𝟎𝟎𝟐

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02

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02. un hada en la tierra.

Definitivamente, lo último que Astra se esperaba era aquello.

—¿hada?— río por lo estúpido que sonaba aquello.

—¿de qué te ríes Barbie si eres una tú también?, lo que no entiendo es que haces en la tierra, ¿te perdiste o algo?— la miro confundida.

—no se dé que me hablas, ¿por qué dices la tierra como si fuera algo extraño? ¿Estás loca o qué?

La pelinegra río por un rato hasta que entendió que la rubia frente a ella realmente no sabía nada de lo que le estaba diciendo— no me jodas, que realmente no tienes idea de nada— la miro totalmente sorprendida— soy Sia y tu mi nueva amiga eres un hada, todavía no sé de qué, pues lo que acabas de hacer jamás lo había visto.

—para ya, ¿esto es un tipo de broma?— seguía confundida por lo que acababa de suceder, un ogro la había perseguido, una extraña chica había levantado una piedra con su mente y sus manos habían brillado de un color extraño.

—quisiera decirte que sí, pero no lo es, no puedo explicarte todo ahora, ya que debo llevar al ogro que mataste devuelta a su lugar— se quedó pensativa unos segundos—¿me das tu dirección? Puedo programar el portal para que se abra aquí otra vez e ir a tu casa, ¿tienes de esas ventanas que salen en las películas para que las personas se cuelen? Siempre quise subir por una.

Astra no procesaba lo que le estaban diciendo, pero una cosa tenía clara, no estaba soñando, pues se había pellizcado a sí misma múltiples veces y ahora necesitaba explicaciones de qué diablos estaba pasando, así que sin pensarlo mucho le dio su dirección.

—un gusto conocerte chica... nunca me diste tu nombre.

—Astra— apenas pudo decir.

—Pues nos vemos más tarde Astra.

Vio a Sia cruzar un tipo de portal levantando al ogro con su mente y desaparecer en segundos.

—Joder...— susurro para sí misma comenzando su camino a casa, no quería ver más cosas extrañas hoy.


(...)


Al llegar a casa agradeció que sus padres le informaron que saldrían a cenar con unos compañeros de trabajo de su padre, lo que significaba que volverían tarde, se sentó en su cama nerviosa y confundida esperando que la pelinegra de antes apareciera.

No podía mentir investigo en internet sobre las hadas mientras esperaba y definitivamente la chica que había conocido no era una campanita.

Sonidos de piedras chocando contra su ventana hicieron que se levantara a abrir la misma para encontrarse a la supuesta hada con una sonrisa— voy a subir.

La chica miró a todos lados cuando subió a la habitación de la rubia analizando todo— tienes gusto, me encanta tu habitación, espero que mis compañeras me dejen decorar la mía en alfea, si no lo haré como sea— sonrió sentándose en la cama de Astra— cierto, no sabes que es Alfea.

𝐀𝐬𝐭𝐫𝐚 ── Fate: The winx sagaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora