UNA GORDA EN APUROS《Donde El Amor Prevalece》©

CAPÍTULO 8

La hora del cambio había llegado,estaba muy nerviosa, temía que algo saliera mal.

-Hola hija-mi madre me miraba con cara de dulzura.

-Hola mamá, Ramona¿como están?

-Hola Ann.

-Estoy lista para cambiar mi imagen de una vez.

-No te apresures,recuerda que esto es un lento proceso,no hay prisa.

Largas horas de infinitos exámenes, chequeos y análisis de sangre.Todo había salido bien según mi doctora,estaba agitada de solo pensar en la sala de cirugías, mi estómago comenzaba a sonar de una forma incontrolable,y mis manos sudaban por el exceso de estrés ocacionado en estas tres semanas.

Preparada me sentía,solo quería salir de eso lo más rápido posible.Estaba cambiando mi ropa por una bata de esas que se ponen las personas para ser operadas,la habitación 143 habría sus puertas para recibirme por unos cuantos días,cuando de repente siento ligeros toques en la puerta,me dirijo hacia ella y al abrir la misma, la sorpresa me invadió el cuerpo,Dairon estaba parado frente a mi consu rostro aterrorizado.

-Hola Tiago¿qué haces aquí?

-Vine a impedir que cometas una locura solo por complacer a ese idiota de Dairon. Yo te quiero Ann¿acaso no lo entiendes?daría mi vida por ti, incluso lo que no tengo por verte feliz-dijo acercándose a mientras me miraba a los ojos.

En ese momento sentí como la sangre se acumulaba en mis mejillas y mi cara se tornaba de un color rojo intenso,mi corazón latía fuertemente y mis costillas parecían un mariposal.

-Tiago,no quiero hablar de eso ahora.Estoy haciendo todo esto por mi,no por Dairon.

-¿En serio?

-Si.

-Bueno, como sea no permitiré que mi dulce Anna acabe su vida en un instante solo para lucir bella,recuerda que eres la persona más hermosa que he conocido en toda mi vida y aunque no me quieras como yo a ti te juro que no lo permitiré.

-Ya eso es demasiado tarde.

En ese instante la enfermera irrumpió en la habitación anunciando que había llegado el momento.

Tiago trató de detenerme pero fue inútil,luego de unos minutos, mi madre y Ramona me llevaban junto al doctor a la sala de cirugías, pero eso fue imposible con la llegada de Dairon al extenso pasillo por donde yo iba pasando.

-Anna,detente-gritaba como loco Dairon.

-¿Qué haces aquí?

-Vine a impedir que hagas esa cirugía. Eres demasiado bella para cambiarla por algo artificial.

Con ese comentario hizo que se me escapara una sonrisa de mis labios.

-Ya es tarde,ya voy camino al quirófano.

-No lo hagas por favor-me suplicó que no lo hiciera.
-Anna,tengo que decirte que eres la razón por la cual he cambiado con mis amigos, pienso en ti cada día y cada noche, eres el ser más especial que he conocido jamás, te quiero mucho.

Al escuchar eso el cuerpo entero me comenzó a temblar, dos confesiones en un día, nada mal.

-Dairon!!!!!!!-una voz furiosa se escuchaba desde el fondo del pasillo.

-Tiago¿qué haces aquí?

-Pues vine a ver a Anna,ella es muy especial para mi,no como tu,que la hiciste llorar y sufrir por el amor que tu no le darías jamás.

-Mira quien habla, el falso amigo que la deja sola y ni siquiera le habla cuando están en la escuela,no seas hipócrita.

Con esa palabra se abrió una fase en la que sólo los puñetazos eran el método más lógico de defensa.Solo se podía observar como se pegaban en la cara con los puños cerrados haciendo moretones en ambos cuerpos.No pude evitar tanta presión y fui a desapartarlos junto a mi madre y Ramona,pero al acercarme no pude impedir desplomarme del terrible estrés que cargaba en mis hombros.