logró calmarse.
Fue entonces cuando un fuerte e imprevisto puñetazo chocó contra su rostro y al haberlo tomado desprevenido, Beomgyu cayó al suelo sin problemas.
Yeonjun se agachó para verlo, hizo a un lado el fleco del menor para poder verificar que sus ojos estuvieran cerrados y así asegurarse de que estuviera desmayado.[...🌌]
Los ojos color miel del menor se abrieron y luego de varios parpadeos observó el lugar en el que estaba, parecía una cocina... una cocina muy descuidada. Y había una persona enfrente suyo, parecía tratarse de un hombre debido a la complexión de su cuerpo, supo que el estaba cocinando gracias al sonido de la aceite hirviendo en la sartén.
Se sentía agobiado y húmedo, su cabeza dolía y sentía un extraño calor en su cuerpo, como si hubiese hecho deporte durante varias horas seguidas.
No podía moverse, como si sus brazos y piernas estuvieran pegadas entre ellas, y ahí fue cuando lo notó. Había una soga que rodeaba parte de su torso con brazos incluídos y otra que rodeaba sus piernas, evitando que pudiera separarlas.En ese momento, recordó todo lo que pasó esa misma tarde y los nervios volvieron, su corazón se aceleró y comenzó a desesperarse al no poder moverse.
-No te safaras de eso. - Dijo Yeonjun mientras movía el sartén sobre el fuego.
Yeonjun estaba desnudo y de su cabello goteaba agua, lo único que llevaba puesto eran unos boxers negros y un delantal azul con estampados de margaritas. Y Beomgyu era la única persona en el mundo que conocía el tan deseado cuerpo del pelinegro y la única persona en no mostrar interés en el.
Luego de unos minutos, Yeonjun se giró con un plato en sus manos, el cuál traía un omelette.
Lo dejó sobre la mesa ya limpia y comenzó a cortarlo en trozos pequeños.
Beomgyu miró temeroso a Yeonjun, quien a comparación de hace unas horas, se veía realmente bien. Pero eso no quitaba que tuviera miedo.Yeonjun picó un trozo en el tenedor y lo acercó a la boca de Beomgyu, esperaba a que lo probará, pero este solo giró su cabeza en señal de rechazo.
-Beomgyu, por favor. - Pidió.
-No. - Beomgyu siguió rechazandolo, estaba 100% seguro de que eso estaba envenenado.
-Si no comes, tendrás hambre después.
-Aleja eso de mi, Yeonjun.
-Mierda, Beomgyu, abre tu maldita boca. - Ordenó alzando la voz con impaciencia, lo que asustó al castaño y quien accedió y abrió la boca.
Yeonjun sonrió e ingresó el tenedor en la boca del menor, este la cerró cuando lo sacó y comenzó a mastilar lentamente.
-¿Y?, ¿Está rico? - Preguntó ilusionado.
Beomgyu asintió impresionado, creyó que sabría mal pero sorprendentemente, ese omelette estaba delicioso.
Y así, acabó el omelette. Yeonjun lavó todo lo usado y se paró a su lado.
-Ven, vamos a la cama. - Dijo sonriente.
Pero al no poder moverse, Yeonjun lo tomó en sus brazos y lo subió a la segunda planta sin problemas.
Abrió la puerta de su habitación y la cerró una vez dentro.Lo sentó lentamente en la cama y posó sus manos en los hombros del menor estando de pie frente a el.
Tomó las mejillas de Beomgyu e hizo que levantará su vista para encontrarla con la suya.-Eres el ser más precioso que alguna vez conocí. - Le dijo con una suave sonrisa. -Por eso no puedo permitir que te alejes de mi, o si no otros podrían tenerte.. y no quiero eso, Beommie. - Explicó borrando su sonrisa y cambiandola por una expresión triste.
Beomgyu lo miró desconcertado.
-Beomgyu, no puedo dejar que te vayas... - Confesó.
Los ojos de Beomgyu se abrieron más de lo normal y su cuerpo comenzó a temblar al entender a que se refería Yeonjun.
-Ya me he duchado y he limpiado bien la habitación, así que no te preocupes, ¡Dormiremos cómodos y calentitos tal y como solíamos hacerlo! - Yeonjun se lanzó sobre Beomgyu para abrazarlo, acostandolo y aplastando la cara del menor contra su pecho.
Estuvieron así unos minutos, hasta que se levantó y movió a Beomgyu para poder acomodarlo y taparlo.
Yeonjun se acostó a su lado para poder verlo y así apreciar cada pulgada de su rostro. Al cabo del tiempo, Beomgyu no dijo una sola palabra desde que llegaron a la habitación y solo dejó que Yeonjun lo mirara sin quejarse, a pesar de que se sentía incómodo.
Hasta que el mayor levantó su mano, la posó en el cabello del menor y comenzó a acariciarlo mientras le decía todo lo que pensaba y quería de el, tanto cosas tiernas como vulgares.
Pasado de un rato, ambos se quedaron dormidos.
La oscura noche, de pocas estrellas y careciente de algún sonido, era iluminada por una brillante luna llena que de ahora en adelante sería la única amiga de Choi Beomgyu.
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Ultraviolence | YeonGyu.
Fanfiction« "Me gustas, Beomgyu, y por eso no puedo dejarte ir". » • ❗: Viol3nc1a, Abus0 & Maltr4t0. • ❗ : Si sos sensible a este tipo de historias, te recomiendo dejar de leer para evitar problemitas.