Capítulo 8 - ¿Vamos?

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Era la primera vez en mucho tiempo que Eleonora se sentía tan nerviosa y ansiosa. Aun sin estar en su cuerpo físico, todo su ser temblaba.

¿Por qué estaba tan nerviosa?

No, puedo dejar que estos nervios me dominen. ¡Concéntrate!

Eleonora revisó una y otra vez la conexión con aquel humano y, a diferencia de los otros intentos, seguía intacta.

¿Por qué no piensa en nada...?

Pensó Eleonora por el silencio que había en la mente de aquel humano.

[Ya veo... entonces no puedes leer mis pensamientos si digo las cosas en voz alta]

¡Con que eso habías hecho!

Eleonora se sorprendió.

[¿Cuál es tu nombre?]

[Me llamo Eleonora]

[Eleonora... bien, ¿Cuánto tiempo puedes esperar?]

¿Cuánto tiempo podía esperar?

Esa pregunta hizo reír brevemente a Eleonora.

¿Cuánto tiempo había esperado hasta que este momento llegase?

Había pasado tanto tiempo que dimensionarlo sería una locura total, pero nada de eso le importaba ahora.

Ahora, Eleonora solo tenía una prioridad: ¡escapar de este lugar!

[¿Qué es tan gracioso?], preguntó el humano confundido al escuchar las risas de Eleonora en su cabeza.

[No importa. Solo ven, te diré si te estás acercando a mí o no]

[Eleonora, entiendo que necesitas ayuda, pero necesito saber cuánto tiempo puedes aguantar, para idear un plan. Ahora mismo estoy en una situación difícil]

[Entiendo...]

[¿Cuánto tiempo crees aguantar?, ¿no sabes en qué lugar estás exactamente?]

[Lo último que recuerdo es que un montón de nieve empezó a acumularse encima de mí, así que no puedo ver exactamente lo que está ocurriendo encima de mí. Eso sí, puedo sentir a varias criaturas a mi alrededor]

[Entiendo. Y acerca del tiempo...]

[Puedo esperarte todo el tiempo que necesites, solo no te alejes demasiado]

[¿Segura?]

[Sí]

[Ah, que fastidio. ¿No entiende que estoy ocupado?], pensó de pronto el humano que se comunicaba, tomando a Eleonora por sorpresa.

Durante la mayor parte de su conversación, todo había sido calmado, pero en este último pensamiento, Eleonora percibió cierta molesta.

¿Había hecho algo mal?

[Perdón. Una amiga no paraba de molestarme por decir cosas en voz alta, eso no iba para ti]

Eleonora sintió alivio al escuchar ese pensamiento.

[Entonces... iré por ti cuando solucione ciertos problemas acá]

◇◆◇

"¡¿Estás loco!? ¿No ves que estamos atrapados aquí y quieres ir a ayudar a alguien que ni siquiera conoces?", reclamó Alexia, cruzándose de brazos, intentando disuadir a Isuke.

Alexia no podía entender cómo se le ocurría a Isuke tal idea, y mostraba su negativa para ayudarlo.

"Ve solo. Este lugar es demasiado peligroso para jugar a ser héroes."

Mientras Alexia expresaba su desacuerdo, Leo trataba de razonar.

"Entiendo que quieras ayudar, pero no sabemos si es una trampa o no. Todos ignoraron esa voz por esa razón. El riesgo es demasiado alto. Además, estamos tratando de encontrar cómo salir de aquí".

Isuke suspiró al ver la negativa de sus compañeros

¿Qué podía hacer ahora?

Si bien era un mago, ir solo sería una aventura extremadamente arriesgada sin sus compañeros.

"Si tan solo otro mago me acompañara... o quizás un sacerdote sería útil".

Alexia estaba a punto de reprender a Isuke por insistir en su idea cuando de repente escucharon varios gritos.

Al voltear, vieron a una chica tropezarse, pero todos se enfocaron en el artefacto que estaba en el suelo.

¡Era el mismo artefacto que los había transportado!

Pronto, todos se dieron cuenta de que la chica había sido la responsable del accidente.

El profesor chasqueó la lengua, finalmente liberado del alboroto de los estudiantes a su alrededor.

"¡Estúpida! ¿Cómo se te puede caer algo tan importante?" gritó uno de los estudiantes a la chica que había tropezado.

"¡Rápido! Que alguien revise si el artefacto está bien. Ya nos encargamos de los enemigos, pero si nos quedamos atrapados acá... ni siquiera quiero pensar en eso", exclamó otro estudiante, urgido por la situación.

Varios alumnos se apresuraron a comprobar el estado del artefacto para entregárselo al profesor, mientras la estudiante que se había tropezado se levantó sola y trató de deslizarse lejos de todos.

En ese momento, su única esperanza era desaparecer.

"Quiero morir...", susurró la chica en tono triste.

De repente, la voz de alguien resonó justo detrás de ella.

"Oye"

"¡Sí! Ya entendí, lo siento... soy un desastre, ¿sí?", se apresuró a responder la chica, expectante de recibir críticas.

"Eso no me interesa. ¿Podrías darme apoyo mientras voy a rescatar a alguien?", preguntó Isuke.

"¿Sí?" titubeó la chica, desconcertada.

"¿Podrías darme apoyo mientras voy a rescatar a alguien?"

"¿Qué? ¿Acaso no viste lo que hice hace unos segundos? Se me cayó ese estúpido artefacto de mis manos y..."

"No importa"

¡Cómo que no importa idiota, no ves que soy una inútil!

Era lo que quería gritar la chica, pero tampoco quería denigrarse a ese nivel.

"¿A quién quieres ayudar exactamente? Solo soy buena curando, así que..."

"¡Isuke! ¿En serio vas a ir?", interrumpió molesta Alexia al acercarse a ambos. Leo, siguiéndola, parecía respaldar su postura.

"Si no quieren ayudar, no los obligaré. Solo... tengo que hacerlo", explicó Isuke, intentando mantener la calma y sin querer divagar más en sus razones.

Mientras Alexia mostraba su ira, la chica a la que Isuke había detenido miraba confundida a su alrededor.

¿Qué estaba pasando?

¿Por qué parecía que estaba a punto de meterse en un problema aún mayor?

Primero había aceptado cargar el artefacto, ¡y ahora parecía que la estaban involucrando en algo peor!

Tengo la Espada Sagrada?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora