02.

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Jihyo se sorprendió cuando Sana eligió la última fila, pues normalmente iban al centro por una mejor vista

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Jihyo se sorprendió cuando Sana eligió la última fila, pues normalmente iban al centro por una mejor vista. Sin embargo, no cuestionó nada, ella se sentó a un lado de la rubia sin decir nada.

El lugar no estaba lleno, de hecho eran muy pocas personas. La película era una de acción o algo así, la verdad es que Sana dejó a Jihyo escoger, pues en su mente no planeaba verla de todas formas.

Ella quería provocarla, sacarla de sus casillas hasta que la empotre contra una pared.

Los primeros minutos se quedó quieta, mirando el inicio de la película. Jihyo tomó su mano y no la soltó, dejando que descanse sobre el regazo de Sana. Compartían las palomitas y se reían de alguna escena, estaba siendo un poco aburrido para la rubia que quería algo de acción.

Así que comenzó su plan.

Primero unas caricias leves en la mano que sostenía. Luego un suspiro que solo Jihyo escuchó. Sana quería ir por todo, quería que esa fuera finalmente la noche que tanto esperaba.

Así que al darse cuenta que Jihyo estaba demasiado metida en la película, movió la mano hasta dejarla en su muslo desnudo. Su novia ni se inmutó. Bufó y dio un apretón a la mano, notando como la japonesa entonces notó lo que pasaba.

—¿Tienes frío? —susurró en su oído. Tal vez no notó mucho en realidad.

—De hecho tengo calor.

—¿Calor? —miró la vestimenta de su novia, una falda y una blusa con su chaqueta por encima. —Quítate mi chaqueta entonces.

—Jihyo... —un puchero en sus labios, la coreana los miró.—No ese tipo de calor.

—¿Hay otro tipo?

—Sí.—asintió. Jihyo iba a preguntar otra vez, así que agarró la mano que no se había movido y la comenzó a llevar más arriba.—Tengo mucho, mucho calor.

Fue entonces que la castaña entendió a qué se refería. Su boca se quedó seca así que tragó saliva, sintiendo ese acostumbrado calor en sus mejillas y orejas.

—Satang...

—¿Sí?

—Mira la película.

—No quiero.

—¿Para qué vinimos entonces?

Sana se encogió de hombros y se acercó al rostro contrario, dejando pequeños besos húmedos en sus mejillas y mentón.

—Hyo...

—¿S-sí?

—No me importa la película.

—Oh, b-bueno p-podemos irnos.

—¿A hacer qué? —se detuvo a punto de besar sus labios.

—A... a hacer otra cosa, ¿q-qué dices?

—Me parece perfecto.—y se alejó por completo, viendo ese rostro tímido y sonrojado.—Vamos.

Quizás esa sería su noche finalmente.

Quizás esa sería su noche finalmente

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Dirty Talk Ꞝ SahyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora