Capitulo I

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Luego de varias horas de viaje por fin llegamos a Grayton Beach, se ve bastante tranquila, no tiene muchos habitantes y los vecinos parecieran que se conocen de toda la vida, algo bueno que destaco es que la casa a las que nos mudamos es muy linda y acogedora, además se encuentra a dos pasos de la playa que mejor a eso.

Mi madre acaba de decirme que el camión de la mudanza no llega hasta mañana así que hoy toca dormir en el piso con lo poco que pudimos traernos en el auto, además me insistió en aprovechar el día para salir a conocer y ver si ya hacia amigos nuevos.  Extraño un poco mi vida en la ciudad pero es un sacrificio que tuvimos que hacer por papa debido a que el siempre soñó con mudarse cerca de la playa cosa que en la ciudad no se nos permitía.

Sali a caminar a la orilla de la playa y me dio tanta tranquilidad no sentir el caos de los autos, el griterío de la gente o no poder estar un segundo en silencio disfrutando de un paisaje tan hermoso, he visto a unos chicos pasar con tablas de surf hacia la playa me han dicho que es algo que ejercen mucho por esta zona de Florida, luego de un par de minutos caminando volví a casa, llegando se me acerco la chica que vive al lado de mi casa. Ella es alta, pelo lacio y rubio, ojos cafés, además de tener un físico espectacular.

- ¡¡Holaa!! -dijo exaltada- veo que eres nueva en el vecindario y mi nueva vecina, te doy la bienvenida, me llamo Melanie pero mis amigos me dicen Mel, vi que venias sola de la playa y decidí acercarme a hablar, ¿Cómo te llamas?

- Eh hola, me llamo Mackenzie pero mis amigos me llaman Kenzie

- Interesante... ¿De donde vienes Kenzie?

-Me mude aquí desde Los Ángeles, un cambio bastante grande -bromee- pero los cambios suelen ser buenos dicen.

-Obviamente son buenos -respondió ella- y mas ahora que estoy yo en tu vida -bromeo- se que es muy repentino pero esta noche tendremos una fiesta con unos amigos a la orilla del mar, por si quieres venir -entrecerré los ojos, sorprendida a su invitación repentina- vamos, será divertida y conocerás nueva gente -repitió con una sonrisa compradora en su rostro- .

- Con esa cara ya me convenciste, nos vemos esta noche entonces -exclame- pero con la condición que me ayudes a vestirme para la ocasión, no estoy acostumbrada a las fiestas en la playa así que necesito alguien que me aconseje.

-Okey, nos vemos luego entonces Kenzie - me saludo con un beso en la mejilla y regreso a su casa y yo procedí a hacer lo mismo-

Vi a mi madre reojeando desde la ventana de la cocina y supuse que iba a empezar con sus interrogaciones, al entrar se me planto frente al camino y con una sonrisa de oreja a oreja pregunto...

-¿Ya haz hecho una amiga? - la mire con cara seria y finalmente murmure con una sonrisa- si mama, va eso creo, de hecho, me ha invitado a una fiesta esta noche para conocer mas gente y capaz poder hacernos mas cercanas.

-¡¡Que bueno Kenzie!! -exclamo alegre- ves que al final no fue tan malo y no la ibas a pasar tan mal acá.

-Si, por el momento no esta tan mal, no cantes victoria antes de tiempo, pero bueno, voy a mi habitación a desempacar mi ropa y ver que me pondré esta noche, bye.

*Mas tarde*

-¡KENZIE! -grito mi madre- te buscan

-¡Ya voy! -grite desde mi cuarto-, al bajar veo a Mel con unos short de jean azul marino y  una remera de tiritas que le queda arriba de su ombligo color rojo que hace que su piel bronceada destaque con esto, sin olvidar su hermoso pelo lacio y rubio que le llega a su cintura con unas pequeñas trenzas a los lados.

-Wow -exclame, fue lo primero que se me vino a la cabeza al verla- estas vestida hermosísima.

- Ow gracias Mel, vine a ayudarte como me pediste -exclamo- así que manos a la obra jovencita, a producirte.

- Si, vamos a mi cuarto.

Ya en mi cuarto Mel estuvo mas de 15 minutos haciendo combinaciones viendo que me quedaba mejor hasta que se decidió por un un top amarillo super delicado y unos shorts gastados que pegaban muy bien juntos.

Finalmente luego de varios arreglos y un poco de maquillaje ambas fuimos hacia la fiesta en la playa, al llegar vi un grupo de chicos sentados al rededor de una fogata tomando y riéndose, Mel tan carismática me presento con cada una de las personas que estaban en esa fiesta y pero jamás voy a olvidar la mirada de el, de Cristopher, lo primero que hizo al acercarnos fue clavar sus ojos en los míos y luego empezó a analizarme de arriba a abajo para terminar finalmente con una sonrisa picara y decirme que espera verme en mas fiestas, algo que no esperaba, durante toda la noche Cristopher y yo no dejamos de buscarnos la mirada, cuando lo hacíamos simplemente nos sonreíamos y en mi caso sentía como cada parte de mi se tensaba, aunque algo me quedaba dando vueltas en la cabeza, ya que Mel cuando nos presento me lo describió como el típico chico irresistible, mujeriego, que todas las chicas querían estar con el y no olvidar un pequeño detalle, es un niño rico así que su ego debe ser bastante alto, pero aun así con tan solo una mirada de esos ojos azules hacia que me olvide de todas esas especulaciones.

No volví tan tarde de la fiesta ya que al otro día debía levantarme temprano para ayudar con las cosas de la mudanza, pero tampoco podía dormir, lo único que tenia en mi cabeza era a Cristopher y a su sonrisa picara cada vez que nos mirábamos.

Finalmente luego de tantas vueltas que di para poder dormir, logre encontrar en sueño pensando en que me esperara mañana.

Un amor de VeranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora