Ultraviolence | YeonGyu.

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Beomgyu se encontraba acostado de lado en la cama, mirando la ventana frente a él mientras derramaba lágrimas que mojaban su rostro y las sábanas en las que estaba, sollozaba y frotaba sus ojos entre jadeos. Pensaba en sus padres y en como estarían sintiéndose, la preocupación y desesperación de poder encontrarlo y saber que no podía hacer nada estaba desesperadolo a él también, no tenía idea de dónde estaba su celular y apenas tenía fuerzas para caminar.

Si tan solo no hubiese discutido con Kai.. le habría dicho a dónde iría o quizá, ni siquiera le hubiera dejado ir a la farmacia. Se odiaba tanto.. no debió haber dicho eso y comenzó a insultarse a si mismo.

Beomgyu abrió sus ojos con un pequeño sobresalto, sintió como alguien lo abrazaba por detrás y apoyaba el mentón en su hombro. Era Yeonjun, que lo abrazaba y frotaba su cara en el cabello castaño del menor.

—Perdón por lo que dije. - Se disculpó con un suave tono de voz, mientras acariciaba el cuerpo del menor con sus manos.

—No fue mi intención, trataba de hacerte reír.

—¿Tratar de hacerme reír?, Te estabas burlando acerca de cómo mis padres llevan días buscándome debido a que fuí secuestrado por un loco, ¿Esperas a que me ría de eso? - Cuestionó fastidiado.

—Claro que si, de todas formas estás mejor aquí... conmigo.
- Las manos de Yeonjun se deslizaron hasta las piernas de Beomgyu, dónde las acarició suavemente, esto junto lo demás, molestó al menor.

Y Beomgyu, enojado, se giró bruscamente golpeando la cara de Yeonjun con su codo y haciendo que este retrocediera, tocando el lugar en dónde fue golpeado, su mejilla.

El castaño se giró por completo y se acercó un poco a él, preocupado y asustado por como reaccionaría Yeonjun, trató de asegurarse de que estuviera bien.
Lo cuál no fue la mejor decisión.

Yeonjun se levantó rápidamente y se encimó en Beomgyu, este lo miró con temor y habló.

—¡Ye-yeonjun, lo siento, no fue mi inten.. - Beomgyu no pudo acabar de hablar, pues tenía las gruesas manos de Yeonjun rodeando su cuello y haciendo presión, estaba ahorcandolo.

Trató de quitar las manos de su cuello, pero al tan ser fuertes y pesadas, no le sería posible separarlas de él. Solo quedaba esperar a que Yeonjun se calmara y lo dejara.

Con sus pulgares presionaba el centro de este y con los demás dedos apretaba el resto, Beomgyu trató varias veces de respirar, sin poder lograrlo. Sacó su lengua debido a la presión e intentó respirar nuevamente mientras trataba de quitar aquellas manos que no le permitían el paso del aire.

Hasta que de alguna manera, los lagrimosos ojos de Beomgyu hicieron que Yeonjun recapacitara y se detuviera. Separó sus manos del cuello del menor y se alejó lentamente, manteniendo la mirada en el, cambiando a una más apenada, como si se arrepientiera de ello.

—Perdón.. - Yeonjun se disculpó nuevamente, Beomgyu aprovechó y se alejó para acomodarse, pegándose al respaldo de la cama mientras tosia sin parar en tanto tocaba su cuello para asegurarse de que estuviera bien.

El pelinegro se alejó de él y se puso de pie, aún mirándolo, le habló.

—Iré a... hacer algo. - Dijo finalmente, antes de cruzar la puerta y salir de la habitación, dejando a Beomgyu solo.

Al salir de la recamara y cerrar la puerta. El corazón del menor no paraba de latir, con sus nervios hasta el cielo y con el miedo constante de que algo malo le pasase en cualquier momento, de sentir que no estaba seguro, que no estaba a salvo y que a pesar de todos esos "cuidados" y "buenos tratos" que le daba, aún así se sentía aterrado y no paraba se sentirse asustado todo el tiempo, pues Yeonjun era impredecible y eso le generaba ansiedad.

Acercó su cabeza a sus rodillas y las abrazó, con su cuerpo temblando del miedo y transpirando de la agitación provocada por los movimientos bruscos que hizo al tratar de librarse. Comenzó a preguntarse...
"¿Tendré que aguantar todo esto?, ¿Hasta cuándo?", "¿Mi vida será así de ahora en adelante?", "¿Podré aguantar?", "Mis padres... ¿Podrán seguir si algo llegara a pasarme?".

Comenzó a llorar, quería volver a su hogar con sus padres y poder arreglar las cosas con Kai. Ya perdía la cantidad de días que llevaba ahí, ni siquiera recordaba las fechas y no recordaba la hora, estaba estresandolo el tratar de recordar algo.

Yeonjun, por otro lado, se encontraba en una pequeña y oscura habitación, sentado frente a seis pantallas, las cuales mostraban distintos lugares de la casa y una en específico, mostraba a Beomgyu, quien lloraba y sollozaba en la habitación. El pelinegro, con su mano apoyada en la mesa, posó su mentón en su puño, mientras observaba con atención al menor que lloraba, mostrando en un pequeño momento una sonrisa de satisfacción.

[...🌌]

Yeonjun y Beomgyu acababan de cenar, ambos estaban listos para dormir, por lo cual se acostaron tan pronto entraron a la recamara.

Beomgyu se acostó de lado, dándole la espalda al mayor quien al notarlo se acercó a él y lo abrazó. Acercándose especialmente a su oído y a su trasero.

—Hagámoslo, Beommie. - Dijo sonriendo pícaro.

Beomgyu hizo un gesto de disgusto acompañado de movimientos con la cabeza de un lado al otro, negándose.

—Porfavor.. - Yeonjun susurró en su oído, metiendo su mano por debajo de la camisa de Beomgyu, apretando uno de sus pechos, provocándole un pequeño sobresalto.

Beomgyu quitó la mano y se cubrió con la manta rápidamente, siendo esto inútil, pues Yeonjun siguió insistiendo.

Volvió a acercarse y lo abrazó por detrás, apoyando su miembro en el trasero del castaño. Al sentirlo, Beomgyu se alejó y se giró en dirección a Yeonjun, está vez lo hizo lentamente para evitar inconvenientes.

—Yo.. no quiero hacerlo hoy, Yeonjun, hagámoslo otro día.
- Pidió.

Yeonjun lo miró, al principio con desacuerdo y luego con aceptación. Giró por completo a Beomgyu y lo acercó a su pecho, el menor se sintió incómodo, pero sabía que una sola que era capaz de enojarlo, por lo que decidió quedarse callado.

Hasta que se quedaron dormidos, Yeonjun abrazaba el cuerpo de Beomgyu y este dormía pegado a su pecho. Está vez, ambos eran alumbrados por la luz de la luna.