Capítulo 2 - Decisión

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Eleonora dudó durante varios segundos sobre si debía obedecer la orden de su candidato o no.

Observando a través de la niebla a la manada de lobos que se acercaba a un paso bastante lento, antes de que Eleonora pudiera reaccionar, en un abrir y cerrar de ojos, un pequeño lobo plateado se lanzó audazmente hacia delante con su mandíbula abierta.

Su movimiento fue tan rápido y silencioso, que Eleonora ni siquiera lo pudo notar.

¿Qué? Fue lo único que pudo pensar Eleonora por la gran sorpresa que se había llevado.

Antes de que pudiera darse el impacto, en los segundos finales, Eleonora empezó a ver en cámara lenta como la boca del lobo se acercaba con una precisión milimétrica justo al cuello de su candidato.

En ese momento, la habilidad de pensamiento rápido de Eleonora se activó.

El tiempo pareció congelarse, pero ya era demasiado tarde.

Por la poca distancia, Eleonora intuía que cuando la habilidad se desactivara, la mandíbula del lobo se cerraría y acabaría con la vida de su candidato.

¿Me dará tiempo de activar la habilidad de posesión? Pero... ¡Él me dijo que no quería! ¿Lo dejo morir?

Dos preguntas chocaban una y otra vez en la mente de Eleonora.

Espera... ¿Estoy nerviosa?

A pesar de que Eleonora estaba en su forma de espada, podía sentir cómo su corazón latía de forma acelerada.

¡Puedo hacerlo!

Las posibilidades eran pocas, ¡pero ella podría lograrlo!

Después de tener varios pensamientos rápidos, Eleonora desactivó su habilidad y falló.

El lobo acertó su mordida.

De un momento a otro, su conexión con el candidato había desaparecido.

No importaba cuántas veces lo intentara, ¡era inútil! Ya no podía activar esa habilidad

¿Fue porque dudé?

¿Fui demasiado confiada?

¿Por qué?

¿Cómo era posible que no viera justo a ese lobo?

¡Mi vista y habilidades son claramente superiores!, ¿por qué ha pasado esto?

Eleonora no se creía lo que estaba pasando.

Una parte le decía que esto era un resultado inevitable.

Una gran ráfaga de preguntas y cuestionamientos pasaron por la cabeza de Eleonora.

¡Había fallado!

¡Ella había fallado!

Su corazón sintió una fuerte presión al darse cuenta de la realidad.

La mordida del lobo había sido tan feroz y brutal que la cabeza del candidato se separó violentamente de su cuerpo. Un torrente de sangre brotaba de la herida, manchando el suelo en un macabro rastro.

Mientras el lobo arrastraba el cuerpo sin vida del candidato hacia las sombras en donde estaban sus demás compañeros, Eleonora, que yacía en la cintura de su portador, se vio desequilibrada por los movimientos bruscos del depredador.

La nieve crujía bajo su peso, mezclándose con los rastros de sangre en el suelo congelado. Con un último temblor, fue expulsada de su vaina y cayó al suelo como un fragmento perdido de la tragedia que se había desencadenado.

Allí quedó, sola y abandonada, en medio de aquel paisaje invernal desolado.

Los árboles desnudos se alzaban como espectros entre la niebla, y la nieve eterna cubría todo, ocultando los rastros de vida que alguna vez hubo.

Solo se podía escuchar el viento y los pasos de los depredadores que se marchaban con su presa.

Gran parte de sus poderes ahora eran inútiles. Sin candidato, muchas de sus habilidades estaban limitadas, así que ahora tendría que esperar hasta que otro humano la encontrara.

Con algo de suerte, este proceso tardaría unas semanas o meses...

Ahora Eleonora solo tenía una opción.

Esperar mientras reflexionaba acerca de si lo que había hecho estaba bien o no.

Tengo la Espada Sagrada?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora