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|COMO EN TU CASA|
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Verano del 2023,12 de Agosto
Hora: 20:15
Khristina esperó todo lo que pudo a que Hobie cruzase de nuevo esa puerta. Estuvo sentada el tiempo suficiente en el sofá, leyendo alguna obra distópica y nacionalista que tenía por las estanterías, como para que el tiempo se amortizase. Pasó una hora y seguía sin saber nada.
Pero a medida que pasaban las horas, la esperanza se iba perdiendo. La posibilidad de que cruzase la puerta de entrada, y le fuera completamente sincero en lo que habían visto sus ojos y escuchado sus orejas era igual de remota que el haberse conocido caminando por la calle.
A las once, se había marchado.
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EN CASA DE KRHISTINA SALVATOREHora: 23:24
En el sueño, Khristina estaba en una especie de almacén abandonado. Era un edificio antiguo, probablemente de las industrias téxtiles del siglo pasado, en algún sitio de Nueva York. Caía la noche cuando ella descubrió que, para su ninguna sorpresa, estaba sola.
Parte del techo estaba derruido, en forma de círculo, y los escombros se almacenaban donde estaba ella. La luz de la luna, plateada y brillante, sin ninguna nube que la cubriese, entraba por el hueco.
Wanda Maximoff estaba delante de ella. Llevaba su atuendo de Vengadora, un traje rojo escotado con medias de un color más suave y la tiara puntiaguda en la cabeza. No tenía los mismos ojos castaños que presumía en las antiguas ruedas de prensa que daban, sino dos orbes luminosos rojos similares a la apariencia de la niebla. Khristina se echó para atrás, pero la bruja fue más rápida en sujetarla. La mano enguantada se aferró a la muñeca desnuda de Khris. Aunque quisiera gritar, no podía. Tampoco hablar. La garganta le dolía de intentarlo, el grito contenido en el interior de su garganta.
-Cuídate de los extraños vestidos de negro -el rostro contraído advertía peligro, advertencia, frustración. Emociones negativas.
-¿Qué significa eso? -preguntó. Las esferas rojas se contrajeron y oscurecieron a la par. El agarre se volvió más fuerte.
-No confíes en los que se visten de negro, falsos ayudantes.
Y como si de un sueño se tratase, uno de los dedos de Wanda Maximoff se posó en el centro de su frente y la sacó de él.
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Khristina se desertó con el corazón en la boca y el cuerpo empapado en sudores fríos. El cuerpo tumbado le temblaba en la superficie del colchón. Lo primero que vio fueron las estrellas infantiles que sus padres le habían pegado al techo cuando era una niña para no quedarse a oscuras, solo que estas no cumplían del todo su función por la luz que entraba por la ventana.
¿Qué diablos había soñado? ¿Qué significaba todo eso, si es que tenía un significado? Se veía tan real... Casi podía recordar el tacto de ese agarre, la fuerza de esos dos ojos rojos juzgándola y el frío del espacio. Pero estaba muerta. Era imposible que una maga como ella pudiera meterse en su mente, en sus sueños, de aquella forma.
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EL RUIDO DEL RELOJ -Hobie Brown x Reader
Fiksi PenggemarES UNA MINI-HISTORIA ---------------- Katherine Salvatore es una descendiente de inmigrantes asiáticos y europeos en un país donde serlo empieza a ser peligroso, incluso dar su opinión. Mientras el mundo se tambalea, el integrante de una banda empie...