Daddy Hyune||Hyunlix

Idiot.

—¡Lo siento profesora! Le prometo que los niños no volverán a llegar tarde, tuvimos un percance en el trayecto.—Se disculpaba Felix con la profesora de sus hijos.

—Lo entiendo señor Lee, pero no puede volver a pasar. Tzuyu y Sunoo siempre exceden los 10 minutos de tolerancia pero hoy fue demasiado. Le recibiré a los niños hoy, pero que no vuelva a ocurrir.

—¡Muchas gracias profesora Hwang! Le prometo que no volverán a llegar tarde.—Agradeció genuinamente Felix, sus niños no podían quedarse solos en el microscópico apartamento en el que vivían sin supervisión alguna, sin mencionar que Sunoo amaba el jardín, lloraría por horas si no iba un día.

El omega salió corriendo directo a la parada de autobuses, esperando que uno llegara pronto, si no, no lo contratarían  y que lo hicieran no era una buena opción.

—Disculpe, ¿Espera el autobús?.—Un hombre se le acercó por atrás, al parecer un alfa por su fuerte olor.

Su lobo interior meneaba la cola en señal de alegría, ¿Era porque no había sentido el olor de un alfa tan potente como este? Eso debía ser.

—Si.—Respondió secamente sin voltear a ver el rostro del alfa, siendo reprendido por su omega. Al parecer, su lado animal no comprendía al humano, había decidido no volver a ilusionarse con un alfa, tenia más que suficiente con sus pequeños cachorros y no podía darse el lujo de observar al alfa y dejar que su lobo se ilusione.

Por el lado del alfa, el estaba en un debate mental entre si pedirle el número al omega frente suyo y hacer caso omiso a la marca de dientes muy tenue al punto de casi desaparecer  en su cuello o dejarlo ir.

"Omega, Mío, Mi omega" Eran las palabras que su lobo repetía como un mantra.

"Vamos humano, hazlo, quiero a mi omega" Le pedía a su portador, su lobo no comprendía como la madre luna lo había dejado con un humano tan cobarde.

—Disculpa, ¿Me podrías dar tu número?.—Después de cinco minutos de reprimendas mentales decidió preguntarle, cerrando sus ojos para que si el omega lo volteaba a ver no pudiera ver la cobardía pintada en su mirada.

Al no obtener respuesta, abrió los ojos, viendo a su omega subir al autobús con tanta tranquilidad.

Pudo sentir la tristeza de su lobo y tal vez un poco de la suya.

Tomo su teléfono, tomo una foto al autobús y se retiro hacia su coche, no sin antes hablarle a su mejor amigo.

"—Seungmin, creo que encontré a mi omega."

"—Hyunjin, saliste del trabajo veinte minutos y te encontraste con un omega?.—Pregunto mas con estrés que con duda"

"—¡Es mi lobo no soy yo!.—Se defendió."

Hyunjin tenia fe de volver a encontrar a ese omega rubio con olor a frutos rojos divinos.