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Cuando Jaekyung volvió a su habitación, por suerte no estaba el hombre con el que se había acostado, sería desagradable para él encontrárselo. Analizó el lugar dándose cuenta de que ya habían limpiado el desastre de la noche anterior, por un segundo volvió a tener un colapso de sus emociones, más específicamente esa ira que por alguna razón desaparecía.

Intento no darle más vueltas al asunto para ir a darse una ducha, mientras llegaba la hora del encuentro con el castaño decidió hacer algunas actividades para que pasara el tiempo más rápido.

Con su cabello aún humedecido caminaba por el pasillo en busca del elevador, se sorprendió levemente al sentir una mano deteniéndolo, o bueno, haciendo el intento. Miro curioso de quién provenía dándose cuenta de que era del mismo hombre de la noche anterior, sus mejillas por alguna razón estaban rojas.

- ¿Harás algo? ¿Puedo ir contigo?- Pregunto con cierta emoción.

Jaekyung analizó de arriba a abajo el contrario mientras alzaba una ceja.

- No.

Respondió simple para soltarse de su agarre y seguir su camino al elevador, por el contrario, el otro hombre se quedó en su sitio viendo como el más grande subía a este y segundos después se cerraban las puertas lentamente.

El hotel tenía zonas de juegos para pasar el rato, si no deseabas ir a la playa. No era que no le interesará, solo lo molestaba la gente que había alrededor. Le gustaba el mar, la playa lo tenía, eso lo hacía bueno para él, excepto la gente alrededor que era molesta.

Había una zona de golfito, así que decidió probar suerte con ese, pocas veces había tocado un palo de golf, ni siquiera recordaba cuál fue la última vez que lo hizo, pero ahí estaba preparándose para darle un golpe a la pelota. Se puso en posición para golpearla y sin medir su fuerza, la pelota salió volando lejos.

Causando gracia a algunos presentes, pero Jaekyung dejo caer el palo de golf mientras sostenía su hombro, una pequeña mueca de dolor se podía ver en su rostro, haciendo que un hombre mayor se acercara a él para comprobar su estado.
Sin decir nada y alejando al hombre, el azabache salió sosteniendo su hombro con dolor.

Había decidido el peor juego de todos, ahora su hombro dolía terriblemente. Su preocupación era si su hombro no se recuperaba, no podría volver a pelear. Pero una duda apareció en él, si ya no es el mismo ganador consecutivo ¿Por qué quisiera volver? Su carrera se estaba hundiendo poco a poco.

Recordó nuevamente a Dan, aunque odiar negarlo, él era parte de su racha ganadora, cuando desapareció no solo lo hizo él, también su racha. De alguna forma se sentía solo, miserable y abandonado, de ahí sus ganas de ver mal al fisioterapeuta.

Decidió quedarse en una pequeña zona que se utilizaba para el descanso o conocer gente, lo segundo no le interesaba, solo quería sentarse, y así lo hizo. Cerro sus ojos mientras mandaba su cabeza hacia atrás, había un olor agradable en el aire y había silencio, se sentía tranquilo.

Hasta que esa tranquilidad fue perturbada por dos chicos que parecían ser adolescentes. Intento ignorar sus voces chillonas y risas desesperantes.

- ¿Viste al barista? Viejo, deberías intentarlo.- Hablo uno de ellos.

Los ojos de Jaekyung se abrieron al escuchar la palabra barista ¿Acaso se referían a quién pensaba? Decidió escuchar atentamente la conversación.

- ¿Crees que me haga caso? Parece muy metido en su trabajo, intenté coquetearle y me mandó a volar.- Se quejó el otro.

El azabache frunció el ceño al escucharlo, no pudo evitar meterse en la conversación.

- ¿El barista de la playa?- Miro al joven con una mirada aterradora.

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