One Shots Elizabeth Olsen

Sugar mommy - Elizabeth Olsen (2)

Estuve un tiempo en el que ni si quiera salía de mi casa, Elizabeth me dejó vacía. Siempre pensé en que ella sería mi futuro, pero la dura realidad me chocó y fue como si me hubieran lanzado un cubo de agua fría.

Decidí que iba a salir, iba a seguir con mi vida. Así que me vestí y en ese momento recibí un correo, lo fui a ver y me di cuenta que me habían aceptado en una universidad en Italia, me habían dado la maldita beca, no lo puedo creer!!

Aquella noticia había mejorado mi estado de ánimo y decidí salir a caminar un rato, quizás ir a por helado, darme tiempo de calidad para mi. Mientras caminaba hacia mi heladería favorita, pude ver a Elizabeth apoyada en su auto y un hombre trigueño besándola y ella riendo, feliz.

Creí haberme quedado entretenida mirándolos mucho tiempo porque Elizabeth y yo hicimos contacto visual, lo que me hizo sentirme apenada y correr hacia otro lado, lejos de ella. Con ese tipo de seguro me había estado engañando todo este tiempo, ni tan atractivo es, ¿cierto?.

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Era mi primer día de universidad, y creo que este día había hecho cambiar por completo el rumbo de mi vida. Estaba sentada en una de mis clases, esperando a que comenzara y una chica se sentó a mi lado y me saludó.

— hola !— dijo con entusiasmo.

— h...hola— dije confundida, no recuerdo haberla visto antes.

— waow que seria...ánimo!! — dijo haciéndome reír.

— bueno, empecemos desde el principio entonces— dije y ella asintió con una sonrisa — hola, T/n encantada — dije dando mi mano.

— hola, Nina...encantada — dijo devolviendo el saludo.

Y así fue como conocí a la mujer más encantadora y simpática que jamás haya conocido. Fue la mujer que se convirtió en la luz de mis ojos, y la razón por la cual pude volver a sonreír. Volví a ser yo, sin miedo al abandono.

Los años pasaron más rápido de lo esperado, terminé la universidad y conseguí trabajo rápidamente, logrando crear una de las empresas más grandes de toda Europa y todo junto a Nina, quien poco después se convertiría en mi esposa, aún recuerdo el día de nuestra boda, donde no pude evitar llorar mientras la veía caminar en el altar y donde supe que quería pasar el resto de mis días al lado de esa mujer.

— y ahora, los votos— dijo el cura y yo con las manos temblorosas, saqué la hoja doblada que tenía en el bolsillo de mi traje.

Los años me demostraron que tú eres mi destino, porque siempre estuviste ahí y porque me enseñaste que la vida se enfrenta con una sonrisa siempre en el rostro. Me enseñaste tanto, que una vida sin ti me parecería aburrida, sin interés. Desde el primer día cuando me sacaste de esa burbuja en la que estaba viviendo supe que siempre serías parte de mi corazón y de mi alma por completo. Te amo, y estoy lista para hacerle frente a la vida con una sonrisa, y contigo a mi lado.

Luego de ese pequeño discurso, que apenas me había tomado unos minutos preparar, vi que Nina estaba tratando de no llorar y estaba segura que era por el maquillaje de dos horas que le habían hecho.

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Pov Lizzie

Estaba en la casa, era de noche y esperaba por Robbie, quien al parecer se había ido de fiesta, como todos los días. Llegaron las tres de la mañana y casi me estaba quedando dormida en el sofá cuando escuché la puerta abrirse y vi a un Robbie borracho.

— ¿de nuevo? ¿Enserio?— pregunté y él giró los ojos.

— oh vamos! No seas tan fastidiosa Elizabeth!!— gritó e iba a subir las escaleras, pero yo no había terminado aún con el.