Poderes?

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Al siguiente día , mi mamá me despertó y estaba muy enojada. No sabía por qué. Me jaló la sábana y me tiró de mi cama. No contuve y le grité una grosería . Ella me lanzó el libro que me habían dado Jane y Anthony . Me dolió como no tienen idea.
Me cambié rápido, tomé mi mochila y el libro . Bajé y sólo me tome un vaso con leche. Ya ni siquiera le pedí almuerzo a mi mamá porque igual y se enojaba más . Tomé un poco de dinero de una cajita donde guardan dinero en la entrada y salí .
El camión pasó enfrente de mí cuando cerré la puerta y salí corriendo ,pero no logré alcanzarlo .
Me veía súper estúpida corriendo atrás del camión pero valía la pena intentarlo. Era un día nuevo , tal vez mejoraría al anterior.
Recibí un mensaje y aunque no era buen momento lo leí. Era de Anthony .
No sabía cómo él y Jane habían conseguido mi número pero ña.
~ Por qué corres? El camión te esperará. ~ decía el mensaje.
Volteé a ver si Anthony estaba por ahí pero no.
Luego el camión se detuvo . Estaba súper confundida pero corrí y me subí .
Hasta atrás estaba Jane con otra niña y Anthony estaba sólo y me senté con él.
- Te preguntarás cómo logramos hacer eso Jane y yo cierto ? - dijo antes de que yo le pudiera preguntar cómo sabían lo que hacía y pensaba .
- Si - dije nerviosa.
- Es algo que aprenderás a hacer luego. Mientras concéntrate en no hacer alguna idiotez que puedan usar para molestarte. - dijo .
Asentí y el resto del camino fue en silencio .

Los "poderes" de Jane y Anthony me estaban poniendo nerviosa.

Tenía miedo de que ellos me fueran a hacer algo .

Llegamos al ELEDEE , respiré hondo, y entré.

Recuerdan a Ema? Bueno, ahí estaba , ella y otras dos , que estoy casi segura de que sus nombres; son Wen ( supongo que Wendy ) . "Qué nombre tan feo" , pensé . Pero era de las malas así que no me importó. La otra se llama , según yo, Beca.

Estaban las 3 sentadas en una banca, y en cuanto las perdí de vista porque doblé la esquina para ir a mi casillero, me di cuenta de que me estaban siguiendo esas estúpidas.

No sabía si correr o esperar a que algo pasara.

Seguí caminando hasta llegar a mi casillero, lo abrí y no encontré nada.

Estaba confundida y nerviosa porque cualquier cosa podía pasar.

Lo típico era que metieran algo a mi casillero que me haría enojar, pero no. Éstas estúpidas sobrepasaban lo típico.

El punto no es ese, sino que día tras día , casi por un mes, me estuvieron molestando.

Cada día me dolía la cabeza a penas me levantaba. Le decía a mi mamá pero sólo me daba unas estúpidas pastillas que no servían para nada. Eran una completa droga inútil.

Me dolía horrible la cabeza, pero igual ya sabía que nadie me haría caso, así que tendría que sobrevivir por mi misma.

El poder del odioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora