Capitulo 4. (Kalista)

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- Joder, no me esperaba esto la verdad. Agárrate fuerte ¿vale? - Dice eso y empieza a aumentar la velocidad de la moto y apoyo mi cabeza en su hombro, intentando no ponerme nerviosa y cierro los ojos pero aun así siento el movimiento de la moto es mas agresivo y me agarro aun mas al cuerpo de Aiden - Confía en mi Kalista, esos idiotas no nos van a atrapar ni en sus malditos sueños.

Abro un ojo y miro como ágilmente va adelantando los coches y como pasamos rozando cerca de ellos pero no aminora la velocidad. Miro hacia atras, y la furgoneta no se queda atras y nos sigo desde cerca provocando que muchos coches piten como queja, ya que casi provoca un accidente y aun así no aminora la velocidad.

Siento que la adrenalina me sube por las venas, me siento viva además de mi corazón que parece que se va a salir del pecho. Me aprieto aun mas a el, sintiendo sus abdominales marcados ya que la camiseta que lleva es muy fina, dejando poco a la imaginación aunque no era momento de pensar eso así que vuelvo a mirar atras y veo que la furgoneta están sacando algo que parece un arma y los nervios me recorren la piel, ¿Qué había echo el para que le siguieran ese tipo de persona? a la gente normal no les pasaba eso.

- Tienen un arma Aidennnnnn - Grito al lado de el y el asiente y acelera aun mas, haciendo zip zap para adelantar coches algo que no podía hacer el no teniendo huecos, da unos movimientos bruscos y se mete en una calle y cuando miro para atras no veo la furgoneta y parece que expulso todo el aire. ¿Nos habremos salvado?. Seguimos montado metiéndonos en diferentes calles hasta que parece que estamos seguro de que no nos sigue y para la moto en un callejón.

Nos paramos en callejón que estaba bastante oscuro, donde lo único que se puede ver son basuras y escaleras de emergencia.  No espero ni un segundo para bajarme de la moto y quitarme el casco confusa ¿Qué estaba pasando?

- Que es esto Aiden porque te siguen unos tipos armados, por un momento sentí que iba a morir. - Le tiro el casco que lo coge y lo deja en la moto y me siento furiosa y empiezo a dar vueltas en el callejón mientras el me sigue con la mirada sin decir nada- ¿No piensas decirme nada?

El levanta la ceja y saca de sus bolsillos un paquete de tabaco y se saca un cigarro para apoyárselo en los labios y después encenderlo dándole una pequeña calada. Admitía que se veía sexy, y como sus ojos oscuros como la oscuridad me observaban sin perderse ningún movimiento mío hasta que decide hablar.

- Kalista, hay muchas cosas que no sabes y que no deberías saber y una de esas es esa. Si te lo dijera nunca mas podrías volver a tu vida normal y dudo que quieras eso.- Le da otra calada mientras se apoya en la pared de piedra que tiene detrás.- ¿Te crees que no podía haberme acercado antes a ti? Si no lo hice es porque no quería que vivieras riesgos así.

- Eres un idiota, me metes en tus problemas y ahora me dices eso. Pues si no querías meterme en tus problemas ¿Por qué lo hiciste ahora? ¿Ahora si te interesa? - Aprieto los puños furiosa, me hablaba como si fuera una niña, si tan peligroso era todo esto ¿Por qué se había acercado a mi? y porque no me dejaba elegir a mi lo que quería hacer. - y otra pregunta como sabias donde vivía yo.

- Porque estaba harto de no poder acercarme a ti, estaba harto de ver como muchos se acercaban a ti y yo tenia que estar en la puta oscuridad mientras me mirabas  con esos ojos. Porque me has idealizado seguro, piensas que soy un chico bueno, que tiene un buen trabajo y lo mejor de todo de que no te haría daño. - Tira el cigarro a alguna parte del callejón y se acerca a mi, un paso que da hacia delante, un paso que yo doy atras hasta que mi espalda toca el frio ladrillo y me quedo atrapada entre sus brazos que se colocan a cada lado de mi cabeza.- Kalista me vuelves malditamente loco pero dudo que pudieras soportarme.

Mi corazón se acelera, siento que me cuesta respirar. ¿Quién era Aiden? y no iba a negar que en mi mente había idealizado a Aiden, se veía el típico chico guapo, disciplinado y que tenia un buen trabajo. Estaba equivocada pero sabia que en realidad el no era ningún santo, pero no a este nivel porque en que trabajaba para que le estuvieran buscando unos matones. Me sentía mareada ante tanta información y su presencia me ponía mas nerviosa y su dulce aroma. 

Mi oscura obsesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora