02: familia Cullen

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Ser el menor de los Cullen de cierta manera traía sus ventajas, la manera en que aquella familia procuraba que aquel niño estuviera cómodo había sido su principal meta después de haberse conocido, incluso cuando la primera interacción que tuvo con los hermanos Cullen había sido algo extraña, eventualmente supo el por qué; la manera en que unos de sus hermanos en especial tuviera que ser trasladado a otro lugar durante la presencia de este empezó a hacerlo pensar que algo estaba mal con él. 

Sin embargo, tiempo después, cuando el menor de los Cullen permanecía dentro de esa casa, el secreto fue revelado con tanta imprudencia que Cantor casi salió corriendo de aquella casa, gritando y llorando pidió que por favor no lo mataran, que prometía y juraba, juntando sus pequeñas manos y lágrimas en los ojos, diciendo que su secreto quedaría a salvo con él. Fue el golpe que necesitaban los Cullen para rendirse ante esa cara llorosa. Incluso cuando una de las hermanas se había reído de él en el momento que pidió que no lo mataran. Como si la parte de "Vampiros vegetarianos" su mente lo hubiera dado por sentado posiblemente por el pánico. Con el pasar de los tiempos, la relación que nació con el miedo en el más pequeño fue disipándose tan lento que juraba dentro de sí mismo que su aceptación al clan Cullen iba a durar siglos en suceder y, aún así, sabía que ellos estarían esperando por ello. Incluso si su humana vida no alcanzaba para hacerlo.  

Hubo malos momentos, sí, cuando varias veces fue casi atacado por Jasper, aquel vampiro. Era rubio, como el primero, pero más alto y delgado. Su piel estaba completamente cubierta de cicatrices, espaciadas más densamente juntos al cuello y la mandíbula. Sin embargo, todos se disculpaban con él siempre que pasaba y con caras preocupadas ante la reacción del menor de lo que sucedía con frecuencia. En realidad fue bastante reconfortante como prometía ayudarlos ante aquello —en realidad siempre moría de miedo cuando en una de sus ayuda propuso hacer la dichosa terapia de choque que una vez Carlisle había propuesto en broma—, y cada vez que sucedía, todos los Cullen estaban con ellos, prestando demasiada atención con sus ojos dorados puestos sobre aquellos dos chicos. Aquello provocó eventualmente que Jasper se hubiera acostumbrado a su olor, soportando estar incluso a su lado sin sentir aquella necesidad de lanzarse sobre el menor, como en un principio.

Definitivamente era una familia demasiado complicada. Una que se había vuelto aún más loca cuando la presencia de una nueva humana en sus vidas prontamente iba a hacerse presente.  

—¡Cantor! —la voz de Emmett sonó con una risa de por medio mientras perseguía al menor de los hermanos, quien corría y su risa llamaba la atención de todos mientras se acercaba a la mesa donde tomarían su respectivo almuerzo, detrás de ellos los seguía Rosalie muy de cerca mientras veía como finalmente Cantor era alcanzado por su pareja.

—Dejen de ser infantiles —pidió, sentándose al lado de Cantor mientras cuidaba de que no regara comida sobre sus ropas —, y Cantor, cariño... deja de provocar a Emmett en la escuela, ya sabes que es un poco basto.  

—¡Como usted diga, mi señora! —contestó con la boca llena. 

Rosalie rodó sus ojos divertida mientras escuchaba las quejas de su esposo cuando esta lo llamó infantil alegando que no era justo que enano Cantor pudiera "golpearlo" y este no pudiera responder, llamado de paso a su hermano tramposo.  No poco después, Jasper y Alice se habían unido a ellos; Alice dándole un sonoro beso en la mejilla de Cantor y Jasper acariciando sus cabellos mientras se sentaban a su lado. Los hermanos Cullen estaban reunidos, o casi todos. Las miradas discretas hacia ellos no se hicieron esperar ante la escandalosa risa de Cantor y los sutiles regaños de Rosalie diciendo que baje un poco el volumen de su voz; siendo claramente ignorada. 

Una pequeña charla por lo bajo fue suficiente para que más miradas llegaran a ellos que ya empezaba a poner incómodo al menos de los Cullen, la mirada de Jasper y los ojos marrones de Cantor se encontraron un momento e inevitablemente la sensación de tranquilidad invadió su cuerpo. Suspiró sabiendo de quien se trataba.

WHITE (NO) FACE |  twilightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora