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¿Él era un sueño?, o quizá...¿Una pesadilla?

Beomgyu no estaba seguro, todo en su cabeza era confuso y borroso, no lograba comprender de lo que se trataba y estaba aturdido. Todo su cuerpo dolía y ardía, no podía mover su cabeza, por lo que él era lo único en su campo visual.

Se trataba de la imágen de Yeonjun fumando desnudo, mirando por el gran ventanal que dejaba entrar la pálida luz de la luna, la cuál iluminaba su esbelto cuerpo, que parecía brillar como si se tratara de un vampiro.

Beomgyu lo observaba acostado desde la cama, en la oscuridad que le provocaba escalofríos debido a las frías brisas que entraban por el ventanal.

-Cierra la boca.. - Ordenó irritado, harto de oír sus quejidos.

-Tengo frío... - Sollozó el castaño.

Yeonjun se giró con el seño frunciado, el cuál deshizo una vez vió a Beomgyu sobre la cama, el pelinegro no pudo evitar sentir un poco de pena por el menor, así que arrojó el cigarrillo y se acercó a él.

-Oh, bebé. - Mientras se recostaba a su lado. -Tu mismo te buscaste esto, yo no te mandé a romper esa ventana.
- El pelinegro tomó la manta y tapó el cuerpo de Beomgyu, asegurándose de que estuviera bien cubierto.

-Eres hermoso, Beommie, nada en este mundo me haría encontrar una sola imperfección tuya, eres tan precioso... Tan lindo... Tan adorable... Tan encantador... Tan irresistible... Por eso, debo mantenerte conmigo hasta el fin de nuestros días. - Le dijo, deshaciendo la sonrisa que había formando al inicio de sus palabras, poniéndose serio.

Beomgyu lo miró de una manera cansada y triste, era la misma mirada que le daba cada vez que le decía ese tipo de cosas.

Yeonjun volvió a sonreír y lo tomó en sus brazos, para luego salir de la habitación y dirigirse al baño.

Allí preparó el agua para ducharse y se quitó el pantalón, la única prenda que llevaba a comparación con el castaño, quien estaba completamente desnudo.
Una vez lista el agua, ambos se metieron en la bañera, sentó a Beomgyu en el espacio entre sus piernas y él detrás.

-Yeonjun... - Llamó el menor.

-¿Si, cariño?

Pero Beomgyu solo guardó silencio, pensaba en algo y dudaba en contarlo o no, hasta que luego se unos minutos finalmente lo hizo.

-¿Crees que podamos comer pasta para el almuerzo de mañana? - Preguntó.

-Claro, pero creo que se acabó, aún así buscaré. - Le respondió con una sonrisa mientras masajeaba su cabello.

-Gracias. - Agradeció el menor.

Beomgyu estaba totalmente seguro de que diría que no o algo por el estilo, pero le sorprendió que aceptará, ¿Quizá él también quería comer eso?

Después de un tiempo, ambos salieron del baño ya limpios y se dirigieron a la habitación.

(Se debe aclarar que en la casa hay tres dormitorios, una en la que siempre duermen, otra que utilizan mayormente para tener relaciones y la última que está sellada. En este momento estarían usando la primera.)

Yeonjun recostó cuidadosamente a Beomgyu sobre la cama y lo cubrió con la manta, para luego acostarse a su lado y abrazarlo, mientras lo miraba atentamente hasta que le llegara el sueño.

Los ojos de Beomgyu no eran los mismos de antes, aquella felicidad y tranquilidad se había ido, y ahora en su lugar no había más que enojo y sufrimiento. 
Se sentía inseguro, aún siendo abrazado por Yeonjun, no sentía nada, ni calor o alguna sensación de ser protegido.

Ultraviolence | YeonGyu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora