—¿Papá?—Bajo las escaleras sin hacer mucho ruido, y camino entre habitaciones buscando a su papá. Se detuvo en el umbral de la puerta de la sala y asomó su cabeza arriba de la nariz.
—¿Papi?...—Entro a la sala y sento en el sillón, en el piso estaba su papá tallando su cara.
—¿Que paso mi niña?—Se levantó del piso, e hizo como si sus ojos no estuvieran al desborde de las lágrimas. Se sentó al lado de la niña y la sentó en sus piernas mientras la abrazaba.
Le hizo piojito en su cabello mientras ella se apegaba más a él.
—¿Estás bien?—Dejo de pegarse a su papá y miro hacía arriba mientras ponía sus manitas en la cara de su papá. No le gustaba verlo llorar.
—Sí linda, estoy bien.—Sentía nudos horribles en su garganta, y le costaba un poco articular, aunque sabía disimularlo y controlarlo bastante bien. Años de práctica sirvieron de algo
—No te ves bien—Volvió a pegarse a su papá mientras entre cerraba los ojos.
—Es porque tengo sueño...—Le hizo piojito una vez más mientras miraba al suelo.—Hablando de eso...¿Que haces despierta?—Se levantó del sillón cargando a Pandy aún.
—Es que no subías—Paso sus brazos por atrás del cuello de su papá
—Es muy tarde para seguir despierta..Vamos a dormir—Subió aún cargando a Pandy y entró al cuarto de la menor para dejarla.
—¿Puedes dormir conmigo?—Dijo cuando ya estaba sentada en su cama lista para acostarse.
—Uhm...okey, solo un rato ¿sí?—Se acostó a un lado de la niña quien le pasó dos peluches de los que había en su cama.
—Buenas noches Papá.
—Buenas noches Pande.
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Hola mis gays, ya llegué después de desaparecer casi un mes.
