𝕹𝖚𝖊𝖘𝖙𝖗𝖔 𝖗𝖊𝖊𝖓𝖈𝖚𝖊𝖓𝖙𝖗𝖔

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Habían pasado unas horas desde que había llegado al hotel, y no había salido para nada, lo que necesitaba lo pedía por el teléfono que tenía en su habitación. Solo se encontraba tirado en la cama, viendo la gran ventana que tenía al frente, dejando ver la playa.
No podía negar que tenía una gran vista desde su habitación, su entrenador se había esforzado por conseguir la mejor.

Era relajante de alguna forma ver las olas moviéndose lentamente mientras comenzaba a oscurecer, podría quedarse por horas viendo el mar, era de sus cosas favoritas.

Se levantó de su cama algo perezoso para acercarse a la ventana, quería tener una mejor vista del mar, era lo único que le interesaba, por lo cual no se había fijado en la zona de la arena, que se veía bien iluminada y con una pequeña caseta la cual llamo su atención.

Se quedó unos minutos viendo como las personas se acercaban con una gran sonrisa y salían con una bebida alcohólica en la mano, ahora sabía que era un bar. Por alguna razón llamo tanto su atención como para hacerlo salir de su habitación.

Llevaba un pantalón corto y una camisa de tirantes, por suerte no tendría que tomar un vuelo de regreso para golpear a alguien.

Miraba a su alrededor con desinterés, no era algo nuevo, una simple playa con turistas tomándose fotos hasta con las rocas, era aburrido, lo único rescatable era el mar que se veía bien con todo y ya vería si las bebidas de la caseta valdrían la pena.

Se acercó a la caseta casi chocando unas chicas que iban riendo y se habían dado la vuelta sin fijarse que estaba ahí, ni siquiera se disculparon enojando un poco al hombre.

- Perras estúpidas.

Murmuró mientras volteaba a verlas con molestia.

- ¿Qué bebida le gustaría, señor...?

Al escuchar esa voz volteo su cabeza sorprendido, ahí estaba el pequeño bastardo que lo había dejado, Kim Dan.
Quien lo miraba sin poder creer que estaban cara a cara nuevamente.

El castaño no pudo evitar desviar la mirada mientras temblaba levemente, tenía miedo de que Jaekyung lo atacará como solía hacerlo si algo no le gustaba, y escapar sobrepasaba todas esas cosas.

- Tú... Pequeña escoria ¿Estás disfrutando tu nueva vida mientras la mía colapsa?

Jaekyung frunció su ceño mientras sonreía de forma algo sádica.
Dan solo cerro sus ojos mientras agachaba la cabeza. De tantos lugares ¿Por qué justo tenía que venir a ese?

- ¡Nunca me alegraría de algo como eso, señor!

Sus manos temblorosas apretaban el trapo con el cual limpiaba la barra. No entendía por qué aún le intimidaba, sabiendo que ya no le debía nada.

- Con todo respeto, ya no le debo nada. No tiene ningún derecho sobre mí.

El castaño había tomado el valor suficiente para levantar su cabeza y mirarlo seriamente, sorprendiendo aún más Jaekyung ¿Ahora era respondón? Parecía que Kim Dan no conocía su posición ante él.

- ¿Así es como me agradeces que te saque de esa mugrero que llamabas “hogar”?

Al pelinegro se le notaba indignado por sus palabras, en su cabeza hizo la mejor buena acción de todas, recoger a un pobre individuo y sacarlo de ese basurero, borrando completamente las razones por las cuales lo hizo.

- No pienso discutir con usted, repito ¿Qué bebida le gustaría, señor?

Aunque las palabras de Jaekyung lo estaban molestando un poco, prefirió intentar ignorarlas, no valía la pena discutir con alguien como él, además si intentaba herirlo había muchas personas presentes, sería un definitivo hundimiento de su carrera si lo hacía.

No sabía si le molestaba más saber que Kim Dan se encontraba perfectamente y no desgraciado como se lo había imaginado, o que se atreviera a responderle. Lo que había pasado por su cabeza, hacerlo besar el suelo por su perdón, se esfumó, definitivamente eso no pasaría.

De alguna forma no lo reconocía, el pequeño castaño que no reprochaba y solo obedecía, que temblaba cada vez que se acercaba, había desaparecido, ahora tenía a Kim Dan mirándolo directamente a los ojos sin intenciones de apartarlos. Aunque pensó por unos segundos que seguía siendo el mismo patético, lo sorprendió su determinación y para sorpresa del contrario, Jaekyung terminó sonriendo.

- Que te pongas encontrá mía, me molesta, pero también me pone caliente.

Esas palabras hicieron desconcertar al castaño, quien al poco tiempo sus mejillas se pusieron de un color rosa, miro de arriba a abajo al pelinegro buscando una pizca de broma en sus palabras, pero solo pudo notar una erección.

- Me debes estar jodiendo, te van a ver.

Miro con cierta preocupación alrededor esperando que no llegarán clientes, aunque Jaekyung era un idiota, consideraba demasiado vergonzoso que vieran una erección y más tan de la nada, así que abrió la puerta de la barra para jalarlo. Aunque el contrario termino entrando por sí mismo, Kim Dan aunque lo intentará no lo podría mover ni un poco si él no quería, por suerte colaboró.

- ¿Lo haremos aquí? Qué atrevido.

Al apenas estar dentro lo tomo de la cintura para acercarlo a él, el castaño solo intento zafarse ante su acción.

- Joo Jaekyung, suéltame.

Su ceño estaba fruncido mientras intentaba por todos los medios que lo soltará, pero solo se ganó una nalgada del contrario, haciéndolo sobresaltar mientras sus mejillas se ponían aún más rojas.

Jaekyung, por el contrario, tenía un tenue sonrojo mientras mordía su labio, quizás no podría tenerlo besando el suelo, pero podía ponerlo a besar y chupar otra cosa.
Su erección comenzaba a rozarse con Dan, haciendo que este buscará aún más desesperado soltarse.

- ¡Le digo que me suelte!

El rostro de Jaekyung se movió levemente hacia un lado mientras el castaño comenzaba a temblar al darse cuenta de lo que había hecho. Le había pegado una gran cachetada dejando su mejilla roja, y peor aún, Joo aún no reaccionaba ante el golpe.

Lo miro seriamente, sus ojos solo demostraban frialdad y molestia, haciendo que volviera el miedoso Dan.

- ¿Te atreves a golpearme?

No le molestaba el hecho de ser golpeado por un debilucho, le molestaba el hecho de ser rechazado por la maldita escoria de Kim Dan, no tenía el derecho de rechazarlo.
Levanto su mano haciendo que este solo cerrara sus ojos esperando un golpe de su parte, pero para su sorpresa solo la levanto para tomar una de las bebidas que había detrás de él.

- Está. Mañana te la pagaré.

Bajo la botella dejando ver la marca, como era de esperarse, era de las más caras.

Su acción sorprendió a Dan, se notaba de lejos que lo quería matar después de ese golpe, pero para su sorpresa actuó demasiado calmado ante su molestia. 

Sin poder decir una palabra, vio como Jaekyung salía con la botella en la mano, quien lo miro unos segundos para finalmente irse rumbo al hotel.
El corazón del castaño latía rápidamente, no comprendía que sucedía, quizás era por el miedo y adrenalina que esto había causado en él, pero sus mejillas aún se encontraban rojas.

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