Te esperé.
Lo hice, ¿lo volvería hacer? Otra pregunta que se suma a mi larga lista de dudas. Espere ese mensaje, esa llamada (incluso sabiendo que no gusta hablar por esta), llegue a fantasear que una mañana al levantarme, lo primero que vería en mi celular sería "¿Podemos hablar?" o "Me gustaría volver a intentarlo".
Te esperé con tantas ganas que aun tenía la esperanza de verte en mis sueños, de verte en cada lugar que iba y que me estarías esperando, me pasaba la madrugada despierta creyendo que al amanecer todo iba a cambiar, que solo un mal sueño que había tenido, que todo era un mal entendido, aun sabiendo que no debía de haberlo, lo hice.
Te esperé hasta que entendí que no eres para mi, ni yo para ti. Entendí que tuvimos nuestro momento, que debo aprender a dejarte ir, entendí que no era el momento indicado, me quedo claro que hubo (aunque sea un momento) en que nos olvidamos del mundo y solo éramos tú y yo, allí en tu cama, abrazados y diciéndonos lo mucho que nos amamos, entendí que solo fue una etapa, entendí que ya estaba bueno de sufrir, entendí que yo era más que una niña deprimida por una ruptura, entendí que yo solo era la mujer del proceso que tanto temía ser.
